7 ectoparásitos que afectan a las aves rapaces
Los ectoparásitos son uno de los problemas más habituales que afectan a las aves rapaces en la naturaleza. En este artículo vamos a hablar de los siete más comunes, todos ellos de la familia de los artrópodos, tanto insectos como arácnidos.
Ectoparásitos de las aves rapaces
Garrapatas
Las garrapatas adultas son parásitos hematófagos y pueden actuar como vectores de microorganismos patógenos. Normalmente, las rapaces se infestan cuando pasan una temporada sin volar, por ejemplo, por debilidad o enfermedad. De hecho, suelen encontrarse varias en un mismo animal.
Se localizan en las zonas con menos plumas, como la cera del pico o los párpados. Y si permanecen en el hospedador el tiempo suficiente, una vez hayan consumido toda la sangre posible, se despegan ellas solas. De no ser así, habrá que retirarlas manualmente, con cuidado de que sus apéndices bucales no queden dentro del ave.
Ácaros
Los ácaros son ectoparásitos diminutos que atacan la piel de mamíferos y aves. El conocido como ácaro rojo (Dermanyssus gallinae) vive en los edificios y ataca a las rapaces por la noche; provoca irritaciones, lesiones cutáneas y, en ocasiones, anemia.
El ácaro del norte (Ornithonyssus sylviarum) es más fácil de detectar sobre el hospedador, habitualmente en las narinas y en los párpados. Normalmente, infestan al ave a través de la presa.
Pulgas
La pulga adulta es la única fase parásita. No suelen ser muy comunes en las aves rapaces, solo como parásitos ocasionales, generalmente derivados de una presa infestada o de un nido infestado.
Destaca la conocida como ‘pulga de la gallina o pulga pegajosa’ (Echidnophaga gallinacea), una especie tropical pero cada vez más presente en Europa. Se caracteriza por quedarse pegada al hospedador.
Miasis
Las miasis son las enfermedades derivadas de la infestación de los tejidos vivos por huevos y larvas de moscas. Las moscas adultas ponen sus huevos en las heridas abiertas de las aves rapaces.
Los huevos eclosionan a las 8-24 horas y las larvas se alimentan del tejido necrótico, lo que agrava la herida. Si el ave muere a causa de la miasis, suele ser por la llegada de estos bichos a la sangre, lo que provoca una septicemia.
Son enfermedades más comunes en épocas de calor, sobre todo en climas tropicales.
Cuando ingresa una rapaz en un centro de recuperación, hay que examinar a fondo sus heridas para asegurarnos de que no hay huevos o larvas. Y si los hay, limpiarlas bien, incluso con soluciones insecticidas.
Hipobóscides o piojos voladores
Los hipobóscides son ectoparásitos que tienen un ciclo biológico muy rápido, ya que solo cuentan con una fase larvaria. Las hembras ponen sus huevos en los nidos de las aves rapaces o entre sus plumas. Y el piojo adulto se alimenta de su sangre, lo que puede, además, transmitirle otras enfermedades al ave.
El hipobóscide Ornithomyia avicularia es relativamente común en las rapaces migratorias.
Piojos masticadores
Estos ectoparásitos son los conocidos como piojos malófagos y son bastante comunes. Todo su ciclo biológico tiene lugar sobre el hospedador: los huevos se adhieren a las plumas, pasan por tres fases larvarias y el adulto se alimenta de restos de piel, plumas y sangre.
Dañan las plumas y provocan irritación de la piel, por lo que el ave afectada se acicalará más a menudo. Suelen multiplicarse con los periodos de estrés, debilidad o enfermedad, porque las aves no mantienen una higiene adecuada.
Mosquitos
La mayoría de mosquitos ponen sus huevos en el agua y sus larvas no son parásitas; pasan por cuatro mudas antes de convertirse en adultos. Solo las hembras adultas son parásitas, al ser de alimentación hematófaga, y pueden transmitir microorganismos patógenos.
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- Cooper J. Birds of Prey: health and desease. 3rd ed. Williston: Wiley; 2008. Pages: 106-110