3 especies de peces voladores

Los peces voladores están presentes en todos los océanos y mares del planeta. Verlos despegar del agua como si fueran pájaros es un espectáculo digno de ver, ya que tienen unas aletas y un cuerpo totalmente adaptado para realizar esta magnífica habilidad.

Peces voladores

Entre las especies voladoras más comunes se encuentran el volador tropical (exocoetus volitans), el pez volador picudo (fodiator acutus) o la golondrina del mar (danichthys rondeletii). Veamos más detenidamente estos tres inofensivos peces y sus peculiares características.

Pez volador tropical

Se trata de los peces voladores más comunes y numerosos del mundo, y no es difícil encontrarlos revoloteando por la superficie del agua. Solo hay que saber dónde buscarlos.

Suelen frecuentar aguas costeras de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Costa Rica, Florida… en prácticamente todas las zonas con clima tropical y aguas cálidas; rara vez se encuentran por debajo de los 20 metros de profundidad.

Su cuerpo alargado y hidrodinámico hace que sea un pez tremendamente rápido dentro del agua y, además, cuenta con el as bajo la manga de poder desplazarse por encima de la superficie para huir de depredadores como el atún, el pez espada y demás grandes depredadores del océano.

Sus 20 centímetros de longitud lo hacen muy vulnerable, por lo que vive en grandes bancos que se desplazan tanto por las zonas costeras como por alta mar en una búsqueda de alimento continua.

Como peculiaridad, sus enormes aletas le permiten realizar largos desplazamientos por el aire, muy cerca de la superficie del agua. Está dotado de un color azul claro por la parte baja de su cuerpo para camuflarse mejor con el color del cielo. Por arriba, en cambio, luce un color más oscuro para no ser visto con la profundidad del océano de fondo.

Pez volador picudo

Este peculiar pez luce unas aletas muy alargadas y estrechas que le permiten coger gran velocidad tanto dentro como fuera del agua. Al igual que el pez volador tropical, al volador picudo le gusta pasar su tiempo cerca de la superficie y, en raras ocasiones, desciende a más de 15 metros de profundidad.

Es muy común en las aguas al oeste de África y al oeste de la costa de América, desde Estados Unidos hasta las costas de Chile. Pueden verse muy pegados a la costa y en alta mar mientras recorren largas distancias en grandes bancos para buscar su alimento.

Su tamaño máximo es de 20 centímetros, pero lo más normal es que ronden los 15 centímetros de longitud. Su reducido tamaño y su ligero peso les permite recorrer largas distancias fuera del agua ayudándose de sus fuertes aletas pectorales, lo que viene muy bien para escapar de un depredador. Por eso, no se alejan mucho de la superficie.

Al igual que en la mayoría de peces voladores, el plancton es su alimento preferido. Y recorren largas distancias persiguiendo a estos diminutos seres, lo que hace que en ocasiones se alejen demasiado de sus zonas de confort y sean atacados por depredadores de alta mar como el pez espada.

La golondrina de mar

Esta especie de pez volador es ligeramente más grande que las otras dos, con unos 25 centímetros de longitud. Tiene la peculiaridad de que no tiene espinas en las aletas, por lo que son de un material blando pero resistente.

De los tres, es el único que podemos ver en el Mediterráneo. También podemos encontrarnos con estos peces voladores en aguas subtropicales de todo el mundo, donde la temperatura fomenta la vida del plancton y otros pequeños crustáceos.

Como el volador tropical, también es un experto en el camuflaje y tiene adaptada cada parte de su cuerpo a las diferentes necesidades, con un lomo oscuro para pasar desapercibido en el fondo marino, y no ser visto por debajo –con un tono plateado azulado– cuando está en pleno vuelo.

Las tres especies son un ejemplo magnífico de la evolución que pueden llegar a conseguir las especies para sobrevivir. Verlos en plena acción –volando por encima del agua– es todo un espectáculo para los amantes de la naturaleza.