El ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) es un animal único y fascinante. Para aquellos que buscan algo diferente para su acuario, esta peculiar especie puede ser una opción. Sin embargo, muchas personas se preguntan si es recomendable tenerlo en casa.
Ante esto, lo más aconsejable es estar informados sobre los cuidados y las necesidades de la especie para brindarle un hogar adecuado. Aunque la mayoría de sus requerimientos básicos se pueden resolver con facilidad, es mejor conocerla a profundidad antes de llevarla a casa. Sigue leyendo este espacio y conoce más sobre los cuidados del increíble ajolote en el acuario.
¿Solo existe una especie de ajolote?
Contrario a lo que se piensa, existen alrededor de 33 especies diferentes de ajolote en el mundo. Todas pertenecen al género Ambystoma, pero la mayoría de ellas son poco conocidas fuera de su área de distribución. Además, a simple vista, tanto su apariencia como su coloración puede llegar a ser similar, por lo que es posible confundirlas si no se tiene la experiencia necesaria.
A pesar de que se desconocen varios aspectos de la ecología de estos animales, la especie con la que se tiene más experiencia en cautiverio (acuario) es el ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum). Por ello, es a la que más se recurre para establecer criaderos y como mascotas.
Hábitat y características distintivas
El ajolote es nativo de los lagos de Xochimilco y Chalco en México. Tiene la rara capacidad de regenerar sus branquias, cola e incluso extremidades. Además, puede vivir más de 20 años en cautiverio.
Este anfibio es muy parecido a la salamandra y es conocido de manera popular como pez con patas. En realidad, su apariencia conserva parte de sus características larvales y adultas, así que se podría decir que es un punto intermedio entre renacuajo y salamandra.
Visto de otra forma, tiene el aspecto de un renacuajo con patas y cola, con cabeza robusta, ancha y plana. Esto último es lo que ocasiona que tenga una expresión «sonriente», lo cual llama mucho la atención de los aficionados.
El ajolote puede alcanzar una longitud de 30 centímetros y posee cuatro patas con dedos bastante finos sin uñas. Tiene tres pares de branquias «ramificadas» en la base de su cabeza que le sirven para respirar. Además, aunque se les suele reconocer como anfibios de color rosa, en vida silvestre se encuentran ejemplares de colores café o pardo con más frecuencia.
En cautiverio, los ajolotes son grises, verdes, anaranjados y blancos con los ojos negros. Su piel es lisa y se mantienen en estado larval, por lo que conservan sus branquias, su cola y nunca desarrollan párpados. Debido a esto se le denomina salamandra neoténica.
Acondicionando el acuario para el ajolote
Es normal creer que los cuidados del ajolote son simples o sencillos, pero la realidad es que precisa de requerimientos estrictos en el acuario. Si te has decidido por tener uno como mascota doméstica, debes tener en cuenta estas pautas:
1. Necesita un tanque largo (70-100 centímetros) y profundo (25 centímetros)
Como mínimo, el tanque debe tener una capacidad de 40 litros y una profundidad de al menos 25 centímetros para simular las condiciones de un pequeño estanque. Los ajolotes viven en los fondos de ríos y lagos, así que esta es una buena forma de recrear su entorno natural.
2. El agua debe tener suficiente oxígeno (saturación mayor al 80 %)
Estos anfibios son capaces de vivir en ambientes con poco oxígeno disuelto en el agua, pero dicha situación afecta su salud a largo plazo. Por esta razón, es imprescindible tener una bomba de aire que genere una corriente constante y no muy fuerte. Sobre todo, sí se opta por incluir vegetación o más de un ejemplar al acuario.
3. Filtro
Al igual que con otros animales acuáticos, es crucial mantener las condiciones fisicoquímicas del agua. Para ello, se ocupa un filtro de gran fidelidad que impida el incremento de los residuos de nitrógeno en el agua. Los parámetros recomendables son:
- Nitratos: menor a 20 ppm.
- Nitritos: menor a 1 ppm.
