La citología vaginal en perras consiste en un método sencillo y eficaz que permite valorar las células del epitelio vaginal. Su importancia ha ido creciendo a lo largo del tiempo en la medicina veterinaria como una técnica de bajo costo y fácil realización, que permite obtener resultados rápidos y completos.
Para qué se utiliza la citología vaginal en perras
La citología vaginal o hisopado vaginal es el procedimiento más aplicado para verificar el estado del aparato reproductor de las perras. A pesar de ser antiguo, es el preferido gracias a su notable alcance, práctico, rápido y económico.
Como estudio preventivo, suele ser aplicado para descartar variaciones hormonales y garantizar la buena salud de las células epiteliales. También es eficaz para analizar el ciclo estral o celo de las hembras sexualmente activas.
A modo de diagnóstico, la citología vaginal en perras permite detectar inflamaciones, infecciones y neoplasias del tracto reproductivo. Su eficacia puede ser comparada a la de un análisis de progesterona en la sangre.
Cómo se realiza la citología vaginal
La citología vaginal en perras es de fácil realización y puede ser hecha por cualquier profesional veterinario especializado. Y esta es justamente una de sus más notables ventajas en comparación a técnicas más sofisticadas o complejas.
El estudio consiste en introducir un hisopo limpio –preferentemente esterilizado– en la vagina de la hembra. Hay que tener mucho cuidado para orientar correctamente el hisopo hacia la región dorsal o causal de la vagina, evitando tocar su zona central.
Muchos profesionales prefieren humedecer previamente el hisopo en una solución salina. Ello favorecería la adhesión celular y disminuiría la incomodidad del paciente.
Al alcanzar el punto adecuado y colocar suavemente el material, el profesional debe palpar la región y retirar el hisopo. Entonces, será necesario rodar el mismo hisopo sobre la lámina previamente preparada.
Posteriormente, las células epiteliales deberán ser analizadas bajo microscopio para averiguar el estado del aparato reproductivo de la perra.
Las células del epitelio vaginal
Cuando es bien realizada, la citología vaginal en perras debe permitir observar y valorar las siguientes células del epitelio vaginal:
- Células parabasales: su forma es redondeada, con tamaños uniformes, y destacan por poseer un núcleo grande. Son observadas en gran cantidad en perras que no han alcanzado la pubertad, pero también están presentes durante el diestro y el anestro.
El profesional debe ser capaz de diferenciarlas de las células neoplásicas, para evitar un falso diagnóstico.
- Células intermedias: son parabasales de mayor tamaño, casi el doble, en realidad. Se caracterizan por un aumento en el citoplasma, pero no en el núcleo; desaparece el ‘gran núcleo’ típico de las parabasales. Cuando la hembra alcanza el periodo estral o celo, el citoplasma de las células intermedias suele mostrar tonos pálidos de azul grisáceo.
- Células superficiales: son células grandes, con núcleo pequeño y citoplasma abundante, donde destacan las dobleces y las irregularidades. Cuando la hembra llega a edades más avanzadas, las células superficiales se caracterizan por la ausencia de núcleo.
- Células basales: son muy pequeñas y uniformes, con formato casi redondo y escasa cantidad de citoplasma. Son conocidas como precursoras de las células parabasales, que marcan el periodo del estro en las hembras. Raramente pueden ser observadas en una citología vaginal.
El ciclo reproductivo de las perras y sus etapas citológicas
Durante su vida, las perras experimentan varias etapas de su ciclo reproductiva: proestro, estro, diestro y anestro. Las láminas obtenidas a partir de la citología vaginal permiten averiguar estas diferentes fases y detectar anomalías.
- Proestro: se caracteriza por la maduración folicular y el aumento de los niveles de estradiol en la sangre. Ello genera una imagen citológica rica en células parabasales e intermedias, pero pobre en células superficiales; también pueden estar presentes algunos eritrocitos o neutrófilos. Normalmente, el fondo de esta imagen debe tener una tonalidad de azul muy tenue.
- Estro: si la hembra alcanzó el periodo estral, la imagen citológica debe estar compuesta del 90% al 100% por células superficiales. La presencia de neutrófilos en la lámina suele indicar inflamación del epitelio.
- Diestro: durante este periodo, se observa la disminución de las células superficiales. La imagen citológica ‘ideal’ está compuesta del 50%/60% por células superficiales, y otros 40%/50% por parabasales e intermedias; los neutrófilos y eritrocitos pueden reaparecer.
- Anestro: su imagen citológica se caracteriza por la abundancia de células parabasales e intermediarias. Con mucha frecuencia, son detectadas bacterias y algunos neutrófilos; y con la llegada de la ‘tercera edad’, la citología vaginal en perras revela células superficiales escasas y con ausencia de núcleo.