Se trata de un ave muy hermosa que está en peligro de extinción. A continuación, veremos las características y mecanismos de adaptación del hocofaisán, una especie afectada por la caza furtiva, pero con grandes posibilidades de sobrevivir.
Características del hocofaisán
En esta especie el macho y la hembra tienen diferente color y tamaño. El macho es de color negro con tonos verdosos y vientre blanco, copete eréctil y protuberancia amarilla en la mandíbula.
La hembra tiene plumas en tono café rojizo con barras negras, el cuello es blanco y negro, no tiene protuberancia y el copete es blanco. Por esta característica se le identifica como un ave dimórfica.
El hocofaisán no excede los 91 centímetros de altura y pesa en promedio 3,57 kilos. La cola mide entre 29 y 38 centímetros, tiene cuatro dedos largos en sus patas y un pico ligeramente curvado, corto y robusto. Se la considera una especie herbívora que se alimenta de frutos y semillas, insectos, lagartijas y crías de roedores pequeños.
Cortejo y reproducción
La temporada de reproducción se inicia en los meses de febrero y marzo. El cortejo se inicia con vocalizaciones del macho, que ofrece alimento en el pico de la hembra y luego construye el nido en árboles de gran tamaño: se vale de los huecos de los troncos y de las ramas que están a poca altura del suelo.
Estas aves se reproducen a través de huevos, normalmente dos, que incuba la madre durante 30 días. El segundo pollito nacerá un día después del primero y abandona el nido apenas rompe la cáscara; después, los padres cuidarán de ambos.
Los polluelos quieren salir rápido del nido. En poco tiempo están dando pequeños saltos detrás de su madre cuando salen a buscar comida; pronto estarán en capacidad de alimentarse solos. Lo hacen en los arbustos, la hierba o las ramas.
Los sonidos que emiten los hocofaisanes cuando buscan alimentos son tan fuertes como los que hacen cuando están en la etapa de reproducción.
Tímida y agresiva
Suele ser un ave tímida, aunque en época de celo se vuelve agresiva. Por lo general opta por no defenderse, más bien cuando es atacada huye y se golpea contra las mallas.
Es un pájaro de hábitos diurnos, arborícolas y terrestres. Al hocofaisán no le gusta volar, así que se mantiene en los árboles, donde se desplaza saltando y caminando. Solo baja al suelo a recoger semillas, frutas y a beber agua.
Un ave de bosques tropicales
El hocofaisán, cuyo nombre científico es Crax rubra, es un ave de la familia Cracidae y del orden galliforme. Habita en extensas zonas de bosques tropicales, desde Tamaulipas hasta la península de Yucatán, incluida la isla de Cozumel, en México; también se puede ver en Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.
Se lo conoce como paují, faisán americano o real. Otras denominaciones son guaco, chonco, hoco, kanbull, pavo de monte o negro, tepetotol y tutule. En tiempos prehispánicos se le vinculó con la fertilidad, el maíz y el agua.
Caza furtiva y riesgo de extinción
Lo apetitoso de la carne y la belleza de las plumas del hocofaisán provoca una caza excesiva que lo coloca en situación de riesgo. Hoy la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a esta ave como especie en peligro de extinción, así que su consumo está prohibido.
Un ejemplo de su situación actual está en la isla de Cozumel; allí apenas quedan unos 200 ejemplares. Esta es una especie indefensa ante las tempestades marinas.
Mecanismos de adaptación
En paralelo se promueven acciones para su preservación, a través de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA). Estas acciones van dirigidas a la conservación del hábitat natural, poblaciones y ejemplares de especies silvestres en cautiverio.
El hocofaisán o paují acostumbra desplazarse en grupos de hasta 12 aves, aunque en algún momento se consiguen ver ejemplares que viajan solos. Puede vivir tranquilo y cuidado por el hombre en cautiverio o temeroso de ser alimento de mamíferos en áreas libres. Sus principales depredadores son los ocelotes y los halcones.
Acciones necesarias
Para evitar su extinción se recomienda no talar los árboles donde pueden construir sus nidos. También proteger los ejemplares que aún existen en cautiverio para que puedan reproducirse; la denuncia de la caza furtiva es otra acción a emprender.
Si aprendemos sobre las características y los mecanismos de adaptación del hocofaisán sabremos cómo evitar que se extinga. Así, esta hermosa especie podrá seguir poblando los bosques del norte, centro y sur de América.