- Amonio: no sobrepasar 0.1 ppm (de preferencia en 0).
- pH: entre 6.5 y 8
4. Necesitan mantener una temperatura fría (entre 10 y 18 °C)
El hábitat natural de los ajolotes suelen ser terrenos montañosos con climas fríos, de manera que en el acuario requieren una temperatura similar para sobrevivir. Por lo regular, los criadores utilizan enfriadores especiales que se conectan al sistema de filtrado. Estos aditamentos suelen ser automáticos y solo requieren vigilancia regular con el objetivo de asegurarse que funcionen bien.
5. La iluminación no debe ser tan potente
Los ajolotes viven en entornos con poca luz y bastantes escondites. Esta es la razón por la que se debe evitar instalar sistemas de iluminación potentes o demasiado brillantes. Lo ideal es que sea una luz tenue y fría que moleste poco al ejemplar.
6. El acuario debe contener vegetación y sustrato adecuado (grava, arena o rocas)
Las plantas acuáticas no solo sirven para reducir la cantidad de luz que incide en el ejemplar, sino que también sirven como un escondite. Asimismo, el sustrato de grava o arena simula las profundidades de los ríos, lo cual facilita el acoplamiento del ajolote al acuario y reduce el estrés del cautiverio.
7. Precisa recambios de agua cada 10 o 15 días
A pesar de que se cuente con un filtro adecuado, el agua comenzará a guardar residuos que modifican las condiciones del agua y su pH. Si se quiere evitarlo, es necesario cambiar de manera parcial el agua (mínimo un 25 %) cada 10 o 15 días y un recambio total al menos una vez cada mes.
Los recambios de agua se realizan con líquido aclimatado (temperatura igual a la del tanque) libre de cloro. La recomendación general para «prepararlo» es usar agua de grifo y añadirle químicos anticloro (uso especial de acuarios). Después, solo se debe utilizar un sistema de enfriamiento con la finalidad de que alcance la temperatura adecuada.
8. Se debe tener cuidado con su metamorfosis
La apariencia neoténica de los ajolotes es producto de la incapacidad biológica que tienen para terminar su metamorfosis. Sin embargo, bajo ciertas condiciones es posible inducir su transformación y hacer que pierda sus características larvarias.
Aunque esto parece positivo, la metamorfosis del ajolote disminuye su longevidad y le obliga a ser un animal terrestre. Por lo tanto, se podría ahogar en el acuario si no se tiene suficiente cuidado. Es raro que dicha transformación ocurra en cautiverio, pero se han registrados varios casos anecdóticos. Ante cualquier cambio en su aspecto o comportamiento, no dudes en acudir con un veterinario especializado.
Alimentación del ajolote en el acuario
En la naturaleza, estos curiosos animales se alimentan de diferentes organismos como insectos, pequeños peces y crustáceos. Por esta razón, se les debe intentar dar una dieta variada que contenga invertebrados como artemia, daphnia o larvas de mosquito y peces congelados que sean aptos para consumo humano.
También es posible optar por emplear peces vivos para alimentarlos, como por ejemplo los guppies, aunque esta opción puede no ser bien vista por algunos tutores. Asimismo, es más cara y aumenta la velocidad con la que se ensucia el acuario del ajolote.
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Consejos para mantener al ajolote en el acuario
Si bien el cuidado en cautiverio del ajolote es relativamente fácil, es importante considerar ciertos aspectos con el fin de garantizar su salud a largo plazo. En primer lugar, esta especie es bastante sensible a los cambios en el agua, por lo que se necesita tener cuidado con los parámetros de calidad de agua.
Uno de estos parámetros es la temperatura, y es que los ajolotes son animales de agua fría, por debajo de los 21 °C es lo ideal. Por lo tanto, pueden llegar a estresarse con las altas temperaturas. Además, en la práctica, cuanto más caliente es el agua, menos oxígeno contiene.
