La alimentación es fundamental para la recuperación de cualquier patología, pues dota de nutrientes a todo el metabolismo y permite la regeneración de los tejidos. Por ello, es importante cuidar qué tipo de dietas se le ofrecen al perro cuando padece enfermedades, sobre todo si afectan órganos importantes o tiene complicaciones hepáticas.
Los trastornos asociados al mal funcionamiento de un órgano deben tratarse con especial cuidado. En el caso de un perro que padece enfermedades hepáticas, uno de los mejores remedios que tenemos a nuestra disposición es el control sobre su dieta. Desde Mis Animales vamos a darte algunas pautas alimenticias que ayudarán a tu mascota.
Síntomas de un perro que padece enfermedades hepáticas
El hígado de un perro, al igual que el nuestro, es uno de los ‘centros de control’ más importantes a nivel interno. En él se llevan a cabo numerosas tareas, entre las que destacan el metabolismo de un sinfín de nutrientes, la producción de bilis –necesaria para el correcto procesamiento de los ácidos grasos–, la eliminación de sustancias tóxicas o perjudiciales procedentes de la digestión y el metabolismo de los fármacos.
Como puedes ver, la cantidad de funciones que tiene el hígado lo convierte en un órgano indispensable. Es por esto que, cuando no funciona como debería, los primeros síntomas no tardan en aparecer. Los más comunes suelen ser:
- Letargo y falta de apetito.
- Los vómitos y la diarrea suelen aparecer con frecuencia, acompañado del aumento de la sed excesiva.
- Uno de los síntomas más específico es la ictericia, que no es más que un color amarillento en encías y otros tejidos.
- A veces puede aparecer descoordinación y exceso de salivación, en los casos más agudos de encefalopatía hepática.
¿Qué aporte proteico debe haber?
Al tratarse de un órgano que interviene en mayor o menor medida en cuestiones de nutrición y digestión, es evidente que la dieta en perros con este tipo de enfermedades tiene que estar controlada en todo momento. En este sentido, el aporte calórico de la alimentación diaria de nuestra mascota varía con respecto al habitual.
Si bien las proteínas deben seguir presentes en la dieta, es importante que sean proteínas de calidad. Si el aporte calórico que le damos a nuestro perro no es el mejor, al hígado le costará más hacer su trabajo. Además, estos mismos nutrientes ayudan a la regeneración del hígado, por lo que son necesarias para la recuperación de la mascota.
Una buena idea es reducir la proteína de origen animal y sustituirla por proteína vegetal o de origen lácteo. Eso sí, antes de hacer esto, consulta a tu veterinario para confirmar que tu mascota no es intolerante a este tipo de alimentos.
Nutrientes necesarios en la dieta de un perro con problemas hepáticos
En general, el perro que padece de enfermedades hepáticas precisa de unas dietas con proteínas de alta calidad (15 %), grasas (30 %) y carbohidratos (45 %). De preferencia, la proteína debe ser de origen vegetal, pues así aporta fibra suficiente que beneficia al tránsito intestinal y a la recuperación del hígado.
También es importante que se le aporten suficientes vitaminas y minerales, ya que el mal funcionamiento en el hígado disminuirá su disponibilidad en la sangre. Asimismo, tienen efectos positivos sobre las complicaciones más graves como la encefalopatía hepática. Eso sí, solo el veterinario es el único capacitado para recetar los suplementos necesarios.
Actualmente, existen piensos especializados para alimentar a un perro que padece enfermedades hepáticas, aunque son las dietas más comunes, económicamente son menos asequibles. Si optas por la alimentación casera, el tofu como complemento proteico puede ser una buena opción.
¿Es bueno darle comida casera a un perro con problemas hepáticos?
A pesar de que la comida casera es una opción más palatable para la mascota, es difícil mantener el nivel de nutrientes necesarios. De hecho, no es posible establecer una dieta única para la mascota, pues sus requerimientos fluctúan según su actividad física, su estado de salud, su raza, su tamaño y su sexo. Por lo tanto, en la mayoría de los casos es probable que exista un déficit nutricional.
Esta es una de las razones por las que no es recomendable darle una dieta casera a los perros con problemas hepáticos. Su salud general podría correr riesgo e incluso su situación podría empeorar. Por ello, es mejor optar por las dietas de pienso comerciales especiales para problemas hepáticos, pues su formulación suele satisfacer todos los requerimientos sin necesidad de poner en riesgo su nutrición.
Si quieres incluir algunos alimentos en la dieta de tu perro, puedes hacerlo siempre que no sean la base de su alimentación. Es decir, que también coma pienso especial para solventar sus problemas hepáticos. De esta forma, no solo mejoras el aporte de nutrientes que recibe, sino que le ayudas a mejorar la palatabilidad de su comida.
Consejos adicionales para alimentar un perro que padece enfermedades hepáticas
Como ya hemos dicho, un perro con un hígado afectado tendrá problemas gastrointestinales asociados, como la diarrea. Por eso, el aporte de fibra soluble –como la que contiene la remolacha– es una buena manera de ayudar a su flora intestinal. Aparte de eso, la fibra puede regular su tránsito y deshacerse de toxinas endógenas; liberan parte de trabajo del hígado.
Las verduras y las hortalizas no están reñidas con este tipo de dietas, por lo que puedes incluir alimentos como la zanahoria en la alimentación. Asimismo, los hidratos de carbono –como el arroz– en cantidades moderadas también son una buena idea.
El aporte vitamínico que necesita un perro en estas condiciones debe verse reforzado en ciertas vitaminas, sobre todo B, C, E y K. En cuanto a los minerales, hay que procurar que no falte aporte de zinc y potasio, entre otros, ya que actúan como antioxidantes. Sin embargo, hay que procurar reducir el aporte de alimentos con altos contenidos en sodio o cobre, puesto que afectan en sobremanera al hígado.
Recetas caseras adecuadas
Las dietas para perros que padecen enfermedades hepáticas tratan de minimizar la disponibilidad de proteína animal, pues el exceso podría afectar más al hígado. Una receta que cumple con este criterio es la siguiente:
- Proteína- Carne (pollo cocido): 220 gramos.
- Fibra- Arroz hervido (blanco sin condimentos): 680 gramos.
- Fibra- Zanahoria hervida: 60 gramos.
- Grasas- Aceite vegetal: 20 gramos.
- Carbohidratos- Salvado de trigo: 20 gramos.
Ten en cuenta que antes de utilizar esta receta en la dieta de tu mascota, tienes que consultarlo con tu veterinario. Los cambios súbitos en la alimentación del perro podrían tener un efecto grave en su salud si no se hacen con suficiente cuidado.
Finalmente, uno de los problemas con los que más lidian los perros con enfermedades hepáticas es la falta de apetito. Por esta razón, se debe tratar siempre incentivar su alimentación con comida húmeda o con cambios sutiles en su dieta. En caso de que deje de comer por completo, acude con un veterinario de emergencia. Recuerda que su condición es delicada, así que no puede quedarse sin alimento por mucho tiempo.
Bibliografía
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- Pellegrino, F. C. (2009). Encefalopatía hepática en perros y gatos. In Anales de Veterinaria de Murcia (Vol. 25, pp. 21-45).
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- Rutgers, C. & Biourge, V. (2016) Manejo dietético de las alteraciones hepáticas.Vetacademy Royal Canin. Recuperado el 30 de mayo de 2022, disponible en: https://vetacademy.royalcanin.es/wp-content/uploads/2019/11/Cap-4-Manejo-dietetico-de-las-alteraciones-hepaticas.pdf