¿Puedo tener un guacamayo como mascota?

Puedes tener un guacamayo como mascota siempre que cumplas con los requisitos legales. Aquí tienes toda la información necesaria para ello y para lograr satisfacer sus cuidados.

Un guacamayo sobre un fondo difuminado.

Tener un guacamayo como mascota es posible, siempre y cuando se tengan todos los papeles en regla. No obstante, acoger a una de estas aves exóticas en casa implica muchos factores a considerar más allá de obtenerla de una fuente legal, pues son animales complejos tanto a nivel psicológico como de cuidados.

Si te estás informando para decidir si quieres compartir tu vida con uno de estos maravillosos pájaros haces bien, pues hay que asegurar todos los aspectos de su cuidado antes de adquirirlo. Aquí encontrarás datos y consejos útiles para ello, así que toma buena nota.

¿Es legal tener un guacamayo como mascota?

Antes que nada, lo primero que tienes que saber es si estás incurriendo en un delito al adquirir un guacamayo. Casi la totalidad de especies de psitácidas, incluidas varias del género Ara (al que pertenecen los guacamayos), solo se pueden adquirir a través de criadores certificados.

La compraventa de estas aves está regulada por el convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), el cual divide a los seres vivos en 3 apéndices según la importancia de su conservación. En concreto, si la especie de guacamayo que quieres adquirir está en el apéndice I, estará prohibida su tenencia y comercio salvo en raras excepciones.

Un guacamayo sobre un fondo blanco.

¿Qué trámites legales hay que llevar a cabo?

Para saber si la especie que quieres está incluida en alguno de estos apéndices, puedes consultar toda la información oficial aquí. Te adelantamos algunos de los requisitos en un lenguaje sencillo en la siguiente lista:

  • El guacamayo debe estar identificado: es decir, tiene que llevar una anilla identificativa sin soldadura o un microchip (preferiblemente esto último). Esto debe acompañarse de los papeles en regla de cada ejemplar, que debe proporcionarte el criador.
  • Si el animal es importado: en caso de que transporten al animal desde un país diferente al tuyo, se requiere un permiso adicional de importación. Deberías pedirlo con un mes de antelación a la compra más o menos para que todo esté en regla a la hora de que el animal pase por la aduana.
  • Permisos de aves capturadas en su medio: para sacar guacamayos de su hábitat con fines comerciales, el proveedor debe tener los permisos de captura y exportación en regla. Toda esa documentación tiene que estar a tu disposición.

La información identificativa de la documentación y de la anilla o chip deben coincidir. De cualquier otra forma, ese guacamayo será siempre ilegal. La tenencia de especies catalogadas como CITES I sin un certificado en regla puede ser penada con multas o incluso con prisión.

¿Qué necesita un guacamayo en mi casa?

Una vez te cerciores de que en tu país es legal tener un guacamayo como mascota, lo siguiente (pero no menos importante) es evaluar si puedes hacerte cargo de él a todos los niveles. Aquí tienes los requerimientos de estas especies en cautividad.

Inversión económica

Las psitácidas suponen un desembolso de dinero casi constante. Desde la dieta, que incluye pienso y verdura fresca diaria, hasta los veterinarios de exóticos, los gastos que origina un guacamayo son siempre altos.

Recuerda que tienes que imitar una dieta lo más parecida a la de su lugar de origen: las selvas tropicales de Sudamérica. Además, es fundamental no saltarse las revisiones periódicas al veterinario, pues las aves tienden a esconder los síntomas de enfermedad hasta que ya están graves. Los tratamientos veterinarios son, por lo general, largos y caros. 

Inversión de tiempo

Cuando se habla de invertir tiempo en un guacamayo no se trata solamente de pasar tiempo con él todos los días. Hay que recordar que es un animal muy longevo y su esperanza vital puede llegar a los 70 años. ¿Tu vida es lo suficientemente estable para garantizar que lo vas a poder tener a tu lado todo ese tiempo? Es más, si tú abandonaras este mundo antes que tu ave, ¿alguien podría cuidar de ella?

En cuanto al día a día, las psitácidas requieren una gran porción de tiempo de sus cuidadores. Son aves tan inteligentes como un niño de 7 años y forman parejas estables, por lo que son propensas a la dependencia emocional. En consecuencia, no son animales que se puedan quedar solos durante todo el día.

Inversión de espacio

Al ser pájaros de gran tamaño, los guacamayos necesitan una jaula dormitorio lo bastante grande para pasar tiempo dentro sin estresarse. Además de ello, tendrás que adaptar tu casa para eliminar todos los peligros para su seguridad, pues no pueden estar todo el día encerrados. Por tanto, tu hogar deberá ser de un tamaño adecuado para que tu ave se desenvuelva con comodidad.

Inversión emocional

No se suele hablar mucho de este aspecto, pero es tan importante como los demás. Se trata de una ave compleja, tanto en cuidados básicos como en su educación y gestión emocional. Aunque su compañía es maravillosa y son una fuente inagotable de buenos momentos, los pájaros de este tipo también son el mejor entrenamiento para la paciencia.

Para que te hagas una idea, son aves capaces de causar grandes daños con su pico. Hasta que aprendan que no deben expresar su enfado mediante picotazos, tendrás que aguantarlos sin aparentar que te duelen. Además, deberás enseñarles que tu pareja no es su enemigo, que solo deben romper aquellas cosas destinadas para ello y un largo etcétera.

Por supuesto, acostúmbrate al gran volumen de sus gritos, pues es la manera que tienen las psitácidas de comunicarse.

¿Es ético tener un guacamayo como mascota?

Desde luego, desde aquí nunca se va a defender sacar a un animal de su medio y forzarlo a vivir en una casa con un humano. Sin embargo, cuando se crían ejemplares para ello, la línea que separa lo ético de lo inmoral se desdibuja tanto como lo permita cada individuo.

El picaje en aves es común.

Más allá de la legalidad de sus documentos, plantéate hasta qué punto está bien para ti tener en casa un animal que no ha pasado por un proceso de domesticación y cuyo organismo está diseñado para una vida totalmente diferente a la doméstica. Esto no quiere decir que un guacamayo no pueda ser la mascota más feliz bajo tu cuidado, pero piensa que, en última instancia, la decisión de traerlo a tu casa no es bidireccional.

Bibliografía

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  • Herrera, M., & Hennessey, B. (2007). Quantifying the illegal parrot trade in Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, with emphasis on threatened species. Bird Conservation International17(4), 295-300.
  • Brightsmith, D. J. (2001). The Tambopata Macaw Project: Developing techniques to increase reproductive success of large macaws. AFA Watchbird, 28(3), 24-32.
  • Brooks, D. M., & Begazo, A. J. (2001). Macaw abundance in relation to human population density in the western Amazon basin. In Avian Ecology and Conservation in an Urbanizing World (pp. 427-437). Springer, Boston, MA.
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