5 síntomas que te alertarán si tu perro tiene una infección

Si tu perro tiene una infección, el reconocimiento de los síntomas tempranos puede ayudar a un diagnóstico y tratamiento oportuno. En este artículo conocerás 5 síntomas entre los más comunes.

Tu perro tiene una infección

Como dueño atento, es posible que te preocupe cómo reconocer los síntomas de que tu perro tiene una infección. Pues, al igual que sucede en los humanos, cualquier animal puede contagiarse a lo largo de su vida.

Ten presente que, en general, no hay razón para alarmarse. Sin embargo, debes estar atento si existen varios casos en tu vecindario. Si sabes qué signos reconocer, puedes ayudar a la detección temprana y al tratamiento oportuno de cualquier infección que se manifieste en tu perro. Sigue leyendo este espacio y descubre como identificar este tipo de procesos patológicos.

¿Qué es una infección?

Se define como infección a la invasión de los tejidos corporales por microorganismos causantes de enfermedades. Por lo regular, estos patógenos ingresan de manera externa al organismo, pues la microbiota que vive de forma natural en el cuerpo no suele provocar este tipo de problemas.

Recordemos que todos los que vivimos en este planeta llevamos sobre –y dentro– de nuestro cuerpo millones de microorganismos que conviven con nosotros. Con esos seres microscópicos no solo vivimos en equilibrio, sino que resultan imprescindibles para muchos de nuestros procesos vitales. A ese conjunto de microorganismos «buenos» la ciencia los ha bautizado como microbiota.

Por otro lado, los agentes causantes de enfermedades infecciosas no solo se restringen a bacterias, sino que se incluyen virus, hongos, parásitos y hasta algas. La lista es larga y se suelen recopilar en publicaciones clínicas, como la del libro Infectious Diseases of the Dog and Cat. A pesar de que los signos clínicos pueden confundirse, cada uno de estos agentes patológicos tiene características diferentes.

Por lo regular, la infección produce una serie de síntomas evidentes en el perro. Sin embargo, también puede desarrollarse de manera asintomática. Esto refiere a aquellos procesos infecciosos que cursan sin síntomas visibles, que se denominan como infecciones subclínicas.

Infecciones de los perros, ¿Cómo se contagian?

Las enfermedades infecciosas son trasmisibles y se producen por la invasión y multiplicación del agente causal. No obstante, cada agente infeccioso tiene sus propias restricciones para lograr los contagios. Esta es la razón por la que algunas patologías se dispersan más rápido que otras. En general, se pueden nombrar las siguientes formas de contagio:

  • Contacto directo con fluidos de un perro enfermo: es la más frecuente en infecciones bacterianas y ciertos virus, pero no todas las infecciones tienen esta capacidad.
  • Transmisión por vectores (insectos): algunos microorganismos necesitan el apoyo de vectores, los cuales son un tipo de “transporte” que los llevan de un hospedero a otro. El agente infeccioso es incapaz de moverse por sí mismo, por lo que si no existe su vector, será imposible contagiarse.
  • Ingesta de alimentos o agua contaminados: es la principal forma de contagio de los parásitos, aunque también aplica para bacterias y hongos.
  • Partículas infecciosas dispersas por el aire: las infecciones respiratorias suelen producir gotículas con agentes infecciosos, las cuales se liberan al toser o estornudar. Estas flotan en el aire y son capaces de contagiar a cualquiera que las respire.

Síntomas que indican una infección en el perro

Los procesos infecciosos pueden generar diferentes síntomas en el perro según el agente causal, por lo que existen varios signos clínicos que indican la presencia de una infección. Sin embargo, en la mayoría de ellas se presentan de forma recurrente los siguientes:

1. Fiebre

La fiebre es uno de los mecanismos de protección que el organismo pone en marcha para protegerse. Al aumentar la temperatura, el cuerpo pone en alerta a su sistema inmunitario para defenderse ante el agente patológico. Debido a que es una reacción evidente, es uno de los principales síntomas que delatan la presencia de una infección en perro.

Fiebre en perros
Si no sabes tomar la temperatura de tu perro, acude con un profesional que te enseñe y te ayude a realizarlo por tu cuenta.

Es posible que hayas escuchado que puedes saber si tu perro tiene fiebre al tocar su nariz: caliente y seca significa fiebre, pero no es cierto. De hecho, la fiebre del perro a menudo no se reconoce o no se detecta.

