Antes de introducir un acuario en nuestro hogar, debemos tener consciencia de que su interior estará poblado de seres vivos que requieren cuidados específicos.
Los peces de un acuario son animales sensibles que deben contar con una óptima calidad de vida para desarrollarse correctamente y evitar verse afectados por numerosas enfermedades. A continuación, te presentamos las principales señales que indican que un pez está sano.
Las enfermedades más comunes en los peces y sus síntomas
Antes de explicarte cómo saber si tu pez está sano, queremos presentarte las principales enfermedades que pueden afectar a su salud. Al conocer las patologías más frecuentes en los peces de acuarios, será más fácil prevenirlas y reconocer sus síntomas.
El gusano lernaea
El gusano lernaea es un diminuto parásito que entierra su cabeza en el cuerpo del animal parasitado, en general un pez. Su presencia genera un proceso inflamatorio en la piel del animal, que mostrará algunos hilos verdes que pueden resultar difíciles de identificar a simple vista.
Cuando este parásito penetra en su piel, el pez suele nadar insistentemente de un lado a otro para restregar su cuerpo contra el vidrio del acuario. Esta es la manera que el animal encuentra de aliviar el picor y la molestia ocasionada por la inflamación.
Hidropesía
La hidropesía es una patología crónica que suele avanzar de forma silenciosa en el organismo de los peces. Generalmente está asociada a una higiene deficiente o inadecuada del acuario, o a la falta de mantenimiento en sus filtros. No obstante, los déficits nutricionales también pueden ocasionarla.
Cuando el acuario no recibe una higiene apropiada, en el agua se forma un caldo de cultivo propicio para la proliferación de numerosas bacterias, hongos y algas. En consecuencia, se observa un nivel excesivo de sodio y nitritos.
En la mayoría de los casos, los síntomas solo serán visibles en las fases más avanzadas de la enfermedad. En un pez afectado por la hidropesía avanzada, veremos un abdomen hinchado y escamas que sobresalen en punta de su cuerpo.
Punto blanco
La enfermedad comúnmente conocida como ‘punto blanco’ es muy frecuente en los peces de acuario. Se trata de una patología altamente contagiosa ocasionada por un parásito microscópico que se hospeda bajo la piel del animal.
Estos parásitos necesitan salir del cuerpo del pez para reproducirse. Por ello, el avance de la enfermedad lleva a la formación de agujeros en la piel del animal, que suelen infectarse rápidamente. En estos pequeños orificios se forman quistes de los cuales nacerán los nuevos parásitos.
Uno de los síntomas más característicos de esta patología es la aparición de puntos blancos en la piel del pez, que son justamente los agujeros generados por los parásitos. También se observan problemas respiratorios ya que las branquias se ven impedidas de moverse normalmente.
Baba en la piel de los peces
Si un pez está sano, su piel tiene un brillo propio y distintivo que engrandece su belleza. No obstante, cuando un pez padece de baba en la piel, vemos que su cuerpo se va tornando cada vez más opaco.
Este es el principal síntoma de dicha enfermedad y sucede gracias a la formación de una capa grisácea sobre su piel y sus branquias. Otra señal evidente de la baba en la piel es que el pez empezará a restregar su cuerpo en contra el vidrio o en las plantas del acuario.
Por lo general, la baba en la piel está asociada a una higiene deficiente de la pecera o a un problema en el sistema de filtrado.
5 señales que indican que tu pez está sano
Cuando un pez está sano, además de no presentar los síntomas mencionados anteriormente, también veremos señales de que su vida y su comportamiento son equilibrados. Estas son señales evidentes de que tu pez está sano y disfruta de su ambiente:
- Nado equilibrado y coordinado. Si un pez está sano, observamos que su nado comprende movimientos equilibrados y coordinados. Además, se limitan a moverse en la franja de nado donde habitualmente se desplazan los individuos de su especie.
- Reacciones rápidas. Los peces saludables son sensibles y están siempre atentos a los estímulos de su entorno. Por ello, si perciben cualquier amenaza o estímulo extraño, huyen rápidamente.
- Su piel y sus escamas son sanas y vivaces. Un pez sano no debe sufrir pérdidas de escamas o alteraciones en su aspecto, brillo o color. Tampoco se observan manchas, puntos, inflamaciones o formación excesiva de mucosas en su piel o en sus branquias.
- Apetito equilibrado: si tu pez está sano, su apetito es normal y comerá de forma habitual en las horas determinadas. No obstante, algunas enfermedades pueden provocar falta de apetito, mientras otras llevan a un incremente en el consumo de alimentos.
- Su cuerpo no tiene alteraciones de aspecto o forma. El cuerpo de un pez sano es bien proporcionado según los rasgos característicos de su especie. Cuando un pez enferma, podemos observar algunas alteraciones en la forma del cuerpo, como el abdomen hinchado o el aspecto de estar demasiado delgado.
Muchas patologías avanzan de forma silenciosa y comprometen a la salud de los peces sin mostrar señales evidentes. Recuerda poner especial atención a la higiene del acuario y a los requerimientos nutricionales de tus peces.