Las hormigas son un grupo de artrópodos que se caracterizan por ser organismos sociables. Sin embargo, este rasgo es una adaptación evolutiva, cuyo fin es el de hacerlos más eficientes en su medio. A pesar de ello, algunas especies como Harpegnathos Venator, no siguen este mismo patrón, por lo que suelen ser más solitarios.
Este estilo de comportamiento se encuentra restringido solo a un grupo de formícidos, que se presume mantienen aspectos ancestrales previos a que se volvieran sociables. La familia Ponerinae, a la cual pertenecen estas hormigas, se identifica por estos y otros peculiares rasgos, sigue leyendo y conoce más sobre estos curiosos insectos.
Hábitat y distribución
Harpegnathos Venator es una especie endémica del sur y suroeste de Asia, por lo que su distribución abarca parte de India, Borneo, Malasia, Bangladés, China y Vietnam. El hábitat de este invertebrado se restringe a zonas húmedas, con bosques y vegetación moderada. Asimismo, este tipo de ambientes son necesarios, puesto que sus nidos los conforma en la tierra, mientras busca alimento en la hojarasca.
Características físicas de Harpegnathos Venator
El aspecto físico de este insecto es un poco diferente al de otras hormigas, ya que es más alargado y presenta algunas subsecciones en su cuerpo. De forma general, los formícidos exhiben tres regiones corporales, su cabeza, el tórax y el abdomen. Sin embargo, para el caso de esta especie, las últimas dos secciones tienen una subdivisión, cuyo aspecto le hace parecer que son cuatro.
Esto es importante, pues la típica “cintura de avispa” que presentan los himenópteros, se ve más acentuada en Harpegnathos Venator. Aunado a ello, ostenta unas enormes y poderosas mandíbulas dentadas, que terminan dándole su aspecto tan distintivo. Todo lo anterior está agrupado en un tamaño de entre 10 y 20 milímetros, lo cual rivaliza con especies bastante grandes como la hormiga bulldog.
En lo que respecta a su coloración, estos pequeños organismos son de color negro con vientres claros. Por otro lado, las extremidades de este insecto presentan tonalidad marrón obscuro. De manera adicional, su cuerpo está cubierto de sedas, las cuales son un rasgo taxonómico que identifica a esta especie.
Comportamiento
Estos formícidos forman colonias con ejemplares solitarios, ya que a pesar de vivir juntos, la mayoría decide salir y cazar por su cuenta. Contrario a otras hormigas, esta especie no es capaz de dejar señales (feromonas) para comunicarse con sus congéneres. Por esta razón, no pueden agruparse para conseguir alimento, aunque siguen manteniendo la necesidad de atender su nido.
De la misma forma, al no tener alguna forma química para guiarse, estos organismos optaron por desarrollar su visión. Gracias a esto, son capaces de detectar y cazar algunos insectos voladores, o rastrear a sus depredadores para escapar de ellos. De hecho, esto también explica por qué sus ojos son tan grandes y visibles, logrando resaltar bastante en su cabeza.
Picadura por Harpegnathos Venator
En general, todas las hormigas son consideradas como fábricas químicas, puesto que al igual que sus primas las abejas, producen veneno para defenderse y cazar. Esto significa que los ejemplares de Harpegnathos Venator no son la excepción, pues producen compuestos paralizantes para incapacitar a sus presas.
Aunque no lo parezca, esta característica es importante, pues al ser cazadores solitarios, es la única forma de ser exitosos por su cuenta. Aun así, este veneno no es tóxico para los humanos, e incluso si llega a picar a uno, no le causaría más que una hinchazón similar al piquete de un mosco.
Alimentación
Los formícidos que pertenecen a esta especie son cazadores crepusculares, pues requieren de luz para localizar a su presa. Asimismo, no llegan a cazar durante el día debido a que evitan el calor intenso, y usan la tarde-noche por ser la mejor hora para ellos. La dieta de estos depredadores se basa en insectos, por lo que comen grillos, cucarachas, moscas, arañas, termitas y cicadas.
