La polilla crepuscular: un espíritu noble de Madagascar

La polilla crepuscular es uno de los insectos más bellos del mundo. Este invertebrado diurno se distingue del resto por los hermosos tonos iridiscentes de sus alas.

Una bella polilla crepuscular.

La polilla crepuscular de Madagascar (Chrysiridia rhipheus) pertenece al orden Lepidoptera y la familia Uraniidae. Esta especie tiene un rasgo muy distintivo que ha llamado la atención a los pobladores de la región durante años: su fuerte iridiscencia.

El patrón de las alas de esta polilla diurna es bastante inusual, pues posee varios colores metálicos en las alas y la iridiscencia existe incluso en la zona ventral. Si quieres saber más sobre este fascinante invertebrado volador, continúa leyendo.

La polilla crepuscular es miembro de una gran familia

En general, los insectos del orden de los lepidópteros —que incluyen a las mariposas y las polillas— son los segundos polinizadores más importantes del planeta. Tienen en común el hecho que se desarrollan a través de cuatro etapas de la vida.

De tal modo, experimentan metamorfosis y se alimentan de sus propias cáscaras de huevo para su primera comida. Existe una gran variedad de lepidópteros en todo el mundo, con 20 000 especies diferentes y una diversidad inusitada de formas y coloraciones. El tamaño de estos insectos puede variar de 1/8 pulgada a 12 pulgadas.

Además, los lepidópteros comparten muchos aspectos entre ellos, como la capacidad de ver solo 3 colores diferentes: rojo, verde y amarillo. Sin embargo, todavía hay suficientes diferencias morfológicas y fisiológicas para distinguir los distintos taxones dentro de este orden.

Una polilla crepuscular liba de una flor.

Un animal especial por su iridiscencia

Es interesante conocer que el fantástico aspecto de esta bella polilla se debe a su iridiscencia. Es decir, se produce gracias al fenómeno óptico que se genera cuando sus alas reflejan la luz.

La luz se refleja sobre sus alas formando un arco, de manera tal que exhibe bandas de los 7 colores esenciales. Así, su superficie alar muestra diferentes tonalidades de luz según el ángulo de observación.

En este tipo de coloración no existe ningún tipo de pigmento. En este sentido, su tonalidad tiene que ver con la estructura o disposición de pequeñísimas escamas, que varían en tamaño y forma. Por esta razón, este fenómeno se conoce como coloración estructural.

Los patrones de color en los cuerpos de los animales generalmente se producen por la distribución de pigmentos con diferentes colores. Sin embargo, otros animales como la polilla crepuscular usan la variación espacial de microestructuras productoras de color.

La coloración de la polilla crepuscular es objeto de estudio

La coloración estructural de la polilla crepuscular está siendo estudiada por científicos. Sus alas poseen una microestructura periódica en tamaño submicrónico, que produce su maravilloso brillo. La morfología de sus escamas y la variación espacial de la microestructura son un interesante ejemplo de fenómenos físicos, como la interferencia óptica y la difracción.

Distribución y dieta

La polilla crepuscular es un insecto endémico de Madagascar. Esto se debe, principalmente, a su fuerte asociación con las plantas del género Omphalea, que prosperan en la isla.

En su etapa de oruga se la define como especialista, pues la larva se alimenta exclusivamente de plantas del género Omphalea, específicamente de las especies ankaranensis, palmata, occidentalis y oppositifolia.  Sin embargo, la polilla crepuscular adulta es un generalista, pues se nutre del néctar de una amplia variedad de plantas.

A pesar que la polilla adulta ya no depende de plantas del género Omphalea, esta especie nunca se aleja demasiado de ellas. Esto es debido a la necesidad de la planta para que su larva sobreviva. La polilla crepuscular de Madagascar adulta posee hábitos diurnos y solamente pone sus huevos en la parte inferior de las hojas de las plantas de Omphalea.

Una polilla crepuscular sobre un fondo blanco.

Un arma secreta final

Una vez que los huevos eclosionan y emergen las larvas, las orugas se alimentan de la planta Omphalea. La ingesta tiene doble propósito: nutrición y defensa química. Esta especie de planta produce una potente toxina que, una vez ingerida por la larva, permanecerá con el insecto por el resto de su vida.

Es interesante conocer que la oruga consume la planta y casi instantáneamente usa las toxinas para defenderse de las hormigas potencialmente patógenas, que también residen en la misma planta.

Estas hormigas, que generalmente atacan a los insectos que intentan alimentarse de la planta, ignoran a la larva que excreta la toxina. Posteriormente, cuando llega a la etapa adulta, la polilla crepuscular y su pupa ya no excretan toxinas, pero las almacenan para disuadir a sus depredadores.

Bibliografía

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