A veces es inevitable preguntarse cosas sencillas sobre el comportamiento del can que vive contigo en el hogar. En otras ocasiones, la duda surge al plantearse si un comportamiento concreto puede ser signo de alguna enfermedad o lesión en el animal. Uno de estos casos se presenta cuando un perro se estira mucho, ya sea en intensidad o en frecuencia.
Aparentemente este es un comportamiento normal, pero sin la información adecuada es fácil pasar por alto una posible patología. Por eso, en este espacio tienes todo el conocimiento básico sobre los estiramientos en perros que te hará salir de dudas. No te lo pierdas.
¿Por qué se estiran los perros?
El estiramiento en los canes tiene el mismo objetivo que en los humanos: desentumecerse. Cuando el cuerpo está en reposo durante un tiempo prolongado, estirarse ayuda a reactivar el flujo sanguíneo periférico y alivia el agarrotamiento de los músculos. No obstante, este acto tiene otras funciones en el comportamiento del perro. En las siguientes líneas tienes los 3 motivos más comunes.
1. Estiramiento del perro al despertarse
Como se decía más arriba, el perro se estira tras un periodo largo de descanso. Para adoptar esta posición, apoya las patas delanteras en el suelo, eleva la cadera y estira los dedos, la piel, las patas y el torso. Este movimiento suele terminar con una sacudida para acabar de despejarse.
2. Postura de juego en perros
En un contexto social, el perro muestra una postura semejante a la del estiramiento, pero con otros matices. El can pegará la cabeza al suelo, mirando al otro compañero de su misma especie, y agitará la cola. Es posible que también acompañe el acto con vocalizaciones (como los ladridos).
Esta postura, que no implica estiramiento en sí, es una forma de incitar el juego. Ya sea con otro perro o con su tutor, esta conformación corporal suele sucederse de juegos de persecuciones o simulaciones de pelea.
3. Postura de rezo
Existen otras formas de estirarse que ya son motivo de preocupación. Estas posiciones difieren de las anteriores en que se acompañan de otros gestos de dolor y enfermedad, como estirar el cuello, entrecerrar los ojos o la tensión muscular.
Una de las presentaciones más habituales es similar a la de desperezarse, pero no encontrarás bostezos ni otros signos de reactivación tras el reposo. El perro se pondrá en esta posición a menudo, sin que tenga que ver con que haya descansado o no. Esto es lo que se conoce como postura de rezo e indica que el can está sintiendo dolor.
Por otro lado está la postura ortopneica, también confundida a menudo con que el perro se estira mucho. Consiste en que el can se mantiene sobre sus patas o se sienta, pero estira la cabeza y el cuello a la vez. Con esto, el animal intenta respirar mejor debido a alguna patología.
¿Qué pasa cuando mi perro se estira mucho y vomita?
La postura de rezo está relacionada con el dolor que provocan los trastornos gastrointestinales. Es por eso que el can eleva la parte posterior del cuerpo mientras apoya las patas delanteras, pues así alivia un poco el malestar a nivel abdominal.
Además, llegado a este punto probablemente veas señales de enfermedad en el can mucho más claras que la posición corporal, como diarreas y vómitos. Algunos de los problemas asociados a esta postura son los siguientes:
- Úlceras gastroduodenales: una úlcera es una llaga en el tejido de revestimiento del tracto digestivo que puede llegar a sangrar. En ese caso, observarás vómitos o diarreas sanguinolentas en el can, dependiendo de en qué parte se localice la lesión. Es común encontrar estas úlceras en tratamientos con corticoides y antiinflamatorios no esteroideos que se alargan demasiado.
- Torsión-dilatación de estómago: cuando el estómago de un perro se dilata demasiado existe peligro de que se retuerza sobre sí mismo. Los síntomas son la salivación excesiva, la postura ortopneica, los intentos de vómito sin llegar a conseguirlo, las mucosas pálidas y la dificultad para respirar. Es una urgencia veterinaria grave.
- Abdomen agudo: se trata de otra urgencia veterinaria. Provoca un dolor muy intenso, por lo que podrás ver que el perro adopta la postura de rezo, vomita o tiene dificultad para respirar. Las causas son variadas y entre ellas están las intoxicaciones, la peritonitis o la rotura de la vejiga.
- Enfermedad inflamatoria crónica intestinal: los signos más habituales en esta patología son vómitos, diarrea, adelgazamiento, cambios en el apetito y episodios de dolor en los que el perro adopta la postura de rezo. Estos síntomas pueden agravarse con el tiempo de manera gradual o presentarse en episodios aislados.
- Pancreatitis: se trata de la inflamación del páncreas. Los síntomas son vómitos, dolor abdominal intenso (con postura de rezo), diarrea, debilidad y, sin atención veterinaria, shock. Es muy probable que se requiera una hospitalización del animal.
¿Qué pasa cuando mi perro se estira mucho y respira mal?
Si tu perro se estira mucho, pero lo que intenta extender es el cuello, es que está tratando de respirar mejor. Esto quiere decir que le falta oxígeno y trata de compensarlo tratando de coger más cantidad de aire. Esto puede deberse a varios motivos:
- Neumonía grave: cuando las enfermedades respiratorias no se tratan, en ocasiones se acaban por inflamar los sacos aéreos de los pulmones. Esto provoca tos húmeda, fiebre, letargia y taquipnea (respiración acelerada).
- Derrame pleural: consiste en la acumulación de líquido en el tórax, ya sea suero o sangre, que presiona los pulmones e impide que se inflen al respirar. Las causas son múltiples e incluyen problemas cardíacos, hepáticos o renales, neumonía, traumatismos o tumores. Es posible que las mucosas tengan una tonalidad azulada debido a la falta de oxígeno.
- Insuficiencia cardíaca congestiva: en esta enfermedad el corazón no consigue mantener un flujo sanguíneo que cubra todas las necesidades del organismo. Los síntomas generales de afecciones del corazón son el cansancio, la disminución de la actividad física y la tos.
Después de leer toda esta lista de urgencias veterinarias es posible que hayas sucumbido un poco al pánico. No obstante, recuerda que el objetivo de este artículo es meramente informativo y que solo un veterinario puede darte un diagnóstico. Ante cualquier gesto de dolor o enfermedad en tu can, acude a tu clínica de confianza lo antes posible.
Bibliografía
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