Fueron los suizos quienes debutaron en el campo de la formación de perros de búsqueda y rastreo, algo natural puesto que la desaparición de personas en los Alpes es algo muy habitual. Aquí te damos algunos datos sobre estos animales.
Perros de búsqueda y rastreo en la historia
Aunque la búsqueda y rastreo siempre había sido asociada al perro, en concreto en la actividad cinegética, fue con la II Guerra Mundial cuando se demostró todo su potencial.
La utilización del pastor alemán, así como de otros perros para la búsqueda de supervivientes entre los escombros, abrió una puerta a la utilización de estos canes en catástrofes y desapariciones.
A partir de 1950, superada la parte más dura de la posguerra europea, surgieron varias escuelas especializadas en formar perros de búsqueda y rastreo, especialmente en Suiza y Alemania.
En España las primeras unidades se pusieron en marcha en los años 80, en base al método de la Cruz Roja de Hamburgo. Este plan consta de cuatro fases:
- Jaula con figurante.
- Cajón o contenedor.
- Figurante en zulos.
- Búsqueda encadenada.
Cómo rastrea y busca el perro
Existe la creencia de que el perro busca un rastro, que enseñamos una prenda de la persona desaparecida y el can sigue su olor hasta dar con ella. Sin embargo, esto no es posible cuando se desconoce la identidad de los desaparecidos o cuando simplemente no se cuenta con ningún objeto personal.
Lo que se enseña en las escuelas de rastreo es a distinguir los olores de las personas que están presentes y el perro puede ver, y de las que el can puede oler pero no ve. Es decir, aquellas que pueden están sepultadas bajo escombros o escondidas.
Cuando el perro detecta a la persona o el objeto que busca, como es el caso del entrenamiento de perros antidroga o anti explosivos, el animal ladra. Esto sucede porque durante las sesiones de preparación el perro asocia el hecho de encontrar a alguien o algo oculto con recibir un premio, es decir, refuerzo positivo.
Qué perro es el más adecuado para rastreo
La respuesta a la pregunta es sencilla, aquel que haya sido correctamente adiestrado. A veces pensamos que los perros de búsqueda y rastreo han de ser pastores alemanes o sabuesos, sin embargo hay centenares de ejemplos de otras razas que pueden desempeñar el mismo papel, como Albatros, el perro antiveneno.
Por lo tanto, si la raza no es determinante para este tipo de búsqueda y rastreo, debemos plantearnos qué cualidades son necesarias en un perro de estas características:
- El perro debe ser atento, con gran capacidad de respuesta a la motivación.
- El animal debe ser resolutivo, debe tener iniciativa para resolver problemas; esto se consigue con experiencia y paciencia.
- El can debe tener deseos de agradar al amo o al adiestrador. Es decir, que además de la búsqueda del refuerzo positivo tipo golosina, quiera complacer al hombre.
- El perro debe ser constante. A veces la localización de un objeto o persona puede resultar complicada y, por lo tanto, frustrante. El perro debe persistir sin bajar la intensidad de la búsqueda.
- El animal debe ser resistente y robusto. Un perro de búsqueda y rastreo, especialmente en los casos de rescate, debe ser muy resistente y con un físico portentoso y fuerte.