Aunque la mayoría de los tutores reconocen la importancia del consumo de agua en los perros, no resulta tan fácil identificar la cantidad exacta que deberían beber. En este artículo vamos a contarte cómo calcular esta medida y lograr que tu can permanezca bien hidratado, lo cual es fundamental para su salud.
El agua es un nutriente muy simple, pero de él depende la supervivencia de todos los seres vivos, ya que es vital para que se den de forma óptima los procesos bioquímicos primarios. Este líquido contribuye a regular la temperatura, ayuda a digerir y procesar los alimentos, permite eliminar los desechos y lubrica los tejidos, entre otras muchas cosas.
¿Cuánta agua debe tomar un perro al día?
No hay una cantidad exacta de agua que deben tomar los perros, pues lo ideal es que tengan a su disposición un recipiente con líquido fresco para que lo consuman cuando deseen. Sin embargo, si tienes la necesidad de medir proporciones, se estima que el can debe tener a su disposición entre 60 y 70 mililitros de agua por cada kilogramo de peso.
Aun así, esta medida puede variar en épocas como el verano, en el que las condiciones climatológicas llevarán al cánido a beber más de agua de lo normal. La cantidad también varía según el estilo de vida, en especial si el tuyo es un ejemplar muy activo físicamente.
¿Cómo calcular la cantidad de agua?
La forma más sencilla de calcular la cantidad de agua que deben beber los perros es por su peso con la siguiente regla: 60-70 mililitros por cada kilogramo. No obstante, esta no es la única forma de hacer una estimación aproximada.
Expertos indican que es posible identificar la cantidad de agua requerida según la porción de comida seca que consumen los canes multiplicando el peso del pienso seco por 2,5. El resultado es la cantidad de agua que debes suministrar. Por ejemplo, si tu peludo ingiere 1 kilogramo de comida seca al día, deberías ofrecerle 2,5 litros de agua en el mismo intervalo.
¿Cómo saber si mi perro está deshidratado?
Proporcionarle al perro la cantidad de agua que debería consumir no es garantía de que lo haga. La mayoría de tutores solo notan que su cánido no ha estado bebiendo el líquido cuando se torna enfermo o demuestra síntomas de deshidratación, entre los que se encuentran los siguientes:
- Hocico y encías secas: tanto el hocico como las encías de los perros deben permanecer húmedos. Por ello, cuando estas zonas se ponen secas o “pegajosas” hay que sospechar de una posible deshidratación. También hay que fijarse en el color de las encías (deben ser rosadas, no rojas o blancas).
- Orina oscura: un can bien hidratado no tendrá una orina oscura o turbia y tampoco deberá manifestar un olor demasiado fuerte. Si identificas que tu peludo orina así, será necesario descartar (además de la deshidratación) posibles infecciones.
- Ojos hundidos: este es un síntoma que indica deshidratación, así que revisa los ojos de tu can cuando sospeches que está dejando de beber agua.
- Pérdida de elasticidad en la piel: como ocurre con los seres humanos, la piel de los perros también refleja el nivel de hidratación. Comprueba esta condición pellizcando suavemente el lomo del animal. Si tarda en retomar su forma inicial, sospecha de deshidratación.
- Respiración acelerada: este es uno de los síntomas que más alarman a los tutores. Se presenta cuando la deshidratación afecta al funcionamiento orgánico de la mascota.
No tardes en llevar a tu perro al veterinario cuando notes que ha dejado de beber agua y se muestra enfermo. Lo mejor será identificar la causa de la deshidratación y atender al can de forma profesional antes de que su vida esté en peligro.
Enfermedades en perros causadas por el agua
Hasta ahora hemos hablado de la ingesta inadecuada de agua, pero ¿qué pasa cuando el can la toma en exceso o la deja de consumir por completo? Es común que el tutor se alarme si nota que el perro no bebe nada de líquido, pero tiende a tranquilizarse cuando consume bastante.
Sin embargo, hay que aclarar que ambos comportamientos podrían ser señal de que algo malo ocurre con su salud. Estas son algunas de las enfermedades relacionadas con dichos comportamientos en cánidos:
- Potomanía: como su nombre lo indica, este trastorno indica la necesidad de beber agua. El consumo se da de forma compulsiva y excesiva. Puede ser causado por problemas mentales en el can o, como lo sugieren investigaciones, tratarse de un síntoma de ansiedad por separación.
- Polidipsia: la polidipsia es un estado de sed excesiva que se presenta por un largo tiempo. Es común en perros diabéticos o intoxicados y se acompaña de micción excesiva (poliuria).
- Adipsia: es la ausencia del consumo de agua asociada a la falta de señales de sed. Puede ser un síntoma de enfermedades graves como hidrocefalia, anomalías congénitas, tumores en el hipotálamo o problemas cerebrovasculares.
Consejos para promover la ingesta de agua en perros
Si el tutor nota que el perro no consume la cantidad de agua que debería, puede implementar algunas estrategias para motivarlo a hacerlo. No todo tiene que ser agua, pues es posible completar el porcentaje diario de hidratación con algunos alimentos como los siguientes:
- Frutas y verduras: son ideales las que cuentan con un buen porcentaje de humedad como la zanahoria, la calabaza, la manzana y la papaya, entre otras.
- Comida húmeda: dependiendo de la marca, este complemento alimenticio tendrá alrededor de un 70 % de agua, por lo que contribuirá a mantener hidratada a la mascota mientras se alimenta.
Adicionalmente, identifica por qué a tu perro no le gusta tomar agua de su recipiente. Puede ser que el material le da mal sabor al líquido (algo que suele ocurrir con bebederos de plástico). También es posible que al perro le llame más la atención el agua que corre. En este caso, evalúa la posibilidad de instalar una fuente o un bebedero automático que renueve el agua constantemente.
¿Qué cantidad de agua ofreces a tu perro?
Ahora sabes con mayor certeza cuál es la cantidad de agua adecuada para los perros, así que podrás revisar si tu mascota está bebiendo la porción que debería consumir cada día. Si no es así, prueba alguno de los consejos que te dimos para estimularlo. Cuando identifiques síntomas de deshidratación o de enfermedad, acude con un profesional de la salud.
Por otro lado, recuerda que hay condiciones especiales que pueden incidir en que la mascota aumente o disminuya la ingesta de agua. Por ejemplo, las perras en etapa de lactancia requieren más líquido, al igual que los cánidos en etapas de entrenamiento físico intenso.
En todo caso, mantén habilitado uno o dos bebederos llenos y con agua fresca para que tu perro acceda al líquido cuando lo desee. Ante la duda de si el can está consumiendo o no la cantidad de agua que debería, monitoréalo a lo largo de un par de días. Anota cuánta agua le sirves y cuánta consume al día y, de ser necesario, muéstrale los datos a un veterinario.
Bibliografía
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- Camps, J. Agua, es imprescindible que los perros bebas 'ad libitum'. El mundo del perro.
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