¿Qué es la pioderma canina?

Es muy probable que la pioderma canina sea una de las patologías que más se tratan en las clínicas veterinarias. Aquí te lo contamos todo sobre ella y te ofrecemos una serie de consejos útiles.
¿Qué es la pioderma canina?
Ana Díaz Maqueda

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 03 julio, 2020

Los problemas de piel en el perro son cada vez más habituales, como es el caso de la dermatitis alérgica. La cría masiva de ciertas razas con tendencia a padecer enfermedades dérmicas o la deficiente calidad nutricional de los alimentos ofrecidos a los perros podrían ser algunas de las causas.

Entre estas patologías de la piel, una de las más comunes es la pioderma canina. ¿Cómo se manifiesta? ¿qué tipo de tratamientos existen para esta patología? Aquí te damos la respuesta a estas preguntas.

¿Qué es la pioderma canina?

El término pioderma proviene del latín “pio” que significa pus y “derma”, piel. Por lo tanto, la definición de pioderma no es más que la presencia de pus en la piel. Esta puede estar causada por multitud de factores, como neoplasias, tumores y distintos procesos infecciosos o inflamatorios.

Sin embargo, el tipo de pioderma más común en los perros es la causada por bacterias.

Muchas veces, estas infecciones aparecen de forma secundaria a otras enfermedades. De hecho, las piodermas en perros sanos no son habituales. Además, el paciente canino es el que más las sufre, si lo comparamos con otras mascotas como los gatos.

¿Por qué un perro padece pioderma?

Como dijimos, el animal doméstico que más tendencia tiene a sufrir esta enfermedad es el perro. Las causas aún son desconocidas y están en estudio. Aún así, algunas de las razones podrían ser:

  • Su epidermis es mucho más delgada.
  • Poseen menos lípidos intercelulares, es decir, menos moléculas de grasa entre las células .
  • Carecen del tapón de queratina y sebo en la entrada del folículo piloso (región donde nace el vello), por lo que la entrada de patógenos en esta región es más habitual.
  • El pH de la piel del perro es más alcalino.

Por otro lado, existen una serie de factores que predisponen a un can a sufrir esta patología, entre ellos encontramos:

  • Perros que sufren prurito o picor intenso debido a autolesiones, uso de corticoides o alergias.
  • Animales que padecen dermatitis seborreica.
  • Otras patologías que causan inflamación, obstrucción o la degeneración del folículo piloso.
  • Enfermedades endocrinas como hipotiroidismo o diabetes.
Un perro con pioderma canina.

¿Qué causa la pioderma canina?

Las bacterias que causan la enfermedad forman parte de la flora bacteriana natural de la piel de los animales, incluido el ser humano. Estos microorganismos están bien adaptados al microentorno que forman los distintos estratos superficiales de la piel y contribuyen a la inmunidad de esta.

No obstante, algunas de estas especies de bacterias pueden llegar a ser patógenos oportunistas que, cuando la piel sufre algún tipo de lesión, colonizan esas regiones y producen serios daños.

El microorganismo que con más frecuencia causa la pioderma es Staphylococcus intermedius , tanto en perros como en gatos. A pesar de ello, forman parte del conjunto de bacterias que viven en la piel del perro, sobre todo en la mucosa nasal, la garganta y la zona perianal.

Estas bacterias también son muy frecuentes en el mentón y en las áreas interdigitales, entre los dedos.

Clasificación de la pioderma canina

Las piodermas se clasifican según la profundidad a la que se encuentren en la piel. Esta clasificación es imprescindible a la hora de diagnosticar una pioderma, ya que, según la profundidad, el tratamiento y el pronóstico serán totalmente distintos.

Piodermas de superficie o pseudopioderma

Se dan cuando aparece un sobrecrecimiento de las bacterias en el estrato córneo de la piel (el más externo). No se extienden en profundidad ni entran al folículo piloso. Pueden aparecer debido al prurito provocado por las alergias o las picaduras de pulga. También se llama pseudopioderma porque no produce pus, solo lesiones papulares y eritema o enrojecimiento de la piel.

Piodermas superficial

En el caso de las piodermas superficiales, el folículo del pelo se ve afectado por la infección, aunque esta no penetra hacia las capas más profundas de la piel, dermis e hipodermis. Aparecen pápulas, pústulas, escamas amarillentas y alopecia.

Pioderma canina profunda

Las piodermas profundas son menos frecuentes que las superficiales y más fáciles de diagnosticar. Sin embargo, su control y curación es complicado. La infección llega a la dermis y puede extenderse por varias zonas, de forma que afecta a una gran región del cuerpo del perro.

Un perro con dermatitis en la pata.

Tratamiento de la pioderma en perros

Para que el tratamiento contra la pioderma tenga éxito, deben tenerse en cuenta varios factores. En primer lugar, el patógeno causante debe ser identificado a través de pruebas concretas de laboratorio.

En segundo lugar, debe elegirse un antibiótico sistémico que realmente funcione contra este patógeno, además de un tratamiento tópico de apoyo. Por último, el veterinario tendrá que asegurarse de qué enfermedades subyacentes pueden estar causando la pioderma.

Por otro lado, el tipo y duración del tratamiento dependerá en todo momento del tipo de pioderma. Por ejemplo, el uso de antibióticos en las piodermas profundas puede durar hasta dos meses.

En cualquier caso, si crees que tu perro puede padecer pioderma, es indispensable que lo verifique un veterinario a través de pruebas microbiológicas y bioquímicas. Además, el seguimiento del caso por parte del especialista es esencial. Recuerda no medicar nunca a tu mascota sin la recomendación de un profesional veterinario cualificado.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Mayanz, V. B. (2012). Pioderma en el canino. REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria, 13(3).
  • Mueller, R. S. (2008). Aspectos clínicos y de diagnóstico de la pioderma canina. Argos: Informativo Veterinario, (102), 52-54.
  • Ortega, D., Acosta-Hernández, B., & Ferrer Quintana, O. R. (2013). Pioderma canina.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.