La meningitis en perros se asemeja muchísimo a la enfermedad de mismo nombre que afecta los humanos. Aunque no sea contagiosa, su tasa de letalidad es preocupante y el diagnóstico temprano puede salvar la vida del animal.
El cerebro se encuentra protegido por tres capas o membranas de composición mayormente lipídica. Estas membranas se conocen como meninges. Cuando son afectadas por una inflamación aguda, caracterizan la enfermedad conocida como meningitis.
El proceso de la meningitis en perros suele ser doloroso y ocasionar complicaciones graves en el sistema nervioso del animal. Por eso es importante conocer los síntomas y saber cómo reconocer tempranamente esta enfermedad en tu mascota.
¿En qué consiste la meningitis en perros?
Como ya hemos mencionado, meningitis es el nombre de la inflamación de las membranas protectoras del cerebro. Este proceso inflamatorio suele ser consecuencia de una infección generalizada que puede ser causada por bacterias, virus y hongos.
La meningitis bacteriana es la forma más común en perros y seres humanos. Sucede cuando una infección bacteriana proveniente de cualquier parte del cuerpo afecta la medula espinal y/o el cerebro. La meningitis viral y fúngica se desarrollan y se manifiestan de forma similar en el organismo.
El avance de la meningitis en perros es más alarmante cuando lleva al desarrollo de inflamaciones secundarias. Es el caso de la meningoencefalitis y/o la meningomielitis.
La meningomielitis ocurre cuando la inflamación de las meninges se expande para la medula espinal. Ya la meningoencefalitis denomina la inflamación de las meninges y del cerebro.
La mayoría de los animales afectados por una meningitis simple terminan desarrollando una o ambas inflamaciones secundarias. El resultado son complicaciones neurológicas severas.
En casos más avanzados de meningitis en perros, ocurre la obstrucción del líquido cefalorraquídeo (LCR). Este fluido responsable por nutrir y proteger el cerebro y la medula espinal debe circular libremente entre ellos. Una vez obstruido, el LCR se acumula, pudiendo ocasionar convulsiones y parálisis.
¿Qué perros pueden ser afectados por la meningitis?
La meningitis puede afectar a perros de todas las edades, razas y tamaños. Sin embargo, no es una enfermedad tan frecuente, ya que el sistema de protección del cerebro y del sistema nervioso acostumbra a ser eficiente.
Sin embargo, los cachorros y perros séniores pueden ser acometidos más comúnmente. Sus organismos son más vulnerables, permitiendo que una infección alcance más fácilmente el cerebro y la medula.
Los perros inmunodeprimidos y/o desnutridos también tienen mayor tendencia a sufrir infecciones en general. Su sistema inmunológico no tiene condiciones de combatir y eliminar los agentes patógenos. Eso ocasiona síntomas más severos y cuadros de acelerado decaimiento general del organismo.
La comparación de casos diagnosticados en perros adultos y cachorros apunta que algunas razas son más vulnerables a la meningitis. Es el caso del Pug, del Beagle, del Boyero de Berna y del Maltés Terrier.
¿Cuáles son los síntomas de la meningitis en perros?
Cuando la meningitis aparece, generalmente es señal de que una infección ya es progresiva en el organismo del animal. Los primeros síntomas de meningitis en perros pueden ser más generales. Como ejemplos están la fiebre, pérdida de apetito, diarrea, vómitos, cansancio, depresión o letargia.
Los síntomas más específicos de las meningitis bacterianas, fúngicas y virales suelen ser similares y progresivos. Eso quiere decir que el perro presenta un decaimiento gradual de su potencia y estabilidad neurológica.
Señales frecuentes de meningitis
- Alteración de los movimientos.
- Dificultad de orientación espacial.
- Transformaciones en la conducta cotidiana.
- Dificultad para reconocer o atender comandos (incluyendo su propio nombre).
- Convulsiones.
¿Existe tratamiento para la meningitis en perros?
El tratamiento para la meningitis en perros depende del agente que origina la infección. Pueden ser utilizados antibióticos para las meningitis bacterianas. Los fármacos fungicidas son recomendables para las infecciones fúngicas.
El objetivo principal de todo tratamiento para meningitis es erradicar la inflamación. Y hacerlo antes de que se afecte el cerebro o la medula espinal. Se trata de evitar daños neurológicos irreversibles y secuelas en la salud del animal.
Generalmente se usan antiinflamatorios corticoides para potenciar el combate al proceso inflamatorio de las meninges. En casos más avanzados, suelen ser utilizados antiepilépticos para evitar las convulsiones.
Vale la pena recordar que el veterinario es el único profesional preparado para indicar un tratamiento adecuado y eficiente a cada animal.
¿Cómo prevenir la meningitis en perros?
No existe un método específico para prevenir la meningitis en perros. Mantener una alimentación balanceada y practicar regularmente ejercicios físicos son esenciales para un desarrollo saludable.
Respetar la carta de vacunación y desparasitar periódicamente también son actitudes indispensables para conservar el bien estar de tu mascota.