El morkie es una raza híbrida resultado del cruce entre el yorkshire terrier y el bichón maltés. Es un perro de tamaño pequeño, aunque tiene una versión toy que es igual de encantadora. Sigue leyendo para descubrir las características de este hermoso can y no tengas temor de antojarte de adoptar uno.
Características del morkie
El morkie nació de la curiosidad de un criador que cruzó un yorkshire terrier con un bichón maltés en la década de los años 80. Pese a ser una raza que se conoce en todo el mundo, aún no está reconocida por ninguna entidad cinológica.
Estos hermosos canes fueron criados por primera vez en Estados Unidos, pero actualmente se reproducen en otros países. Los morkies son pequeños, tienen una altura que oscila entre los 15 y los 31 centímetros, pesan entre 2,5 y 5 kilogramos y tienen una expectativa de vida que varía entre los 10 y los 13 años.
A continuación, vamos a profundizar en otras características. ¡No te las pierdas!
Cuerpo y cabeza
El morkie tiene un cuerpo proporcionado y compacto, sus extremidades son cortas y musculosas, aunque ligeramente más largas que las del bichón maltés. Por su parte, la cabeza es mediana con un hocico largo y redondo, cuya trufa es negra. Los ojos son oscuros y redondos, y las orejas caen sobre los lados de su cabeza.
Pelaje y color
Una de las características más destacadas del morkie tiene que ver con su pelaje, ya que se considera hipoalergénico al no tener mudas de pelo. Por otro lado, su pelaje es largo y denso, así como suave al tener una subcapa lanosa que les permite aislarse de las bajas temperaturas.
En cuanto a los colores, encontramos que esta raza se presenta en una variedad de plata, blanco, beige, canela marrón y negro. A su vez, hay ejemplares que combinan todos estos colores.
El morkie tacita de té o toy
Como lo mencionamos antes, hay una versión toy o tacita de té del morkie. Obviamente, son de menor tamaño y alcanzan un peso máximo de 3,5 kilogramos. No obstante, estos individuos tienen las mismas características que los de tamaño mediano en cuanto a la forma de su cabeza y cuerpo, así como en su tipo de pelaje y colores.
Carácter del morkie
Pese a tener un aspecto tierno, el carácter del morkie es fuerte y determinado, pero muy dependiente. Por ello, requiere de la atención constante por parte del tutor, aunque no hay que caer en la sobreprotección.
De hecho, ese talante dependiente puede llevarlo a presentar problemas de convivencia con otros cánidos, si no se socializan de una manera adecuada desde los primeros meses de vida. Incluso, un mal proceso puede llevar al peludo a presentar problemas con otros humanos o con su mismo tutor.
Hay que resaltar que esta raza híbrida también es desconfiada, así que siempre se mostrará renuente ante personas y animales extraños. No obstante, una vez gana confianza, muestra su mejor lado.
Adiestramiento
Los morkies son fáciles de adiestrar, siempre y cuando se inicie en una etapa temprana y se mezcle con un buen proceso de socialización. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos perros tienen un carácter fuerte, por lo que será necesario repetir las instrucciones varias veces y hacer uso del refuerzo positivo constantemente.
Bajo ninguna circunstancia se debe castigar al can si no obedece o aprende los trucos. Tampoco se trata de sobrecargar a la mascota con largas sesiones de entrenamiento, pues también hay que dejar espacios para el juego y los mimos.
Cuidados y condiciones de salud del morkie
El morkie requiere de los cuidados básicos que necesita todo perro. Además, hay que prestar atención a su carácter dependiente. Lo mejor será que el tutor se instruya para evitar la aparición de problemas de comportamiento como la ansiedad por separación o marcación indebida, entre otros.
Además, el pelaje requiere ser cepillado todos los días para mantenerse sin enredos, limpio y suave. Hay que bañarlo cada 30 o 45 días para evitar malos olores y controlar los alimentos para evitar sobrepeso.
En cuanto a su salud, el morkie destaca porque es mucho más saludable que las razas que le dan vida. No obstante, son susceptibles a presentar problemas en sus oídos, boca y ojos como las cataratas, la otitis y el glaucoma.
En algunos casos también pueden presentarse afecciones como el colapso traqueal, la insuficiencia cardíaca valvular crónica y las luxaciones de rótula. Todo ello, podría controlarse o tratarse de forma preventiva a través de chequeos constantes con el veterinario, una dieta de calidad y cuidados en casa.
¿Conocías toda esta información sobre el morkie?
Como puedes darte cuenta, el morkie es un perro muy particular, físicamente muy llamativo y con un carácter que hay que considerar antes de tomar la decisión de adoptar.
Si eres una persona que sale mucho por temas de trabajo o estudio, puedes no ser el tutor ideal, a no ser que busques la asesoría profesional para enseñarle a tu cachorro a mantenerse tranquilo mientras estás fuera de casa.
Bibliografía
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- Cañón, J., Cortés, O. Selección y cruzamiento en la mejora genética de las razas caninas. Núm. 130 - 2014 Canis et Felis.