Observar una pelea entre gatos provoca en nosotros una respuesta automática: meternos en medio y detenerla. No obstante, esto no es lo más recomendable, pues entraña riesgo para los felinos y para el humano que intercede.
Por otro lado, es cierto que se requiere una actuación rápida que separe a los felinos antes de que se inflijan lesiones graves. Entonces, ¿qué hacer? Aquí te damos toda la información necesaria para que te prepares en caso de presenciar una de estas peleas, así que no dejes de leer.
Pelea entre gatos
En las consultas veterinarias es común ver tutores que acuden con su felino porque se ha metido en una pelea y tiene alguna lesión. Sin ir más lejos, 1 de cada 4 gatos presentan comportamientos agresivos con sus conespecíficos o con los humanos que comparten casa con ellos. Aun así, no es lo mismo un marcaje rápido o un arañazo que una pelea.
Una pelea entre gatos implica que el conflicto ha escalado hasta que ambos ejemplares pasan a la agresión directa. En este escenario, se enzarzan en medio de chillidos, arañazos y mordiscos y no se sueltan. Esta situación es peligrosa, pues puede derivar en lesiones graves o incluso la muerte de alguno de los félidos.
¿Por qué los gatos se pelean?
Por lo general, la pelea se precede de advertencias y marcajes durante un tiempo y, si la tensión no se resuelve, escala hasta que estalla. Los principales motivos por los que se produce una pelea entre gatos son estos:
- Territorialidad: los gatos son animales solitarios que marcan su propio espacio, tanto en la calle como en el hogar. La presencia de otro felino en su territorio puede dar lugar a conflictos.
- Jerarquía: cuando los gatos viven en grupo, se establece una jerarquía entre ellos. Mientras esta se configura (o si alguno de los gatos no la respeta) aparecen las agresiones.
- Problemas de adaptación: cuando un gato nuevo llega a un hogar en el que ya habita otro es normal que tenga lugar alguna agresión aislada, como bufidos o arañazos. Esto es esperable, pues los felinos están conociéndose y estableciendo la jerarquía. Sin embargo, resulta esencial manejar la situación para que no se convierta en una lucha sangrienta.
¿Cómo actuar ante una pelea entre gatos?
La mejor actuación ante una pelea entre gatos será siempre la prevención. Los signos de advertencia que los felinos se mandan entre ellos son claros y podrás verlos aumentar en intensidad con el tiempo. Algunos consejos para evitar futuras peleas son estos:
- Realiza una buena presentación entre integrantes cuando llegue un nuevo gato a casa.
- Encuentra qué factor está enfrentando a tus félidos y soluciónalo: puede ser que haya poca comida, espacios que se superponen o problemas al relacionarse contigo, por ejemplo. Si eliminas la causa del conflicto, reducirás el estrés que los empuja a pelearse.
- Cuando los gatos se amenacen entre ellos, distrae su atención: puedes lanzar un juguete, por ejemplo. Cuidado con cogerlos en brazos o interceder físicamente, pues podrías provocar una agresión redirigida hacia ti.
- Prémialos si se retiran del conflicto: reforzar los comportamientos no agresivos ayudará a los felinos a entender que vivir con otro gato conlleva ventajas. Esto es muy útil cuando se trata de los primeros días de convivencia entre los dos individuos.
- Cástralos: la esterilización reduce los comportamientos agresivos y territoriales, entre otras muchas ventajas (como la prevención de los tumores gonadales).
- Utiliza feromonas artificiales: aunque primero debe aprobarlas un veterinario, las feromonas ayudan a que los gatos se sientan más a gusto en su espacio, sobre todo cuando se están conociendo.
Aun así, existe la posibilidad de que no puedas observar estas señales de aviso (porque son dos individuos de una colonia felina y no puedes monitorizarlos todo el día, por ejemplo). Si estalla la pelea y no has podido prevenirla, a continuación tienes la forma correcta de proceder para separar a los involucrados.
¿Cómo detener una pelea entre gatos?
Detener las trifulcas entre gatos es urgente, pero también peligroso. Lo primero que debes saber es que nunca hay que separar a los felinos con las manos, pues puedes llevarte parte de las agresiones y estas son proclives a complicarse (no solo por la lesión en sí, sino por las infecciones).
Tampoco debes usar instrumentos como palos de escoba (o similares) para separar a los felinos desde lejos, pues podrían hacerse daño con ellos. Además, lo más probable es que estén tan inmersos en la pelea que ni se den cuenta de que un objeto extraño está intentando separarlos.
Por eso, la mejor solución es crear una distracción lo suficientemente intensa para que los gatos se separen por sí solos. Puede ser un grito, un ruido fuerte o lanzar algún objeto. Sobra decir que este objeto no debe poder causarles ningún daño a los felinos, es decir, tiene que ser suave y blando.
Una opción muy habitual es el típico pulverizador que lanza un chorro de agua, pues los felinos son bastante reactivos a este estímulo.
Una vez los hayas separado (y si la pelea ha ocurrido dentro de tu casa), coloca a cada gato en una habitación distinta hasta que ambos se calmen. No los castigues, pues eso solo aumentará la ansiedad del momento. Una vez los dos félidos estén tranquilos, controla sus encuentros para que sean progresivos y no vuelva a estallar la pelea.
Una última consideración que debes tener en cuenta es que, aunque existen medicamentos específicos para aplacar los instintos territoriales y agresivos de los gatos, estos solo serán eficaces junto a una intervención conductual en casa. En caso de no poder solucionar el conflicto a largo plazo, acude a un especialista.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Curtis, T. M. (2008). Human-directed aggression in the cat. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 38(5), 1131-1143.
- Amat, M., Manteca, X., Brech, S. L., Ruiz de la Torre, J. L., Mariotti, V. M., & Fatjó, J. (2008). Evaluation of inciting causes, alternative targets, and risk factors associated with redirected aggression in cats. Journal of the American Veterinary Medical Association, 233(4), 586-589.
- Moesta, A., & Crowell-Davis, S. (2011). Intercat aggression–general considerations, prevention and treatment. Tierärztliche Praxis Ausgabe K: Kleintiere/Heimtiere, 39(02), 97-104.
- U.S. pet ownership statistics. (s. f.). American Veterinary Medical Association. Recuperado 27 de septiembre de 2021, de https://www.avma.org/resources-tools/reports-statistics/us-pet-ownership-statistics