La única forma precisa de saber si su perro tiene una temperatura corporal aumentada es tomar su temperatura rectal.

Una temperatura de más de 39 ºC se considera fiebre en el perro, aunque puede tener esta temperatura si está muy excitado o estresado. Por lo regular, la fiebre está acompañada de letargo, estado de ánimo deprimido, temblores, pérdida de apetito, vómitos, tos o secreción nasal.

2. Agrandamiento de ganglios linfáticos

Los ganglios linfáticos son órganos pequeños con forma ovalada ubicados en varias partes del cuerpo canino. Estos contienen células del sistema inmunitario que atacan y matan agentes patógenos, como los virus o las bacterias.

Cuando el perro tiene una infección, sus ganglios linfáticos se activan (inflaman) y envían células que combaten la enfermedad, lo que genera dolor e incomodidad. Como lo menciona el libro Atlas de citología clínica del perro y del gato (2da edición), la condición de tener ganglios linfáticos inflamados se conoce como linfadenitis.

Aunque los ganglios linfáticos se distribuyen a lo largo del cuerpo de tu perro, los más fáciles de encontrar cuando están hinchados son los submandibulares. Quedan a cada lado de la cabeza, cerca de la parte posterior de las mandíbulas, donde se unen al cuello. También están los ganglios axilares y los poplíteos, que se ubican en la parte trasera de las rodillas.

3. Inflamación o hinchazón

Es crucial tener en cuenta que los síntomas de una infección en el perro varían según su ubicación. Las infecciones visibles a menudo son subcutáneas, pero también pueden afectar la superficie de la piel. Esta es la razón por la que las lesiones infecciosas pueden verse como heridas, irritación o áreas de hinchazón.

En el caso de infecciones por hongos, los patógenos invaden la piel de los caninos, lo que la irrita y causa escozor. A simple vista, este proceso se percibe como una zona enrojecida, pero conforme se agrava se producen lesiones que empeoran la situación.

Con respecto a la hinchazón, esta puede aparecer como un área endurecida y firme o suave. Las zonas infectadas pueden o no estar ulceradas en la superficie y presentar una descarga de secreción.

4. Secreciones

Las infecciones tienden a generar secreciones producto de la lucha entre el sistema inmunitario y el agente patógeno. Por lo común, a este tipo de líquidos se les conoce como pus o moco, aunque su apariencia puede ser diferente debido al tiempo y el proceso patológico.

La consistencia y el color de la secreción varían desde acuosos y rosados ​​o rojos -sanguinolentos–, hasta gruesos y de color amarillo o verde (pus). Según la gravedad de la infección, es probable que tenga un olor desagradable, en especial si lleva mucho tiempo sin atenderse. Esto puede deberse a crecimiento bacteriano o a una infección secundaria, como lo refiere el estudio publicado en Open Journal of Animal Sciences.

En los casos de infección de vías respiratorias puedes notar signos como tos, estornudos o respiración anormal. Esto se debe a la acumulación de secreciones dentro de los pulmones o en las vías respiratorias, las cuales salen a través de la nariz o la boca. Por lo regular, las infecciones respiratorias suelen ser ocasionadas por virus o bacterias, como lo menciona un estudio publicado en The Japanese Journal of Veterinary Science.

5. Cambios en el comportamiento

Este síntoma no es exclusivo de una infección en el perro, sino que se presenta en una gran cantidad de patologías. El cambio súbito de comportamiento en la mascota casi siempre es signo de alerta. Por lo tanto, si detectas letargo, depresión, falta de apetito o cansancio, lo mejor es que lo lleves a revisión con el veterinario.

Infecciones oculares en perros
El proceso patológico no solo causa molestias en el cuerpo del can, sino que también consume su energía, lo que genera cambios en su comportamiento como letargo o depresión.

Infecciones comunes en los perros

En general, cualquier perro puede ser susceptible de contraer o no una infección, ya que los agentes patológicos se encuentran con facilidad en el ambiente. Según un estudio publicado en Journal of Veterinary Internal Medicine, incluso los canes «aislados», como los de las islas de las Galápagos, sufren las mismas infecciones que son frecuentes en otras partes del mundo.

Por supuesto, existen algunos tipos que son más frecuentes que otros por la naturaleza de su agente patológico. Las infecciones con mayor cantidad de casos en las clínicas son las siguientes:

1. Otitis

Es una infección en el conducto auditivo, el cual es el sitio perfecto para el crecimiento de patógenos por la humedad y la oscuridad que posee. Suele ser una patología habitual en perros con orejas caídas.