Otro aspecto crucial es el sustrato. Los acuarios con sustrato de arena son ideales para los ajolotes. No olvidemos que, además de nadar, les gusta agarrarse y caminar en el fondo.
En lo que se refiere a la compatibilidad con otros peces, es preferible mantener a estos anfibios solos en el tanque. Sus branquias externas y su naturaleza lenta los convierten en presa fácil para otros peces. Asimismo, la presencia de otras especies podría facilitar que contraigan enfermedades, lo cual resulta fatal si no se atienden pronto.
Los ajolotes tienen hábitos nocturnos y pueden atacar a otros peces dormidos. En este sentido, es casi imposible encontrar un compañero de acuario para este anfibio. El riesgo que se corre es más grande que los beneficios, por lo que no se suele recomendar la introducción de más animales al acuario.
Enfermedades comunes en el ajolote
Los ajolotes están expuestos a padecer diferentes enfermedades tanto infecciosas como no infecciosas. En su mayoría, estos padecimientos son ocasionados por las malas condiciones del agua. Razón por la cual es crucial cuidar la limpieza del acuario. Entre las enfermedades más comunes que afectan a estos anfibios se encuentran:
- traumatismos
- hidroceloma
- neoplasias
- pérdida de tejido dérmico
- lesiones o malformaciones en la piel
- pérdida de branquias
- exoftalmia
- hemorragias
- infecciones por Opalina spp., Balantidium spp., Hennyguya spp., Protopalina spp., Costia necatrix y Proteromonas spp.
El mayor reto que enfrentan los tutores al tener un ajolote en el acuario es la identificación de sus problemas de salud. Contrario a otras especies domésticas, en algunas ocasiones estos anfibios no presentan signos claros de las patologías, así que se agravan con facilidad. Por esta razón, es importante acudir con un veterinario especialista en ajolotes al menor indicio de comportamientos extraños.
Otras notas curiosas sobre el ajolote
Esta especie originaria de México se diferencia de las salamandras y de los tritones porque vive dentro del agua. Los ajolotes pueden salir y caminar por la tierra, pero prefieren estar en los fondos de los lagos. Estas son sus características:
- Es un animal solitario y escurridizo.
- Se reproducen una vez al año poniendo entre 500 y 1 200 huevos.
- Es carnívoro, hay que alimentarlo con proteína de origen animal y, dado que no poseen dientes, su dieta debe contener: lombrices de tierra y agua, peces pequeños, larvas de mosquitos; es posible darles trozos de pollo, buey o pescado.
- Hay que alimentarlos entre dos y cuatro veces por semana.
- Con los cuidados adecuados, se reproducen en cautiverio con facilidad (solo realizado por profesionales).
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Consideraciones legales
Desde 2006, el ajolote ha sido declarada una especie en peligro de extinción. La contaminación de las aguas del lago Xochimilco y su pesca indiscriminada por ser considerarlo un manjar exquisito, hacen del Ajolote una especie amenazada.
Esto significa que varios países podrían tener requisitos legales para mantener al ajolote en un acuario personal. En México y en España, se necesita tramitar un permiso especial para asegurar la procedencia del ejemplar. Por esta razón, consulta la legislación de tu país antes de adquirirlo para evitar incurrir en un delito.
¿Es bueno tener un ajolote como mascota?
Si bien es cierto que con los cuidados adecuados es «sencillo» tener a un ajolote, este tipo de mascotas solo se recomienda para personas con un gran sentido de la responsabilidad y experiencia previa. Los anfibios no siempre se adecuan bien a la vida en cautiverio y pueden llegar a necesitar hábitats complejos. Por esta razón, no siempre están al alcance de todas las personas.
Es fundamental recordar adquirir al ejemplar solo en sitios que tengan los permisos adecuados y comprueben su procedencia legal. De esta forma, no contribuirás a la extracción ilegal y ayudarás a la conservación de la especie. Asimismo, siempre infórmate con antelación sobre sus necesidades y asegúrate de cumplir a cabalidad todos sus requerimientos básicos.
Bibliografía
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