El gato siamés, una belleza de ojos azules

Desde los malos de la película, a la maravilla de ojos azules, esbeltos, fieles e inquietos, el gato siamés pertenece a una de las razas más extendidas a través del mundo. Si tienes como mascota de compañía uno de estos magníficos gatos o estás interesado en la raza, te invitamos a que continúes leyendo.

A pesar de que se desconoce el origen exacto de esta raza, existen registros muy antiguos (del año 1350) en la actual Tailandia. Sin embargo, el gato siamés que conocemos en la actualidad, difiere bastante de sus antecesores.

Por ejemplo, en estampillas antiguas se pueden observar imágenes de gatos siameses con pelaje atigrado y con las manos y patas más oscuras. Estas son características de los gatos salvajes, por lo que se puede suponer que su origen viene de la selva. Descubre más sobre esta raza aquí.

Características físicas del gato siamés

Los siameses modernos se caracterizan por ser gatos de talla media, llegando a medir unos 30 centímetros. Los gatos de esta raza son considerados fuertes y musculosos, pero también gozan de una figura esbelta, debido a que los criadores modernos buscaron mantener en la raza los rasgos asiáticos.

Algo muy peculiar en este gato es su forma de caminar, que algunos llegan a considerar refinada. Sin embargo, esto se debe a que sus patas traseras son un poco más largas que las delanteras, lo cual afecta la manera en que se mueven.

Algo característico de la raza son sus orejas puntiagudas y la nariz triangular. La cola debe terminar en punta, pues se considera un defecto que la cola termine de manera curvada. Si bien el estándar de la raza dice que son de pelo muy corto y fino, también se presentan ejemplares de pelo largo que son igual de hermosos.

El gen que produce el color característico del siamés, así como sus ojos azules, es recesivo y solo se hereda si lo poseen ambos padres. Por lo tanto, se verán afectaciones en la apariencia física del gato cuando se hacen cruces con otras razas.

Patrones de pelaje

El patrón de color más conocido de esta raza consiste en tener un cuerpo beige, con ciertas manchas marrón oscuro en la cara, en las patas y en las orejas, tipo colorpoint. Sin embargo, en la actualidad existen otras variaciones como las siguientes:

• Blue point: cuerpo blanco con manchas grises en las extremidades y en la cara.
• Lilac point: blanco con ciertos rastros de gris en todo su cuerpo, además de manchas grises claro en las extremidades y en la cara.
• Chocolate point: cuerpo color marfil con manchas café claro.

Personalidad del gato siamés

Parte del éxito que ha tenido esta raza y su expansión alrededor del mundo se debe a que son gatos fuertes y alegres, además de ser muy afectuosos y muy apegados a sus amos. Los siameses desarrollan fuertes vínculos con sus propietarios, pero en general son impacientes, por lo que no dudarán en reclamarles de manera dramática cuando quieren afecto o comida.

De hecho, el gato siamés es reconocido por ser bastante hablador. Por ello, es normal escucharlo maullar durante mucho tiempo o de manera exagerada. Además, ten por seguro que si algo no les parece comenzarán a externarlo de inmediato.

Son gatos excelentes para dueños que pueden dedicarles mucho tiempo y atención. Debido a que es una raza muy inteligente, tiene un lenguaje muy desarrollado que va desde su corporalidad hasta sus maullidos. Así que si piensas en adquirir un gato siamés, lo mejor es que no tengas problemas con el ruido, porque utilizará una gran variedad de sonidos para llamar tu atención.

Esta raza no es muy dominante y tiende a prestarle más atención a sus dueños que a cuidar el territorio. De hecho, tienden a apegarse más a un miembro específico del núcleo familiar, siguiéndolo a todas partes e incluso dejándose poner una correa.

Historia de la raza

Si bien es cierto que su origen es incierto, existen varias anécdotas históricas que ubican el inicio del linaje del gato siamés en Siam, llamado en la actualidad Tailandia. En dicho sitio, se cree que los monjes budistas cuidaban y procuraban el linaje por ser “sagrado y puro”. De hecho, durante mucho tiempo su tenencia fue restringida a la realeza.

El gato siamés no fue conocido de manera internacional, sino hasta a finales del siglo XIX, cuando se importaron los primeros ejemplares a Inglaterra. Conforme pasó el tiempo, la raza ganó popularidad y se estableció un pie de cría que daría lugar al primer estándar del linaje.

Salud y cuidados del gato siamés

Los siameses son gatos muy enérgicos, por lo que necesitarán un amo que esté dispuesto a participar en juegos que le permitan mantener su musculatura. Por este motivo, necesitará un proceso de educación constante, firme y claro, en especial en donde se le establezcan límites.

De lo contrario, tendrás al gato trepando por las cortinas o saltando por todas partes. Sin embargo, esta raza es muy nerviosa, por lo que entrenarlo con violencia o de forma brusca solo incrementará esta característica.

Cuidar su pelaje será muy fácil si es uno de los ejemplares de pelo corto, bastará con peinarlo 2 veces a la semana. Si es uno de los de pelo largo te exigirá más tiempo y dedicación, además que también pueden desarrollar alergias.

Esta raza de gato es en general muy sana, pero deberás prestar atención a las afecciones respiratorias que se manifiestan con estornudos, secreciones y desánimo.

También tienen susceptibilidad a sufrir enfermedades cardiacas y a engordar a medida que envejecen, su manto se oscurecerá y perderá un poco de energía. Sin embargo, un siamés bien cuidado puede vivir más de 15 años, eso sí, chequea sus ojos, orejas y dientes con frecuencia después de los 7 años. Estos pueden causar problemas evitables si se visita de manera regular al veterinario.

¿Se les puede sacar a pasear?

Por lo común, la mejor recomendación para cualquier gato es evitar que salgan fuera del hogar sin supervisión. Sin embargo, los gatos siameses son tan dóciles y atentos que se acoplan bien a usar arnés para sacarlos a pasear. Esto significa que si le gusta y tienes la oportunidad, puedes pasear con ellos por la calle como si se tratara de un perro.

Ten cuidado con el sitio en donde adquieras al gato siamés

Al igual que con otras razas, los gatos siameses tienden a presentar algunas patologías hereditarias que podrían reducir su longevidad de manera drástica. Si bien es cierto que no existen curas para dichas enfermedades, los criadores profesionales tienen diferentes estrategias que evitan la presencia de problemas congénitos.

Por esta razón, es muy importante que el lugar en donde adquieras a tu ejemplar cuente con los permisos y el reconocimiento de asociaciones como la World Cat Federation. Esto te asegurará que tu mascota es saludable, pues los criadores certificados están obligados a procurar la calidad genética de los ejemplares en venta.

Estimulación ambiental

Recuerda que todos los gatos precisan tener ciertos aditamentos en su hogar que le permitan satisfacer sus necesidades. A esto se le llama estimulación ambiental y consiste en colocar torres para rascar, cajas, camas y juguetes en una zona específica para la mascota.

Los felinos domésticos son bastante curiosos, por lo que necesitan tener un área que los inciten a jugar, a escalar y a hacer actividades. Esto no solo los ayuda a mantenerse activos, sino que también mejoran su estabilidad emocional y su capacidad cognitiva. Si bien el gato siamés es una raza dócil y amorosa, también necesita cuidados adecuados para que se desarrolle bien y en el mejor de los ambientes.