La selva o jungla es un bioma típico de las regiones tropicales y subtropicales. Entre sus grandes árboles y su característica humedad, encontramos la más rica biodiversidad de fauna y flora en nuestro planeta.
Son muchas las especies que encuentran su hábitat en la selva; por ello, se trata de un bioma indispensable para la preservación de la vida en la Tierra.
Desafortunadamente, las selvas han sido devastadas intensamente a lo largo de toda nuestra historia. A pesar de haber sido el bioma más antiguo y extenso de nuestro planeta, hoy solo cubre el 6% del territorio continental. Para comprender mejor la importancia de este hábitat, analizaremos los tipos de selva y las formas de vida que hay en su interior:
Tipos de selva
Como hemos mencionado, las selvas son biomas típicos de climas tropicales y temperados que presentan una elevada biodiversidad. Por ello, existen varias clasificaciones posibles para las distintas junglas que cubren nuestro planeta.
Si queremos hacer un análisis más detallado, podemos hablar de selvas ecuatorianas, tropicales subtropicales, montañosas, de bajo terreno, etc. Para hacer más sencilla la clasificación de selvas, se suele hablar de dos tipos genéricos de selvas: las tropicales y las templadas.
Las selvas tropicales
Las selvas tropicales son las más exuberantes y se ubican en regiones de climas tropicales y ecuatorianos. Su fauna y flora encuentran condiciones óptimas de desarrollo; se trata de hábitats cálidos y húmedos, con temperaturas que varían de 21ºC a 30ºC. Las lluvias son abundantes durante el verano y su variación anual suele estar entre 200 y 1 000 cm.
La selva tropical más reconocida por su extensión y biodiversidad es la Amazonia, localizada en América del Sur. La selva amazónica se extiende por diversos países sudamericanos, como Brasil, Ecuador, Colombia y Perú.
Junto a lo anterior, también podemos encontrar selvas tropicales en Centroamérica, África Central, sureste de Asia, sur de Norteamérica, Australia, África Occidental, Nueva Guinea y oeste de India; todas ellas conforman el bioma más extenso y variado del planeta Tierra.
Las selvas templadas
Las selvas templadas no son tan abundantes ni tan extensas como las tropicales. Se ubican mayormente en regiones de clima oceánico húmedo o subtropical húmedo, como Japón, Nueva Zelanda, Australia, Norteamérica, Noruega y Reino Unido.
En el hábitat de la selva templada, encontramos especies que se adaptan a temperaturas suaves y frescas, que varían de 10ºC a 21ºC. En este clima hay una humedad más equilibrada, con precipitaciones de 150 a 500 centímetros al año. Puede decirse que la mayor diversidad de las selvas templadas se concentra en las zonas montañosas y costeñas.
El hábitat en la selva: fauna y flora únicas
El hábitat de la selva comprende una fauna y flora privilegiadas, que comprenden miles de especies de los reinos animal, vegetal y mineral. Justamente son estas formas de vida tan diferentes y complementarias las que hacen de la selva el bioma con mayor biodiversidad del planeta.
La flora de las selvas
Una de las características de la selva son sus enormes árboles, que necesitan años de crecimiento para alcanzar semejantes alturas. No obstante, la flora de este bioma también comprende una gran variedad de flores, arbustos y plantas ‘enanas’. De hecho, se calcula que 10 km² de la vegetación selvática puede albergar a más de 2 000 especies distintas.
Entre las principales plantas, podemos destacar: bromelias, orquídeas, palmeras, ficus, ceibas, lianas, filodendros y muchos arbustos. Por otro lado, también se puede mencionar la importancia de la obtención de resinas y látex, a partir de la vegetación selvática.
La fauna selvática
Otra característica fascinante de los ecosistemas selváticos es su gran concentración de especies endémicas y exóticas. En la selva amazónica, por ejemplo, podemos encontrar más de 100 animales únicos en el mundo; desde pequeños insectos hasta enormes depredadores.
Más allá de las especies exóticas, el hecho es que la fauna que encuentra su hábitat en la selva es incomparable. Mientras muchas especies viven en los árboles, otras comparten el suelo e incluso hay algunos animales nómadas.
En la biodiversidad selvática, encontramos una notable variedad de insectos, como mariposas, hormigas, moscas, abejas, escarabajos, etc. Por otro lado, la variedad de anfibios, como ranas, sapos y salamandras, también es típica de la fauna en las selvas.
También destacan en este hábitat las diversas especies de reptiles, como serpientes, cocodrilos, caimanes y tortugas; entre los mamíferos, encontramos monos, jaguares, murciélagos, etc. Y no debemos olvidar las exóticas tarántulas y los venenosos escorpiones del hábitat selvático.