Las enfermedades más comunes del shar pei

El aspecto y el carácter de esta raza no son del gusto de todo el mundo. Además, cuidar de uno de estos canes requiere una serie de especificaciones para prevenir las enfermedades más comunes del shar pei, que no son pocas. De todas formas, todo el esfuerzo y la dedicación merecen la pena para disfrutar de este maravilloso animal. 

Si estás pensando en acoger un can de esta raza en tu hogar, debes saber primero qué dolencias van asociadas a su morfología y su genética. Aquí podrás conocer aquellas que más se ven en consulta, así que no te lo pierdas.

Las enfermedades más comunes del shar pei

Cualquier perro es susceptible de sufrir enfermedades y un shar pei puede vivir sano por muchos años. Varias de las dolencias que aquejan a esta raza se previenen con los correctos cuidados.

1. Problemas de piel

Estas son, con bastante probabilidad, las enfermedades más comunes del shar pei, pues la piel es el punto débil de esta raza. Si bien su epidermis es dura y difícil de atravesar, los numerosos pliegues son un problema a la hora de mantener este órgano en buen estado. Las afecciones más frecuentes son las siguientes:

• Irritaciones: los shar pei tienen la piel sensible y reacciona mal a la humedad, los champús inadecuados y demás factores. Recuerda secar a fondo cada pliegue después del baño o de un paseo con lluvia.
• Hongo: la humedad es, de nuevo, la causante de la aparición de micosis. Suele ocurrir también en los pliegues de la piel y tiene un característico olor ácido acompañado de alopecia y dermatitis.
• Foliculitis: es fácil de detectar, pues en esta patología el pelo no consigue atravesar la piel, quedándose enquistado debajo y produciendo pequeñas pústulas por infección bacteriana.

2. Entropión

En esta patología, también una de las enfermedades más comunes del shar pei, el párpado se pliega hacia dentro y las pestañas rozan el globo ocular. Esto provoca una gran irritación, fácilmente visible por el enrojecimiento de la esclerótica, el lagrimeo y las legañas costrosas.

Se trata de una urgencia veterinaria, pues si se deja avanzar es capaz de producir severas lesiones en el ojo, como úlceras o incluso la pérdida de visión. El tratamiento dependerá de la gravedad del entropión, pero siempre pasa por el quirófano.

3. Prolapso de la glándula nictitante (cherry eye)

Dentro de las patologías oculares que puede sufrir el shar pei también está el conocido cherry eye o, en español, ojos de cereza. En esta dolencia, el tercer párpado no es lo suficientemente fuerte como para contener la glándula que humedece el ojo, de forma que se prolapsa hacia el exterior.

El tratamiento más habitual es volver a recolocar la glándula nictitante en su lugar y asegurarla con un punto de sutura. En casos más graves es posible que haya que extirparla, en cuyo escenario el perro se quedará con un tratamiento contra la sequedad del ojo de por vida.

4. Hipotiroidismo

Otra de las enfermedades más comunes del shar pei es el hipotiroidismo, que se caracteriza por una actividad insuficiente de la glándula tiroidea. Esta estructura es la encargada de segregar la hormona tiroxina, implicada en el proceso metabólico.

Dada esta implicación de la tiroides en la producción de energía, podrás ver a tu shar pei decaído, aumentar de peso y presentar lesiones en la piel, tales como la caspa, el engrosamiento o la alopecia. El tratamiento suele consistir en suplementar al perro con tiroxina.

5. Displasia de cadera

La displasia de cadera aparece cuando la cabeza del fémur se desplaza del acetábulo, la cavidad de la cadera en la que encaja de manera natural. Es una enfermedad crónica y degenerativa que suele aparecer al envejecer el can.

El tratamiento es paliativo y de por vida, pues está orientado a reducir el dolor y proporcionar calidad de vida. Los analgésicos naturales, la fisioterapia y el suplemento para la artrosis son las estrategias más populares de los últimos años.

6. Fiebre del shar pei

Entre las enfermedades más comunes del shar pei no podía faltar esta. Se trata de una patología hereditaria y exclusiva de esta raza que llega a ser grave si no se detecta a tiempo. Los síntomas son los siguientes:

• Fiebre.
• Artritis (inflamación de las articulaciones que produce dolor).
• Inflamación del hocico.
• Vómitos.
• Diarrea.
• Dolor abdominal.
• Amiloidosis: aparece en la fase terminal de la enfermedad. Consiste en la acumulación de amiloides en los glomérulos del riñón, condición capaz de provocar insuficiencia renal.

Esta dolencia no tiene cura, pero el tratamiento está destinado a paliar el dolor articular y evitar el fallo renal. Siguiendo las pautas del veterinario de forma estricta se puede garantizar que la fiebre del shar pei no avance.

7. Megaesófago congénito

Es común que esta patología aparezca en la edad del destete, si bien también es posible desarrollarla en la edad adulta. Se trata de la dilatación anormal del esófago, dando lugar a una bolsa en la que la comida puede acumularse sin llegar al estómago.

Es importante acudir al veterinario, pues el megaesófago predispone al animal a las infecciones, los problemas gastrointestinales y la asfixia por aspiración.

Esta acumulación de alimento puede obstaculizar el paso de la comida, causando que el perro regurgite a menudo, tenga ruidos respiratorios, babee en exceso y muestre dificultad para tragar. Es posible que el shar pei tenga que pasar por quirófano para extirpar la parte dilatada del esófago (miotomía), pero requiere un tratamiento farmacológico primero.

Como ves, son varias las dolencias que afectan al shar pei, e incluso una de ellas es exclusiva de su raza. Por eso, antes de adoptar a uno de estos leales y especiales canes, asegúrate de que cuentas con un veterinario de confianza al que acudir, así como los medios económicos y de tiempo necesarios para garantizar su buena salud física y mental.

También te aseguramos que valdrá la pena el esfuerzo, pues estos animales son unas de las mejores compañías que tendrás en tu vida. No dudes que todo el tiempo invertido será recuperado en forma de amor, caricias y apoyo incondicional.