2. Periodontitis.

Enfermedad oral más común que afecta a los perros. Según un estudio publicado en la Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú, esta patología la padecen entre el 85 y 95 % de los perros mayores a 3 años. Es provocada por una infección bacteriana que aparece por la mala higiene bucal de la mascota. No ocasiona síntomas evidentes, por lo que es fácil que se agrave la situación y los dientes se caigan en consecuencia.

3. Infección en vías urinarias (Cistitis)

Esta infección ocasiona la inflamación de la vejiga o los riñones, lo cual conlleva diferentes problemas secundarios. Puede ser ocasionada por varias razones, pero la mala higiene, la alimentación deficiente y los cálculos son las principales causas que la originan.

4. Conjuntivitis

El ojo es una de las estructuras más expuestas a las infecciones, pues cualquier agente patológico con difusión aérea puede llegar fácilmente a él. En consecuencia, se produce una inflamación y enrojecimiento que son una molestia incesante para la mascota.

5. Pioderma

A pesar de ser el órgano de protección más grande del cuerpo canino, la piel también es susceptible a infecciones bacterianas como la pioderma. Según un artículo publicado en la Revista Electrónica de Veterinaria, se identifica como causante principal de este problema a la bacteria Staphylococcus pseudintermedius.

Dicho patógeno aprovecha las fisuras o heridas en la piel para invadir los tejidos internos. En consecuencia, la zona presenta inflamación, alopecia, manchas pequeñas, vesículas, dolor y secreciones.

Si tu perro tiene una infección, ¿qué debes saber?

Las infecciones preocupan a los propietarios porque pueden resultar fatales si no se atienden oportunamente. La gravedad de cualquier tipo de infección dependerá del tipo de herida o lesión, la ubicación, cuánto tiempo se ha dejado sin tratamiento y el sistema inmunitario del perro.

La infección puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, como los pulmones (neumonía), los riñones (pielonefritis), el cerebro (encefalitis) o incluso la piel.

Evita a toda costa la automedicación. Ten en cuenta que cada medicamento combate a un limitado número de agentes infecciosos. Por lo tanto, si le das un fármaco inadecuado, solo dañarás más su organismo y perjudicarás su recuperación.

Es importante que no dudes en contactar a tu veterinario de inmediato si notas en tu perro picazón, enrojecimiento e inflamación y mal olor. También si observas que tu perro se rasca, lame o muerde excesivamente la piel. La presencia de diarreas y vómitos también pueden ser signos de que tu perro tiene una infección.

¿Cómo prevenir las infecciones?

A pesar de tener todos los cuidados necesarios, es imposible evitar al 100 % las infecciones de los canes. Esto se debe a que existen muchos factores secundarios que podrían predisponerlos más bajo ciertas situaciones. Sin embargo, existen algunas recomendaciones que podrían ayudar a disminuir bastante el riesgo. Entre los consejos más frecuentes se encuentran:

  • Buena higiene: es crucial mantener limpio tanto el entorno como los objetos cotidianos con los que convive la mascota. Así se disminuye la probabilidad de entrar en contacto con virus, bacterias, parásitos y hongos.
  • Dieta de calidad: la dieta es un factor importante para proteger al can, puesto que de la nutrición depende la fortaleza del organismo.
  • Ejercicio regular: la actividad física permite activar y reforzar el metabolismo de la mascota, lo que ayuda para mejorar sus defensas y su resistencia.
  • Estimulación mental: al igual que los humanos, los perros también son susceptibles de padecer diferentes trastornos mentales, por lo que es fundamental cuidar su salud mental. Para ello, se debe procurar que siempre tengan actividades como los juegos, los mimos, la socialización y los paseos.
  • Completa el carnet de vacunación: ciertas infecciones víricas agresivas se pueden prevenir por medio de vacunas.
  • Visitas regulares al veterinario: diferentes enfermedades y trastornos pueden propiciar la presencia de las infecciones, así que una visita al veterinario mínimo cada 6 meses podría ayudar a prevenir este tipo de complicaciones.

Como te puedes dar cuenta, existen varios síntomas que indican la presencia de una infección en el perro. Si bien es cierto que se debe estar atento a estos signos de alerta, lo mejor es poner atención a cualquier conducta anormal que presente. Así, no solo detectarás las infecciones a tiempo, sino cualquier otra patología que llegue afectar a tu compañero.

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