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¿Cómo identificar la raza de tu gato? (pura o mixta)

Identificar la raza de un gato a través de sus características físicas es tedioso, pero posible. Conoce aquí qué debes tener en cuenta para lograrlo.

¿Cómo averiguar la raza de tu gato?

Identificar la raza de tu gato, además de satisfacer tu curiosidad, es útil para tener en cuenta las posibles enfermedades asociadas a su genética que podría portar. Por eso, muchas personas se hacen esta pregunta, pero no saben por dónde empezar para averiguar la procedencia de su felino.

Lo cierto es que en algunos mestizos es complicado acertar con la raza. Lo mismo pasa con las variantes puras de la especie inusuales en ciertas regiones. Aquí te contamos en qué te tienes que fijar para resolver este acertijo, así que no te lo pierdas.

Cómo identificar la raza de un gato

El cruce entre razas siempre da lugar a una combinación de rasgos de los progenitores: la camada hereda ojos, color del manto, longitud del pelo, tamaño, etcétera. Por tanto, a través del estudio de estas características es posible estimar las variedades de las que proviene el felino. Vamos a ver estos rasgos uno por uno.

Aunque se suelen conocer mejor las razas de perros, existen muchas variedades de felinos domésticos. A día de hoy se contabilizan más de 70.

Tipo de pelo

La longitud y el tipo de pelo son factores muy relevantes a la hora de identificar la raza de un gato. Según su tipo, puedes discernir las siguientes variantes específicas:

  • Corto: el pelaje de poca longitud es típico del 90 % de los gatos, aproximadamente. El british shorthair y el american shorthair son 2 razas puras con este pelo.
  • Medio: estos felinos suelen tener 2 capas de pelo y un tamaño más grande de la media. El gato chantilly-tiffany y el angora turco son 2 ejemplos de félidos con este tipo de pelo.
  • Largo: el pelo largo es típico de razas de angora, persas, maine coon o bosque de Noruega.

Un ejemplo de las enfermedades bucales comunes en gatos.

Colores de manto

La variedad de colores de pelo de los gatos es muy extensa. Salvo aquellas razas puras que tengan coloración específica, lo más normal es encontrar ciertas combinaciones fijas o una mezcla de los 2 progenitores. Aquí tienes algunos ejemplos conocidos:

  • Manchado: 2 o más colores combinados según la genética de los progenitores.
  • Rayado: patrón a líneas paralelas de diferentes colores.
  • Atigrado: no es lo mismo que rayado, pues estos gatos exhiben un patrón determinado a 2 colores con una marca en forma de “M” en la frente, característica de ellos.
  • Carey: este patrón incluye una combinación rojiza y negra que se matiza con marrón, gris y crema.
  • Calicó: estos félidos muestran manchas de 3 colores (por lo que se observa casi siempre en hembras) que se distribuyen de manera única en cada ejemplar. Los más comunes son el anaranjado, el blanco y el negro.
  • Esmoquin o tuxedo: las patas, el pecho y el vientre, así como parte de la cara, son blancos en estos gatos. El resto de su pelaje es negro, de ahí el nombre que se les da.
  • Arlequín: muestran una base blanca sobre la que se ven parches de otro color. Cuando solo tienen las orejas y la cola de otra tonalidad, se llaman gatos Van.
  • Moca o mocha: esta coloración es de descubrimiento reciente. Se ha encontrado en la raza de gato burmés, en Tailandia. Es una coloración lisa y marronácea, pero clara.

Color de ojos

El color de los ojos de un gato suele ir ligado al del pelaje. La tonalidad más común del iris es marrón o avellana, si bien se pueden encontrar también dorados, verdes o azules. Aquí nos referimos al color del rasgo en la edad adulta, ya que la mayoría de gatitos nacen con los ojos azules y cambian al alcanzar la madurez.

Algunas razas presentan iris de un color específico, como los siameses, que los tienen azules.

