El temperamento de los perros varía de acuerdo con su personalidad, pues existen unos canes más propensos a ser agresivos que otros. ¿De qué forma calmar a un perro enfadado? Ante estos casos, hay varias técnicas aplicables para calmar a un perro enfadado.
Si bien hay que decir que, aunque la genética acompaña al mal humor de los perros, también el comportamiento de su amo influye en esta conducta. Los canes con tendencia agresiva, requieren de un dueño que demuestre mayor poder y respeto; es decir, una figura dominante que pueda manejar la situación.
De la manera en cómo sea tratado un perro por naturaleza agresivo, se reforzará o disminuirá este comportamiento. Si el animal es maltratado o su educación es muy rígida posiblemente se mantenga su conducta agresiva, mientras que si se trata con afecto y respeto es probable que su temperamento se suavice.
Consejos para calmar a un perro enfadado
- Mantener la calma. Lo primero para calmar a un perro enfadado es mantener la calma, pues si el animal percibe angustia, estrés o miedo en la persona, su conducta se acentuará.
Cuando el dueño es el que trata de calmar al perro, debe hablarle con calma y de forma pausada. Su postura corporal no debe perder el dominio de la situación y es importante hacerle saber al perro que, a pesar de su ánimo, el dueño es quien sigue mandando.
- No mostrar una postura de reto o amenaza. Cuando los perros están enfadados pueden saltar o ir y venir de un lado al otro de forma errática.
Tratar de perseguirlo o agarrarlo puede empeorar la situación, así que lo más beneficioso es quedarse en el mismo lugar. En el caso de que se requiera moverse los pasos deben ser lentos y suaves.
Además, no es recomendable colocarse frente al perro o mirarlo fijamente. Ambas posturas el animal las considerará como una amenaza y, cuando se trate de un perro ajeno, lo mejor es alejarse poco a poco. No se debe correr porque esto puede asustar al perro y hacer que ataque.
Claridad y refuerzos positivos
- Dar órdenes claras. Para calmar a un perro enfadado las órdenes que se le den han de ser claras y consistentes.
Cabe señalar que un error común de los dueños es que comienzan a dar varias órdenes a la vez: “Calma, silencio, echado, callado”. Todas estas órdenes al mismo tiempo aumentan la ansiedad del animal.
Se debe dar una orden clara y mantenerse firme con ella, como llamar al perro por su nombre, pues puede llamar su atención. Por ejemplo: “Bobby, calla”. Y repetir la orden hasta que el perro la cumpla.
- No reprender. Una vez que pase la situación de enfado no se debe reprender al animal; al contrario, hay que tratar de entender qué generó la situación. Así, en el tema del adiestramiento de nuestros perros tenemos que entender que el refuerzo positivo siempre es preferible.
Si la agresividad es producto de la presencia de otro perro, se puede tratar de un conflicto de poderes. Entonces, ambos perros están tratando de averiguar quién domina el territorio.
Es por ello que, en este caso, al reprender al perro, este no sabrá cómo debe comportarse ante otros animales y en situaciones similares.
Cómo controlar la agresividad en un perro
La agresividad tiene una alta carga genética en la personalidad de los perros, ya que existen razas que por naturaleza son bravuconas e impulsivas. Tal es el caso de los rottweiler, doberman y el pastor alemán. Sin embargo, existen algunas consideraciones que pueden seguirse para suavizar el carácter:
- Mantener una rutina. Para todos los perros las rutinas son importantes.
En el caso de los canes agresivos, la rutina les plantea límites y permisos, y a través de ella desarrollan el autocontrol.
- Demostrar quién manda. El perro con problemas de comportamiento necesita saber quién es el amo.
Este tipo de animales requiere directrices claras y consistentes, así que el lenguaje corporal debe ser coordinado con las indicaciones dadas.
En este sentido, establecer una relación basada en la confianza ayuda a suavizar el carácter en los perros. Y es que generar una empatía dueño-perro hace de éstos últimos animales más confiados y menos inseguros.
- Ejercicio a diario. Los perros con carácter fuerte suelen tener mucha energía, por lo que necesitan ejercitarse regularmente.
Así las cosas, podemos optar por largas caminatas o carreras en el parque, pero lo importante es que se cumpla con una actividad diaria, de manera regular.
- Controlar la alimentación. Tanto pasar hambre como sobrealimentarse puede generar malhumor en los perros, así que es recomendable cuidar la cantidad y el tipo de comida que consumen.
Llevar un registro de su comportamiento y señales ayuda a evaluar patrones de conducta y comportamiento.