¿Existen los parásitos unicelulares?

El concepto de parásito se asocia normalmente con las pulgas, piojos o garrapatas, pero lo cierto es que los hay mucho más pequeños. Por tanto, ¿existen los parásitos unicelulares? Sí, y son mucho más abundantes de lo que crees.

El reino de los protozoos, parásitos unicelulares por excelencia

Los protozoos son organismos microscópicos compuestos por una sola célula y que, en incontables ocasiones, se introducen en organismos de carácter superior para vivir de ellos, como parásitos. En los animales domésticos son relativamente comunes los protozoos que mencionamos a continuación.

Leishmania

Es el parásito unicelular causante de la leishmaniosis, cuya transmisión es por vectores –flebotomos o mosquitos hematófagos– y afecta a mamíferos y reptiles, principalmente. Estos mosquitos ingieren el protozoo al alimentarse de un animal infectado y lo transmiten a otro, hasta entonces sano, al volver a alimentarse.

Existen diferentes tipos de leishmaniosis: algunas afectan a la piel y mucosas, y otras a las vísceras. En la forma visceral, el bazo aumenta de tamaño, lo cual puede ayudar al diagnóstico.

Tripanosoma

Trypanosoma brucei y T.cruzi son los parásitos causantes de la tripanosomiasis o enfermedad del sueño, transmitida por la mosca tsé-tsé. Esta mosca ingiere la larva del protozoo al alimentarse de un animal infectado y la transmiten al siguiente hospedador. Dicha larva entra en el nuevo organismo a través de pequeñas heridas en la piel, y pasa a la sangre, hasta depositarse en el músculo cardiaco.

Por otro lado, tenemos Trypanosoma evansi, que causa una enfermedad llamada ‘surra’ en caballos, camellos, bueyes y búfalos, y que provoca edema generalizado y adelgazamiento extremo.

Giardia y Tricomonas, parásitos unicelulares flagelados

La mayor parte de estos protozoos viven como parte de la flora intestinal de los animales. Algunos también se encuentran de forma inofensiva en el tracto urogenital de los peces, o en sus branquias, normalmente en su forma quística.

 

Pero, en ocasiones, actúan como parásitos. Es el caso de Giardia, el protozoo flagelado más común en mamíferos y aves, que se aloja en sus células de la pared intestinal. O Trichomonas, el otro flagelado más habitual en animales de compañía.

Histomonas

Histomonas meleagridis afecta a las aves de corral principalmente. Es el parásito unicelular causante de la histomoniasis, cuya transmisión es por vía oral, al contacto con las heces de un ave infectada.

En el intestino de las aves, la fase larvaria del protozoo es liberada e invade las células de la pared intestinal; puede llegar incluso hasta el hígado.

Amebas

Las amebas son protozoos que pueden vivir tanto de forma libre como parásita. En el segundo caso destaca Entamoeba, de transmisión oral directa, por contacto con las heces del individuo infectado. En esas heces se encuentran las formas de resistencia –quistes– que, al ser ingeridos, se liberan en el intestino; pueden llegar incluso a órganos cercanos.

Entamoeba histolytica se describe en perros, gatos y humanos, mientras que E. invadans se da en reptiles.

Mixozoos

Se trata de parásitos unicelulares que se han encontrado en numerosos animales de sangre fría, pero su ciclo biológico aún es bastante desconocido. Sí se sabe, sin embargo, que es ingerido con el alimento o el agua de bebida, y al llegar al estómago atraviesa la pared estomacal para llegar al torrente sanguíneo y, de ahí, colonizar otros tejidos.

Son causantes de enfermedades graves en los peces, y es que afectan a las poblaciones pesqueras.

Parásitos unicelulares ciliados

Numerosas especies de ciliados se localizan en el tracto digestivo de los animales domésticos, la mayoría ingeridos con el alimento o el agua de bebida. Una vez dentro del organismo, se liberan en el intestino y allí se multiplican para ser liberados con las heces.

 

 

Una de las especies más comunes es Balantidium coli, detectado en cerdos, roedores y primates.