La heterocromía es una condición genética ligada a ciertas razas en la que el félido presenta un ojo de cada color. Un gato con esta característica pertenecerá a razas puras como blanco ruso, ragdoll, van kedisi, persa, angora turco, gato del Himalaya, cornish rex, persa o bobtail japonés. También puede ocurrir que sea un ejemplar mestizo cuyos antepasados pertenezcan a una de estas variedades.

Forma de las orejas y de la cara

Estudiar la forma de la cara y de las orejas es otra forma útil de estimar el fenotipo propio de ciertas razas. En cuanto a las orejas, existen estos tipos:

  • Orejas rizadas o con pliegues: ya sea por la selección artificial (como en el curl americano) o como resultado de una mutación natural, como en el caso del scottish fold.
  • Orejas con punta y mechón de pelo: este aspecto de “lince” es propio de razas como el bosque noruego o el maine coon.

La cara también tiene una forma característica en ciertas razas. Si bien la cabeza del gato suele ser triangular, algunas variedades muestran una morfología algo distinta:

  • Cara aplanada o braquicefalia: es propia de las razas persas. Los gatos con esta conformación cefálica suelen necesitar cuidados especiales derivados de esta característica, ya que sufren problemas en la piel y respiratorios.
  • Cara estrecha (“manzana”): más ligada a razas como la siamesa, esta forma de la cara se estrecha a medida que se acerca a la nariz, por lo que se ve más afilada.

Cuerpo

El cuerpo de un gato puede parecer similar al de otro a simple vista o dar la impresión de la variación que se debe a diferencias individuales. No obstante, para identificar la raza de un gato es necesario también observar los distintos tipos de cuerpo:

  • Oriental: Cuerpo delgado, cabeza triangular. Típico de cornish rex o de siamés.
  • Extranjero: estos gatos tienen cuerpos largos y delgados, ojos almendrados u ovalados y complexión delgada. Se observa en abisinios, bobtail japonés, azul ruso o angoras turcos.
  • Semi-Cobby: complexión más gruesa y huesos grandes. American shorthair y scottish fold son algunos ejemplos de este tipo de cuerpo.
  • Cobby: descritas como cortas y compactas, estas razas tienen rasgos redondos y son musculosas. Algunos ejemplos son el birmano, el persa y el himalayo.
  • Sustancial: razas grandes a secas, es decir, no de formas redondeadas, sino de gran tamaño. Aquí se encuentran variantes felinas como el maine coon, el bengalí, el bosque noruego o el ragdoll.

Algunas razas exhiben también una cola más corta de lo normal sin que esto se deba a una lesión o a un defecto genético. Por ejemplo, el bobtail japonés. Se trata de una característica perpetuada a través de la selección artificial.

Cómo identificar la raza de un gato a través de su comportamiento

Aunque cada felino tiene su propia personalidad, se puede afirmar que la raza predispone al individuo a desplegar ciertos comportamientos y nivel de actividad. Aunque no se trate de una medida fiable, cómo se comporta tu gato puede orientar tu juicio hacia ciertas razas, como por ejemplo:

  • Siamés: los siameses son conocidos por ser extremadamente vocales y activos.
  • Ragdoll: estos gatos, por el contrario, son sociables y tranquilos.
  • Van turco: estos gatos son conocidos por no asustarse en absoluto cuando hay agua cerca. De hecho, a algunos les gusta nadar.

Una plaga de gatos en el exterior del hogar.

Como ves, son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de identificar la raza de tu gato. En cualquier caso, más allá de lo que ello implique para su salud, la raza de tu félido es irrelevante: sea cual sea, seguro que es una compañía maravillosa.

Bibliografía

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  • Yu, Y., Grahn, R. A., & Lyons, L. A. (2019). Mocha tyrosinase variant: a new flavour of cat coat coloration. Animal genetics50(2), 182-186.
  • Gundler, S., Tidholm, A., & Häggström, J. (2008). Prevalence of myocardial hypertrophy in a population of asymptomatic Swedish Maine coon cats. Acta Veterinaria Scandinavica50(1), 1-6.
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