Opacado por el panda gigante, el pequeño panda menor también es un mamífero típico del sudeste asiático. Se trata de un animal más que curioso, no solo por su color, sino también por su larga cola y su cara tan tierna. Conoce más sobre él en este artículo.
Características y hábitat del panda menor
Este mamífero de pequeño tamaño mide como máximo 60 centímetros, y pesa seis kilos si es macho y cuatro kilos si es hembra. Su pelaje es de color marrón rojizo, largo y más oscuro en la parte inferior. El rostro es más claro, similar al de un mapache y las orejas son redondas, rectas y medianas; sus ojos son oscuros y su nariz es negra.
El panda menor se caracteriza por contar con una cola larga ‘pintada’ con anillos rojos, la cual le permite equilibrarse en los árboles y al mismo tiempo cubrirse cuando duerme, ya que suele envolverse en ella. Además, sus patas son cortas y negras, con garras retráctiles y cubiertas de pelo para protegerse del frío.
Nativo del sudeste asiático, el panda menor está presente en los Himalayas, en Bután, en el sur del Tíbet, en India y en China. Esto quiere decir que prefiere climas con temperatura moderada, ecosistemas de montaña o de bosque, con muchos árboles huecos.
Existen dos subespecies de panda menor: el occidental y el oriental. El primero tiene una cara más clara y el segundo facciones más marcadas.
Hábitos, comportamiento y reproducción del panda menor
Este animal es más activo desde la madrugada hasta el amanecer; el resto del día descansa en las ramas o huecos de los árboles. Son muy sensibles al calor –debido a su grueso pelaje– y no aumentan sus actividades en las horas de mayor temperatura. Duermen más a mediodía y buscan lugares con sombra. No hacen mucho más que dormir y comer, ya que su dieta es baja en calorías.
El panda menor es muy habilidoso, acrobático y ágil, y puede pasar de rama en rama sin problemas. Tiene hábitos solitarios y solo forma grupos o parejas en la época de apareamiento; el resto del tiempo es bastante tranquilo y busca la comida cuando baja el sol.
Sus depredadores son la pantera de las nieves y el visón. Cuando se siente en peligro o amenazado por ellos (o por el hombre), corre lo más rápido posible y sube a lo más alto de un árbol. Si esto no es posible, otra técnica de defensa consiste en pararse sobre sus patas traseras, sacar sus afiladas garras y tratar de ‘hacerle frente’ al peligro. Esta conducta es muy extraña, ya que son animales bastante pacíficos y amigables.
Algo muy curioso de este mamífero es que antes de comenzar su ‘rutina’ diaria, realiza un lavado ritual de las patas delanteras y el vientre. Luego se frota la espalda con una rama o tronco. ¡Ahora sí está listo para salir a comer!
Su dieta está compuesta por bambú –al igual que su ‘primo’ el panda gigante– en mayor medida, aunque también come líquenes, raíces, hongos, frutas y bayas. Puede completar su alimentación con huevos, insectos y pequeños roedores.
En cuánto a la reproducción, el oso panda menor se aparea con más de una pareja en cada temporada, siempre entre mediados de enero hasta inicios de marzo. Las crías nacen entre junio y julio, y la hembra puede dar a luz –tras hacer una especie de nido con hojas y plantas– hasta cuatro cachorros ciegos por camada.