La sensibilidad de los animales a los aceites y productos químicos es mayor que en el caso de los seres humanos. Los aceites esenciales aportan muchos beneficios a nuestras mascotas: potencian su sistema inmunológico, ofrecen equilibrio a mente y cuerpo, ayudan en la sanación de heridas, o dan soluciones a la limpieza natural, entre otras cosas.
Ejemplos de aceites
Aceite de incienso: Es un producto suave que tiene muchos usos en relación con animales domésticos y aves pequeñas, ya sea en relación con heridas, infecciones, tumores en la piel, hongos y bacterias, etc.
Aceite de lavanda. Mezclado con otros elementos, como es el caso de la hierbabuena, con el aceite de lavanda se obtiene un buen resultado para repeler parásitos y calmar el sistema nervioso, así como para la curación de tumores.
Aceite de menta. Es utilizado, sobre todo, en el caso de que se quiera un rápido enfriamiento de diferentes zonas. Un ejemplo de ello es que el animal haya tenido una actividad con especial fatiga, como es el caso de una competición, una larga caminata, o un cansado día de juegos.
Beneficios y precauciones
Aunque en términos generales es beneficioso el uso de aceites en los perros, hay que tener algunas precauciones como prevención. Los animales responden de una forma más rápida a los efectos que las personas. Además, se trata de evitar una irritación, en el caso de que el aceite se aplique de forma tópica, y un posible envenenamiento si el tratamiento será ingerido.
Gatos
Hay que tener especial cuidado en el caso de la aplicación de aceites en gatos, porque las moléculas que aportan estos aceites no son eliminadas en poco tiempo, y pueden resultar nocivas para el hígado y el sistema nervioso del animal. La sensibilidad olfativa de un gato es grande y un aroma que a las personas nos parece fuerte y potente, en el gato puede resultar dañino.
Si observamos al gato en una postura extraña, o bien lo vemos huir u otro tipo de conductas anormales, podemos interpretar la señal de que el animal está sufriendo los efectos secundarios de la aplicación de un aceite aromático, que no le está haciendo nada bien.
Perros
El caso de los perros es un poco diferente, ellos son un poco menos sensibles a la aplicación de estos aromas, ya sea a través de pulverización atmosférica, de forma cutánea o por vía oral.
El peso del perro es uno de los factores más importantes a la hora de establecer la cantidad de aceite aromático aplicable.
Entre los beneficios para los canes de estos aceites está el tratamiento de infecciones, problemas con parásitos, problemas dermatológicos, reumáticos, digestivos y lociones para la higiene del perro.
Aves domésticas
Si tenemos un ave en casa, del tipo que sea, debemos saber que los aceites esenciales aportan muchos beneficios a las aves. Hay muchos estudios y análisis realizados sobre el efecto inhibitorio que el aceite ofrece en las aves. Uno de los ejemplos claros es la Salmonella.
Aceite de coco
Entre los aceites que más beneficios aportar a los animales en su aplicación, está el aceite de coco. La llamada “guiardia” es una de las afecciones principales de muchos animales. Con el uso de este aceite, es posible combatirla, y prevenir su aparición.
Para obtener los beneficios de este aceite hay que usar un aceite de coco orgánico prensado en frío. En caso contrario, no ofrecerá los ácidos y nutrientes precisos.
El aceite de coco ayuda a estabilizar el metabolismo del animal, favoreciendo la absorción de nutrientes, regulando desórdenes gastrointestinales y digestivos, ayudando en la eliminación del pelo muerto, e incluso eliminando el mal aliento.
Si la mascota padece alergias cutáneas, el aceite de coco puede ser de una gran ayuda, además de prevenir infecciones causadas por levaduras, desinfectar heridas, ayudar a la cicatrización, y mejorar en general la resistencia ante enfermedades.
El aceite de coco es muy eficaz como elemento nutricional, y en sus beneficios en la piel de todo tipo de animales, sobre todo el caso de caballos, aves, perros y gatos. Además, otra de las ventajas que tiene su aplicación es que la mayoría de estos animales, reacios a la mayoría de los aromas, son muy receptivos cuando se trata del olor a coco.