Australia tiene dentro de sus fronteras unas cuantas de las especies más sorprendentes y únicas de todo el planeta: la biodiversidad de este lugar es incomparable. Por eso, te invitamos a descubrir seis animales endémicos de Australia.
¿Por qué hay tantos animales endémicos de Australia?
Australia es un territorio singular en el que confluyen muchos factores que podrían explicar la fauna tan variada y única que vive en él: casi el 85% de los mamíferos o el 90% de los reptiles que se encuentran en este país son endémicos. Es decir, no viven en ningún otro lugar del planeta.
Para empezar, Australia ocupa un territorio muy grande que, como es una isla, ha estado dividido de los otros continentes durante muchísimos miles de años. De esta manera, los animales y las plantas que viven en ella se han reproducido y han evolucionado sin mezclarse con los de otros lugares. Pero tampoco han entrado animales nuevos ni han emigrado los existentes.
Por otro lado, Australia es un lugar con muy poca actividad geológica: no ha habido grandes catástrofes, como terremotos o erupciones volcánicas, que destruyesen o matasen a miles de animales en un corto período de tiempo. Al ser un lugar tranquilo, la vida en Australia ha podido proliferar y nos ha dejado unos cuantos animales de lo más curiosos:
1. Emú
El emú –imagen que encabeza este artículo– es el segundo ave más grande del planeta, solo por detrás de la avestruz. Los emús son animales endémicos de Australia y, aunque se conocían tres especies, hoy en día dos de ellas están extintas y solo sobrevive el emú común. Viven únicamente en el sur de la isla y en Tasmania.
Los emús son unas aves peculiares que no pueden volar. Son de color gris parduzco, en tonalidades que pueden variar y tienen la garganta de un característico color azul. Los huevos que ponen son de color verde oscuro, muy diferentes a los huevos del resto de aves.
2. Canguro
El canguro, de los animales endémicos de Australia, es el más conocido. De todas sus especies, la más grande es el canguro rojo: los machos miden más de un metro y medio y pesan sobre 85 kilogramos. Se caracterizan por tener dos grandes y poderosas patas traseras, y una larga y musculosa cola con la que mantienen el equilibrio.
Son marsupiales: es decir, son mamíferos que pasan muy poco tiempo como dentro del útero como fetos y que terminan de desarrollarse en una bolsa que tienen las hembras. Todos los canguros son herbívoros, aunque su dieta concreta depende de las zonas del país en las que viven y las plantas que tienen disponibles.
3. Koala
Otros marsupiales muy conocidos son los koalas. Estos animales endémicos de Australia son mucho más pequeños que los canguros: miden menos de un metro de largo y pesan entre 8 y 15 kilogramos. Se caracterizan por no tener cola y por su expresiva cabeza: grande, redonda y con las orejas peludas.
Se alimentan únicamente de hojas de eucalipto, que les aportan muy poca energía y nutrientes. Por eso, los koalas pueden dormir hasta 20 horas al día y llevan una vida muy poco activa. Son animales asociales que no viven en grupos y su hábitat se limita a la zona más al oeste de la isla.
4. Ornitorrinco
Cuando los exploradores europeos llegaron de vuelta de su primer viaje a Australia, y un biólogo les contó a sus compañeros qué era un ornitorrinco, estos pensaron que se trataba de una broma. No lo era, pero el ornitorrinco es, efectivamente, uno de los animales más extraños que conocemos.
Es un mamífero, pero sus crías nacen por huevos: solo hay cinco especies conocidas que lo hagan. Tiene un cuerpo peludo, pero pico y patas palmeadas, como un pato. Tiene una cola que recuerda a la de un castor y, además, lleva una vida de anfibio: vive tanto en el agua como en la tierra.
Por si este aspecto no era suficientemente original, el ornitorrinco es venenoso: en las patas traseras tiene espolones, aunque solo los machos generan veneno. Este es muy doloroso para los seres humanos, pero solo es letal para pequeños mamíferos.
5. Demonio de Tasmania
El demonio de Tasmania no fue una invención de los dibujos animados: es un animal real. Es la especie de marsupial más grande que existe: tienen el tamaño de un perro pequeño, ya que pesan entre seis y ocho kilogramos. Tienen las patas muy cortas y una cola larga que puede llegar a medir la mitad de todo el cuerpo.
Son de color negro con manchas blancas y son animales competitivos con los de su propia especie, pero no son territoriales. Pueden ser cazadores, pero en realidad son oportunistas: si encuentran carroña prefieren aprovecharla a cazar una nueva presa.
Hay muchos animales endémicos de Australia que, además, tienen características curiosas o únicas en el planeta. No solamente los mamíferos o las aves han evolucionado sin interferencias provocadas por migraciones: los insectos e incluso los peces de Australia son muy diferentes a los del resto del planeta.