Las polillas están presentes en la vida de las personas. Con frecuencia las observamos volando cerca de los armarios y guardarropas; incluso algunas aparecen por las noches, pues son noctámbulas.
En nuestro hogar, las polillas son las responsables de esos pequeños agujeritos que aparecen en algunas prendas. También suelen aparecer en los recipientes donde se guarda harina o cereales. A veces se instalan en oficinas y lugares donde hay mucho papel.
La razón de estas situaciones indeseadas está en las polillas, esas pequeñas mariposas que parecen tan inofensivas, pero que provocan daños y molestias.
Conociendo a las polillas
¿Qué datos nos aporta la zoología acerca de las polillas?
- Pertenecen al grupo de los insectos lepidópteros. Tienen las alas cubiertas de pequeñas escamas.
- Son invertebrados, por lo que no poseen esqueleto ni columna vertebral.
- El cuerpo de la polilla aparece dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. Además, poseen tres pares de patas y dos alas.
- Se diferencian de las mariposas en las antenas. Mientras que las antenas de las mariposas tienen apariencia rígida, las de las polillas se asemejan a plumas por sus filamentos.
- Para reproducirse pasan por 4 estadios: huevo, larva, crisálida y adulto. La reproducción es sexual y ovípara; algunas especies ponen hasta trescientos huevos.
- El ciclo biológico de las polillas es corto. De igual forma, causan gran daño en tejidos, papeles y productos almacenados.
- Generalmente son de hábitos nocturnos, evitan la luz y se desarrollan en lugares oscuros.
¿De qué se alimentan las polillas?
En cuanto a la alimentación de estos pequeños insectos, hay que diferenciar:
- Las polillas de la ropa en estado adulto no se alimentan. Son las larvas las que devoran ropa, papel, harina y otros materiales. Es decir, que cuando se las ve volando es que ya se han comido todo.
- Prefieren tejidos de origen animal. Los abrigos, mantas y alfombras de lana son su alimento predilecto, pero también devoran edredones, objetos de adorno confeccionados con materiales naturales. No les agrada demasiado lo sintético, aunque aceptan las mezclas y las tinturas.
- Entre las que habitualmente aparecen en la casa, se encuentran las que basan su dieta en harinas y cereales. Son las que apelmazan los productos y nos ofrecen un aspecto desagradable de la harina que teníamos almacenada.
- Existe una clase que se alimenta de madera; horadan muebles y maderas viejas. Los amantes de los muebles antiguos las conocen bien, y las detectan por los pequeños agujeritos.
- Hay algunas especies que se alimentan del néctar de las flores y de partes de frutos y plantas. Generalmente, habitan los jardines y contribuyen a la polinización; esta clase de polillas no molestan, por lo que no es necesario combatirlas.
- Los profesionales de la agricultura combaten las polillas de los cultivos, que consideran plagas. Sus larvas deterioran los cultivos e impiden su normal desarrollo.
- Recientemente, se ha detectado un tipo de polilla que causa reacciones alérgicas graves. Es de color negro y tiene muchos pelos en el cuerpo, que son los causantes de los problemas de salud. Es necesario tener cuidado al eliminarlas; si se las golpea con un zapato u otro objeto, libera las escamas que contienen histamina, origen de las alergias.
Prevenir y combatir las polillas dañinas
Como sucede en todos los ámbitos de la vida, prevenir es mejor que combatir. ¿Cómo prevenir la infección de la casa o local comercial para que no se infecte con polillas? Existen varios métodos, que pueden usarse solos o combinados.
- Productos naturales. Es útil colgar en los en los armarios bolsitas de flores de lavanda, cáscaras de limón, palos de cedro o clavo de olor. Son productos muy aromáticos, que repelen a las polillas; es importante evitar el contacto con las prendas, porque pueden mancharlas.
- Naftalina y alcanfor. Históricamente ha sido el elemento más usado para combatir a estos insectos. Nuestros antepasados eran expertos en colocar bolitas de naftalina y alcanfor en los bolsillos de los abrigos y en pliegues de la ropa doblada.
- Rociar con vinagre las paredes y techos de armarios es también un buen método de prevención. Es útil para ropa y para cocina.
- Aerosoles insecticidas. Se encuentran en el mercado muchos modelos y marcas. No manchan y son inofensivos para la salud. Son una opción muy cómoda, especialmente apta para grietas y fisuras.
Es necesario evitar que las polillas ocupen la casa o local, pues una vez que se han instalado, el trabajo para eliminarlas es más complejo.