El chacahuala o chuckwalla, es un tipo de lagarto cuyo aspecto es bastante particular, pues se le observan pliegues y exceso de piel a lo largo del cuerpo. A pesar de su aspecto, son reptiles que se han adaptado bien a las condiciones desérticas, ya que al ser organismos ectotermos, precisan de calor para regular su metabolismo.
En específico nos referimos a los organismos del género Sauromalus, que a pesar de tener varias especies, a todas se les conoce por el mismo nombre común. Sigue leyendo para conocer más acerca de este enigmático animal.
Hábitat de la chacahuala
El chacahuala es un reptil que habita los desiertos al oeste de Estados Unidos y México, además de algunas islas del Golfo de California. Esto incluye algunos lugares de California, Nevada, Arizona, Nuevo México, Texas, Utah y partes de Colorado. Este organismo suele vivir en substratos volcánicos o de granito, aunque a algunos también les gustan las zonas cercanas a los arroyos.
Los hábitats ideales para este género son sitios con calor seco, suelos rocosos y huecos donde puedan esconderse. Dichas guaridas son importantes, pues las ocupan para pasar su brumación (parecido a la hibernación de mamíferos) durante los meses más fríos. Además, aunque las áreas en las que viven son en su mayoría desiertos, si precisan de vegetación moderada, pues en ello basan su dieta.
Características físicas
Estos lagartos tienen una apariencia robusta y aplanada, por lo que su piel suele formar pliegues y bordes cerca de su cuello, hombros y estómago. Las tallas de este organismo varían entre 8 y 20 centímetros de hocico a cloaca, mientras que la cola mide otros 18 centímetros más. Adicional a ello, su piel se encuentra cubierta de escamas duras que son más grandes y evidentes alrededor de los ojos.
La cola de este reptil representa cerca del 50 % de su tamaño, siendo más ancha en la base y reduciéndose hasta finalizar en una punta redondeada. Por otro lado, la coloración de su cuerpo varía dependiendo su ubicación, exhibiendo una combinación de tonalidades café, amarillo o gris en toda su piel. Además, existe un ligero dimorfismo sexual, donde las hembras son más pequeñas y claras.
Comportamiento
La mayoría de los ejemplares de este reptil son solitarios y diurnos, aunque los machos son territoriales. Por esta razón, pocas veces se ve a más de un macho cerca, mientras que las hembras no tienen problemas con esto, conviviendo bien entre ellas. De hecho, los machos guardan jerarquías, ya que los individuos de mayor tamaño ocupan las zonas con mayor cantidad de recursos.
Estos lagartos tienen épocas en las que son más activos que otras, pues son organismos ectotermos y necesitan del calor para regular su metabolismo. Es por ello por lo que para resistir el invierno pasan por un proceso de brumación que dura desde noviembre hasta marzo. Por el contrario, entre marzo y agosto son muy enérgicos, ya que las temperaturas cálidas les ayudan a moverse fácilmente.
A pesar de que necesitan el calor por ser ectotermos, tienen que estar atentos de no sobrecalentarse, por lo cual se mueven entre las sombras y el calor para refrescarse. Es más, contrario a lo que se pensaría, evitan estar afuera cuando el sol está en su máximo, ya que podrían calentarse de más. Esto ocasiona que prefieran resguardarse dentro de sus cuevas, madrigueras o hendiduras, para volver a salir un poco más tarde.
Es probable que no lo parezca, pero los chacahualas son expertos en detectar y evadir depredadores. Una de las estrategias más llamativas que usan, consiste en esconderse entre las hendiduras de las rocas, para después inflar sus pulmones y “atascarse”. Gracias a esto, aunque el depredador intente sacarlos, le costara mucho moverlos, por lo que perderán el interés con facilidad.
