5 animales solitarios

Los animales que prefieren la individualidad no sufren por la soledad; y además, cabe señalar que buena parte de ellos son mortíferos depredadores
5 animales solitarios

Escrito por Yamila

Última actualización: 23 diciembre, 2017

Por diferentes motivos, ciertas especies prefieren la individualidad a la vida en grupo. Solo están acompañadas durante la época reproducción o en situaciones particulares. Sin embargo, esto no significa que estén tristes, melancólicos o deprimidos… Ni tampoco que sufran por la soledad. En este artículo te contaremos cuáles son algunos de los animales solitarios que existen.

¿Qué animales solitarios podemos encontrar?

Estos animales se reúnen con los demás, por ejemplo, cuando es la temporada de apareamiento y, por supuesto ,cuando la madre se encarga de sus crías. Luego son autosuficientes y capaces de vivir solos sin problemas.

A continuación, te ofrecemos una pequeña lista con ciertos animales que basan sus hábitos en ellos mismos. Es decir, que se proveen de alimento y refugio, así como también protección sin necesitar a otros de su misma especie:

1. Oso Panda

Es una de las especies de oso que opta por la vida en solitario y que se pasa muchas horas del día prestando atención sólo a su comida: el árbol de bambú. Los pandas son activos al amanecer y al atardecer aunque pueden llegar a ser algo lentos y pasar muchas horas durmiendo.

Solo se juntan con sus ‘compañeros’ cuando es la época de reproducción, y se eligen por afinidad y amistad. Tras los 5 meses de gestación la hembra da a luz a un cachorro ciego de color rosado, el cual comienza a andar solo a los 75 días y vivirá con su madre hasta los dos años.

2. Rinoceronte

Existen cinco especies de rinocerontes: el blanco, el negro (ambos de África), el de Java, el de la India y el de Sumatra. La mayoría de ellos están declarados en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada y a la destrucción de su hábitat natural.

Animales solitarios: rinocerontes

Se trata de uno de los animales solitarios más territoriales que existen, ya que los machos andan ‘por su cuenta’ salvo en la época de celo. Por su parte, las hembras se quedan acompañadas por las crías hasta que estas pueden valerse por sí mismas.

Solo en algunos casos los jóvenes rinocerontes de India forman parejas o grupos numerosos, y las hembras blancas sin descendencia se reúnen con otras de su misma condición. Pero, esas, son más que excepciones.

3. Leopardo

Es uno de los mamíferos carnívoros más grandes del mundo y que, como sucede con otros felinos, tiene la capacidad de rugir. Puede vivir en todo tipo de hábitats a excepción del desierto, ya que necesita lugares donde esconderse para cazar a sus presas. Merece la pena destacar que el leopardo está activo todo el día y la noche buscando alimento.

Son animales solitarios menos cuando comienza la época de reproducción, etapa en la cual se juntan en parejas durante algunos días. Luego el macho ‘desaparece’ y deja sola a la hembra para que se encargue de la cría. La gestación dura unos tres meses, y puede traer como resultado camadas de hasta seis cachorros que viven con la progenitora durante dos años.

4. Pez león

Habita en los fondos marinos y arrecifes de coral en los océanos Índico y Pacífico. Lleva el nombre de ‘león’ debido a las rayas de las aletas pectorales y a las largas antenas negras y blancas de su cuerpo, que le dan un aspecto de ‘melena’.

Animales solitarios: pez león

Es solitario y nada muy despacio durante el día, mientras se esconde entre las grietas de la rocas. Caza por las noches arrinconando a sus presas –cangrejos y camarones– con sus aletas. La picadura del pez león es venenosa y, en casos graves, puede causar parálisis respiratoria, fiebre e insuficiencia cardíaca.

5. Oso polar

El carnívoro más grande del planeta, y único superpredador del Ártico, vive en zonas heladas y polares del hemisferio norte. Sus patas se han desarrollado de forma tal que puede caminar sobre la nieve, y además nadar a muy rápida velocidad. Asimismo, cuenta con una capa de grasa adicional en todo su cuerpo que le permite protegerse de las bajas temperaturas.

Los osos polares son solitarios entre junio y marzo. Solo son acompañados por un ejemplar del sexo opuesto durante el período de apareamiento, entre abril y mayo.

Una característica interesante es que si bien la cópula se realiza en esos meses, los óvulos se desarrollan a partir de septiembre (este proceso se conoce como implantación diferida). La hembra da a luz hasta dos cachorros por camada y estos permanecen con su madre hasta los dos o tres años.


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