Durante su alimentación, la boca de estos organismos juega un papel fundamental, ya que es gracias a ella y a su veneno que puede capturar y matar a la presa. Es más, según un estudio publicado por la revista científica Journal of Insect Physiology, se descubrió que su mandíbula ejerce una fuerza comparable a 500 veces su peso. Gracias a esto les es fácil arrancar extremidades y matar a su presa de un solo corte.
Reproducción
Para llevar a cabo su reproducción, estos ejemplares hacen uso de un mecanismo de castas y un vuelo nupcial. Dentro del mecanismo de castas, existen cuatro principales.
- Machos: únicamente tienen una función reproductiva, pues viven poco y son seres haploides. Nacen a través de huevos no fecundados.
- Hembras (obreras): son las encargadas de cuidar el nido, buscar comida y cuidar a la reina. Son capaces de producir huevos, pero la reina tiene un mecanismo químico que las obliga a no reproducirse.
- Reinas vírgenes (hembras reproductoras): tienen la misión de participar en el vuelo nupcial, para aparearse con los machos y posteriormente fundar su propia colonia. La principal diferencia con las obreras son la presencia de sus alas.
- Reina: este ejemplar es el que dirige y mantiene la producción de obreras, para regular la actividad de la colonia. La expectativa de vida promedio de las reinas es de dos años, por lo que mueren muy pronto y dejan huérfano al nido.
Vuelo nupcial
El hormiguero produce a los machos y reinas vírgenes, solo una vez al año para los vuelos nupciales. Durante este evento, las hembras reproductoras vuelan lejos del nido para aparearse con los machos. Una vez que finalizan, las reinas fecundadas ya no regresan a su nido de origen, pues parten en busca de un sitio nuevo para fundar su propia colonia.
Establecimiento de colonia
Aunque suena sencillo, la reina lo pasa un poco mal durante los primeros días, pues ella se encargará de encontrar alimento, así como de criar a sus primeros huevos. Sin embargo, una vez que sus hijos nazcan y sean adultos, ellos fungen como un séquito protector que atiende por completo a su madre. De esta forma, crece un poco el nido, y se comienza a establecer el hormiguero.
Es más, la forma del nido no es nada compleja, puesto que consiste en un hoyo tipo túnel, con una profundidad de medio metro. Además, su interior carece de subtuneles, ya que contrario a otras hormigas, su objetivo es construir solo una cavidad que las resguarde. Esta situación refuerza la idea de que la especie es primitiva, pues su comportamiento mantiene rasgos muy simples en ciertos casos.
Muerte de la reina
Las reinas de esta especie tienen una expectativa de vida muy reducida, por lo cual morirán y dejarán huérfanas a sus colonias. Por esta razón, la casta obrera de esta especie mantiene su capacidad reproductiva, pues así solventa la muerte de su reina. Gracias a este mecanismo, varias hembras comienzan a aparearse con los machos, para iniciar la producción de huevos.
Esta última característica es única de ciertos formícidos primitivos, ya que en otras hormigas, las obreras tienen atrofiado su aparato reproductor. Con lo cual, la reina suele vivir demasiado y es ella la única que puede reproducirse.
Estatus de conservación
El estado de conservación de esta especie aún no ha sido evaluado por organismos internacionales, por lo que se desconoce si corre algún tipo de riesgo. En general, esto se debe a dos razones, la primera es la falta de investigación sobre esta hormiga, y la segunda a la dificultad para encontrarla en vida libre.
Los encuentros son tan fortuitos, que algunos avistamientos son tomados como una “fortuna”, pues se debe tener un ojo muy perspicaz para reconocerlas. Aunado a ello, los mecanismos de defensa ante el peligro la convierten en una experta para esconderse, pues al más mínimo signo de alerta dejan de moverse.
Como te podrás dar cuenta, este pequeño insecto guarda secretos fantásticos, a pesar de ser considerado como simple o primitivo. Aunque no lo parezca, toda forma de vida es compleja y encierra dentro de sí muchos secretos que esperan ser desvelados. Esto no significa que sea sencillo descubrirlo, pero seguro vale la pena el esfuerzo, por ver la belleza escondida entre seres tan grandiosos.
Bibliografía
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