Especies de chacahuala
Debido a que estos organismos habitan en diferentes regiones, y hasta islas, en la actualidad se reconocen 6 especies formales. De hecho, no existen grandes diferencias entre ellas, a excepción de su coloración y distribución:
- Chacahuala común (Sauromalus ater): localizado en California, Utah, Arizona, Nevada, Baja California y Sonora. Al ser la de mayor distribución, se encuentra catalogada como especie de menor importancia.
- Chacahuala peninsular (Sauromalus australis): restringida al sudeste de Baja California y al este de Baja California Sur.
- Chacahuala Catalina (Sauromalus klauberi): solo se encuentra en la Isla Santa Catalina, la especie se encuentra clasificada como vulnerable.
- Chacahuala de la Isla Ángel (Sauromalus hispidus): los ejemplares se encuentran en la Isla Ángel de la Guarda y en el Golfo de California. Los pobladores locales solían usarla como alimento en épocas de escases, en la actualidad se encuentra amenazada.
- Chacahuala Monserrat (Sauromalus slevini): nativa de las 3 islas pequeñas del Océano de Cortés (Isla del Carmen, Isla Coronados e Isla Monserrat). Se clasifica como especie casi amenazada.
- Chacahuala pinto (Sauromalus varius): distribuida en la Isla de San Esteban, En el Golfo de California. Clasificada como especie vulnerable.
Alimentación de la chacahuala
El chacahuala es herbívoro, por lo que su dieta se basa en hojas, flores y frutas de diversos tipos. A pesar de esto, en algunos casos llega a ingerir los insectos que se posan en las hojas. Debido a la gran cantidad de agua que tienen las plantas, su alimentación le permite hidratarse al mismo tiempo, por lo que de esta forma resiste la desecación.
Reproducción de la chacahuala
Por lo común, el proceso de reproducción inicia en la primavera, justo después de su brumación. Durante esta época, los machos son los más activos, ya que ellos buscan a sus parejas, y pelean contra otros machos por ellas. Es más, al final, las que terminan eligiendo son las hembras, pues se fijan en las características físicas de su prospecto, para saber si es adecuado.
Los chacahualas tienen un apareamiento polígamo, en el cual, el macho mantiene a varias hembras dentro de su territorio. Para reproducirse, estos animales llevan a cabo un proceso de cortejo, en el cual las hembras escogen a su pareja, prefiriendo aquellos de mayor tamaño. De esta forma, el macho tiene que conquistarla, exhibiendo su cuerpo y llamando su atención para que se una a su harem.
Si la hembra acepta el cortejo, pasa a formar parte del harem, donde tomará lugar la cópula de la especie. Este proceso inicia con el macho sosteniendo a la hembra, gracias a los pliegues de piel que tiene en su cuello, finalizando con la fertilización de la hembra. Cuando la nueva madre se encuentra lista, comienza a cavar un nido en el suelo para poder incubar a sus huevos.
Este reptil ovíparo, es capaz de poner entre 5 y 16 huevos por nido, incubándolos durante 35 días dentro de su guarida. En este punto, la mamá es muy agresiva, pues su única tarea será defender a sus crías hasta que nazcan. Aun así, en el momento que los pequeños salgan del cascaron, la madre no cuidará más de ellos y las crías se tendrán que valer por sí mismos desde ese instante.
Estado de conservación
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, agrupa de diferente forma a las 6 especies que existen, sin embargo, la mayoría se encuentra vulnerable o amenazada. Esto no es del todo malo, pues en realidad no existen censos que hayan determinado su población. Por ello, de manera preventiva, se propone esta clasificación para protegerlos de las amenazas que los acechen.
En resumen, estos reptiles enfrentan dos obstáculos, el cambio climático, que provoca épocas de sequía intensas, y el comercio de sus ejemplares. Por esta razón, los gobiernos locales tomaron cartas en el asunto, y han decidido protegerlos. A pesar de ello, esto no quita la incertidumbre alrededor de estos lagartos, pues aunque se logra alargar su tiempo de vida, es necesario conocer e investigar más sobre ellos.
Bibliografía
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