El oso panda: características, comportamiento y hábitat

Incluso en la Antigua China, este hermoso animal era considerado una verdadera rareza no solo por su aspecto sino también por su comportamiento. 
El oso panda: características, comportamiento y hábitat

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 febrero, 2022

El oso panda (Ailuropoda melanoleuca), también llamado “panda gigante”, es un mamífero muy singular. Por lo general, es conocido por su afición al bambú y por encontrarse en los primeros lugares de la lista de los animales en peligro de extinción desde hace más de veinte años. Y aunque recientemente salieron de ella, aún se encuentran en una posición vulnerable.

Si bien hoy en día hay alrededor de 2000 ejemplares viviendo en estado salvaje, muchos continúan en cautiverio, en santuarios. De ahí que este animal se haya convertido en el símbolo de la protección medioambiental y la imagen de organizaciones tan importantes como la WWF (World Wildlife Fund for Nature).

El oso panda y sus características

Su aspecto general, medidas y ciertos rasgos de comportamiento son parecidos a los de los otros osos. Sin embargo, algo que lo diferencia significativamente es el patrón de color que presenta su pelaje. Se trata de manchas blancas y negras muy bien definidas en áreas como las orejas, los ojos y las patas.

Los osos pandas pueden pasar hasta 14 horas alimentándose.

Evidentemente, se trata de un mamífero corpulento, con una musculatura muy bien desarrollada, sobre todo en sus extremidades delanteras; gracias a ello, consigue trepar y nadar. Puede llegar a pesar hasta 150 kilogramos y, de pie, puede medir hasta 1,9 metros de altura.

Cabe destacar que el oso panda tiene un rasgo muy particular: en sus patas delanteras tiene “un sexto dedo”, que utiliza como si fuese un pulgar tanto al escalar como al intentar alcanzar sus alimentos. En realidad, no se trata de un pulgar como tal sino de una modificación en el hueso de su muñeca.

Hábitat y alimentación

Su hábitat natural son los bosques de bambú y las cadenas montañosas de China Central y el Tíbet; sin embargo, dado que se han destruido la mayoría de dichos bosques, se ha tenido que recurrir a su cautiverio en santuarios y reservas de vida animal. 

A diferencia de otros osos, el panda  no hiberna. Sin embargo, sí desciende a zonas más cálidas en temporadas de invierno y primavera cuando se encuentra en estado salvaje. Una de las razones de este comportamiento es muy sencilla: el clima de su hábitat natural no lo obliga a hibernar.

A pesar de que su sistema digestivo es carnívoro, su alimento preferido es el bambú. Ahora bien, su dieta es omnívora; es decir, puede consumir alimentos de origen animal, tales como: pequeños roedores, pájaros, huevos e insectos. No obstante, estos los consume de forma ocasional.

El oso panda tiene preferencia por el bambú.

De hecho, existe una paradoja en su alimentación. Aunque su organismo está adaptado para comer carne, el panda decide comer materia vegetal como el bambú. Esta dieta es poco eficiente debido a que su sistema digestivo no procesa bien la celulosa. Por esta razón pasa hasta 14 horas alimentándose, ya que necesita consumir entre 12 y 38 kilos de comida al día para satisfacer sus necesidades nutricionales.

Comportamiento

Se trata de un animal solitario, puesto que es muy territorial. Delimita muy bien su espacio mediante la orina, principalmente. No suele buscar la compañía de otros pandas, salvo en momentos puntuales, así como tampoco tolera la invasión de su espacio por parte de otros pandas, a excepción de los cachorros.

En lo que respecta a su nivel de actividad, este es bajo, pues se limita básicamente a comer y dormir. En este sentido, se puede afirmar que se trata de un animal tranquilo. Y algo que sin duda resulta muy llamativo es su forma de apareamiento.

Para empezar, alcanzan la madurez entre los 5 y 8 años de edad y la cópula suele ser breve. Así mismo, hay que destacar que un oso panda puede dar a luz a 1 o 2 crías cada dos años. Estas crías no se independizan hasta pasados los 3 años de edad.

Finalmente, es necesario señalar que existe una subespecie conocida como Qingling, que tiene un pelaje en tonos marrones con un patrón igual al oso panda blanco y negro. Sin embargo, esta subespecie tiene un tamaño menor respecto al del panda gigante. Los investigadores sostienen la hipótesis de que la variación de color se debe a un factor ambiental. 

Amenazas de la especie

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el panda gigante se encuentra catalogado como una especie vulnerable. Esto se debe a la increíble velocidad con la que su población disminuyó un 50 % entre 1985 y 1988. Sin embargo, gracias a los esfuerzos del gobierno de China y a World Wildlife Fund, para 2014 se había recuperado una cuarta parte de los ejemplares.

El único problema es que los pandas aún se enfrentan a la gran fragmentación de su hábitat y al cambio climático, por lo que se teme que todo el esfuerzo sea insuficiente. A pesar de ello, gracias a las reservas y a las áreas de protección natural, estos hermosos animales han logrado sobrevivir a la extinción. Aún es pronto para festejar la victoria, pero al menos se puede ser optimista de que existe progreso en su recuperación.


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