La importancia del tercer párpado

Una de las características que diferencia a muchos animales del ser humano es la existencia de un tercer párpado, el cual sirve como una protección adicional para los ojos.
La importancia del tercer párpado
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 02 agosto, 2022

¿Sabías que hay animales que tienen un tercer párpado para proteger su preciada vista?. En el caso de muchas especies, este párpado, también conocido como membrana nictitante, sirve como protección para evitar que las partículas de tierra u otras pueda dañar los ojos.

Además, en el caso de algunos animales, como por ejemplo las aves, es de color blanquecino o transparente, por lo que pueden ver a través de él. Normalmente, el tercer párpado no es visible en un animal sano, por lo que detectarlo a simple vista puede ser un signo de enfermedad o malestar. Aunque también puede activarse ante el peligro. Conoce más sobre esta curiosa estructura en el siguiente espacio.

¿Qué es exactamente un tercer párpado?

La membrana nictitante o tercer párpado es una característica fisiológica exclusiva de ciertos animales. Se trata de una telilla accesoria, localizada entre la córnea y el párpado inferior, que tiene dos funciones principales:

  • Se cierra en caso de necesitar proteger el globo ocular.
  • Humecta el ojo por debajo de los párpados principales sin necesidad de perder visibilidad.

Se caracteriza por presentar un color semitransparente y en animales sanos con los ojos abiertos no suele ser perceptible. Por lo común, solo se despliega cuando alguna partícula entra al ojo e interrumpe la visibilidad del organismo. No obstante, también llega a aparecer durante las inmersiones acuáticas de algunas especies o en el vuelo de las aves.

Membrana nictitante observada en un águila.
En esta imagen se puede apreciar la membrana nictitante en un ave.

Diferencias entre especies

No en todos los animales aparece de la misma manera. Algunos reptiles o aves poseen membranas nictitantes completas. Sin embargo, la mayoría de mamíferos conserva solo una pequeña sección vestigial de la membrana en uno de los vértices del ojo.

Algunos mamíferos como el camello o el oso polar poseen membranas nictitantes completas. Al primero, esta estructura le permite guiarse bajo fuertes tormentas de arena y al oso polar le permite proteger sus ojos de las radiaciones.

Muchas especies de aves se desplazan a gran velocidad, por lo que el aire en movimiento seca rápidamente su superficie ocular. Estas aves disponen de un tercer párpado que mantiene humectada la superficie del ojo, además de protegerlo de posibles partículas que podrían impactar a gran velocidad.

En anfibios y reptiles también solemos encontrar una membrana nictitante funcional. A veces cubre la superficie ocular cuando el animal sale fuera del agua, y su función es mantener la humedad del ojo.

Aspectos anatómicos del tercer párpado

Este tercer párpado no forma parte de la piel como los dos habituales, sino que se sitúa más profundamente, en contacto con el ojo. Cuando se desplaza, lo hace entre la superficie del ojo y los otros dos párpados, y se mueve de forma horizontal u oblicua desde la parte interna hacia la parte externa.

Se considera un repliegue mucoso, no de piel. Es decir, formaría parte de la conjuntiva y suele ser más o menos transparente o traslúcido.

Solo algunos mamíferos poseen una membrana nictitante auténticamente funcional, de movimiento voluntario. Este es el caso de los manatíes, los osos polares, las focas, los lémures y los camellos. Aunque su función es más aprovechada por otras especies animales de aves, reptiles y anfibios.

¿Y para qué sirve?

En caso de que se produzca una lesión o algún golpe en esa zona, el ojo se oculta detrás de la órbita y aparece el tercer párpado. Cuando se acaba el peligro vuelve a su sitio rápidamente, por lo que a veces resulta difícil verlo.

En otros animales acuáticos como los tiburones y los cocodrilos, la membrana nictitante es utilizada como si fueran lentes protectores. De esta manera, enfocan con claridad a sus presas debajo del agua y también evitan lesiones al atacarlas.

La membrana nictitante también es capaz de proteger al ojo de la radiación ultravioleta. Esta habilidad es esencial para algunas especies animales como los osos polares, pues de lo contrario serían incapaces de contrarrestar la ceguera de la nieve. Este problema aparece por la exposición excesiva a rayos ultravioleta, los cuales se amplifican al reflejarse en la nieve y el hielo del ártico.

Otro de sus beneficios es el de limpiar el ojo de basuras y restos que pudieran dañarlo.

Membrana nictitante en gatos

¿Los humanos tenemos membrana nictitante?

Los primates, por lo general, no cuentan con estas membranas nictitantes. Solo los lémures y los loris las poseen completamente desarrolladas. Los humanos solo poseemos lo que se conoce como “pliegue semilunar”, en la conjuntiva, un vestigio de lo que parecía ser el posible tercer párpado ancestral. Un tercer párpado reducido a la mínima expresión.

¿El tercer párpado puede dar problemas en las mascotas?

Si la membrana nictitante no vuelve a su sitio tras llevar a cabo su función, podríamos encontrarnos con un problema conocido como prolapso. Y para solucionar esto a veces es necesario un procedimiento quirúrgico.

Algunas mascotas también presentan un prolapso de la membrana nictitante por causa de infecciones o traumatismos. Sin embargo, otras condiciones como el cáncer, la genética del organismo o la deshidratación pueden ocasionar el mismo efecto.

En el caso de los perros y los gatos a este problema se le conoce como ojo de cereza, pues se observa como una masa roja que obstruye el ojo. A pesar de que parece indoloro, estos animales sufren mucho dolor. Por esta razón, amerita la visita urgente al veterinario.

Aunque veamos que nuestra mascota no sufre ninguna dolencia por este prolapso, es importante tratarlo, porque puede derivar en otros problemas mayores como conjuntivitis u ojo seco. De hecho es una de las afecciones más frecuentes en oftalmología veterinaria.

Una adaptación más al mundo salvaje

Como hemos podido ver, la membrana nictitante es una estructura de vital importancia para muchos seres vivos. A veces el mundo salvaje es tan vertiginoso e inclemente que los animales no pueden permitirse tan siquiera cerrar los ojos en situaciones críticas. Por ello, han buscado una alternativa como el tercer parpado para hacerle frente a su ambiente.

La naturaleza propicia el desarrollo de muchas características únicas e impresionantes en el reino animal. Pero solo las más útiles y adecuadas se mantienen vigentes en la mayoría de las especies. Gracias a que la membrana nictitante protege un sentido esencial para la vida como lo es la vista, varios organismos aún la utilizan e incluso es fundamental para su desarrollo.


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