¿Cómo incubar huevos de tortuga?

La cantidad de huevos en los nidos de tortugas provoca que se cree un microambiente, que mantiene las condiciones optimas para su desarrollo. Además, también permite que nazcan tanto hembras como machos en la misma nidada.

¿Cómo se incuban los huevos de tortuga?

En la actualidad, varias especies de quelonios se encuentran en algún grado de riesgo. Por esta razón, y como un método para ayudar a su subsistencia, se llegan a incubar los huevos de tortuga artificialmente. Solo se concibe este proceso cuando el ejemplar vive en cautiverio, cuando el nido es destruido o depredado y cuando se puede asegurar e incrementar su éxito de supervivencia.

Recuerda que estos procesos solo los debe hacer personal capacitado o, en su defecto, un tutor con la asesoría de profesionales. Aunque puede parecer sencillo, un mal movimiento podría costarle la vida a la cría. Por ello, en el siguiente espacio, te compartimos algunas recomendaciones y advertencias para lograr una incubación exitosa en tortugas.

¿En qué consiste la incubación artificial?

La incubación es el proceso por el cual los huevos se desarrollan mientras que el medio ambiente aporta las condiciones necesarias como temperatura, humedad y protección. En este sentido, cuando se agrega el término “artificial”, se refiere a que todas las necesidades que tenga el huevo para eclosionar serán proporcionadas por la mano del hombre.

De manera formal, este proceso hace referencia al desarrollo embrionario, que forma al individuo a partir de pequeñas células. Debido a que es un suceso importante en la conformación del organismo, cualquier anomalía que ocurra puede ocasionar serías complicaciones (e incluso la muerte). Es por esto que la incubación artificial no es una herramienta que pueda utilizarse en todos los casos.

Los animales según sus tipos de reproducción pueden ser ovíparos.

¿Cuándo es bueno utilizarla?

La incubación artificial nace como una respuesta ante el peligro al que se enfrentan diversas tortugas. Por ello, lo que busca es maximizar el número de eclosiones. Esto se debe a que, en la naturaleza, existen demasiadas amenazas que merman la población de los ejemplares que deben ser reintroducidos.

Aunque en su mayoría son los seres vivos los que dañan a las especies, también las sequias, las tormentas y otros fenómenos climáticos pueden llegar a afectarlas. Es debido a esto que se crean técnicas para mantener resguardados a los huevos, impidiendo que cualquier factor externo pueda provocar su deceso.

Localización y transporte de los huevos

Antes que nada, hay que enfatizar que no se deben mover los huevos de tortuga de su nido natural a menos que puedan estar en peligro inminente. Esto significa que, si por casualidad te encontraste con un nido, la mejor opción es no acercarse e informar a las autoridades locales para que puedan darle seguimiento.

Quizá te preguntes el porqué de esta reserva: la respuesta es que estos cascarones son muy frágiles, ya que el embrión puede sufrir daños con apenas algunos movimientos. En otras palabras, el simple hecho de tomarlo en tus manos suele ocasionar que el embrión se vuelva inviable, o visto de otra forma, puedes provocarle la muerte.

Si por alguna extraña razón no consigues ayuda (y si dejas el huevo a la intemperie es evidente que morirá), entonces como último recurso puedes intentar incubarlo por tu cuenta. Para ello, tendrás que transportarlo hasta un lugar seguro, tomándolo con mucho cuidado sin voltearlo y sin moverlo de manera brusca.

De hecho, algunas personas ponen una pequeña señal con rotulador en el cascarón, para saber cómo lo encontraron.

El transporte debe realizarse en una caja de bordes duros, donde el desplazamiento no haga que el huevo ruede o se voltee. Además, recuerda siempre colocarlo en la misma posición, así como lo encontraste en el suelo.

Verificación del embrión

Este es un paso extra que solo te dice si el huevo que rescataste tiene o no un embrión, es decir, si es probable que nazca o no la tortuga. Al realizar esta prueba, lo que se hace es iluminar el cascarón con una lampara, para revisar si existe un pequeño punto con una red de venas, lo cual delata al embrión. Durante este proceso, ayuda que la lampara tenga buena iluminación y que se realice en un cuarto oscuro.

Incubación

Para este paso es necesario contar con una incubadora. Dichas maquinas son vendidas de manera comercial, por lo que solo necesitan montarse y conectarse. Esta es siempre la mejor opción, ya que uno de los elementos esenciales para incubar huevos de tortuga es mantener constante la temperatura y la humedad de las crías.

Cuando llegues a la zona en la que vas a incubar, lo primordial es tener un buen sustrato como la vermiculita, que absorba bien la humedad y mantenga el parámetro fijo. Tras hacerte con él, humedecerás el sustrato y enterrarás en él al huevo, cuidando que no se mueva demasiado. Posterior a ello, colócalo en la incubadora y mantenlo ahí hasta que eclosione.

Parámetros

Aunque suena sencillo, a partir de aquí se complica el proceso, ya que se debe ser cuidadoso con las condiciones dentro de la incubadora. Esto significa que tendrás que controlar la temperatura y humedad a diario, para evitar que los valores cambien drásticamente. De hecho, los parámetros de incubación varían entre especies, pero se puede reducir a las siguientes recomendaciones:

  • Temperatura: 28-32 °C.
  • Humedad: huevos de cascarones suaves entre 40 y 60 % y de cascarones duros entre 70 y 90 %.
  • Ventilación: abierta (las incubadoras tienen agujeros que ventilan el interior).

Una muy buena opción es pedir ayuda para la identificación de la especie, ya que esto te podrá dar pistas específicas sobre cuáles son las necesidades del huevo. Además, al igual que sucede en cocodrilos, ten en cuenta que la temperatura define el sexo de las crías, por lo que deberás considerar este punto al incubar.

Una tortuga saliendo de un huevo.

¿Puedo construir mi propia incubadora?

La respuesta sencilla es sí. De hecho, no se necesitan muchos materiales más que el sustrato y algunos recipientes. Para construir una incubadora, solo debes tener 2 contenedores, uno más grande que el otro, para hacer una especie de “baño maría”. De esta forma, el recipiente pequeño queda flotando dentro del grande y se coloca una resistencia o calentador en el agua para subir un poco la temperatura.

El tamaño de la incubadora no es importante, siempre y cuando se pueda poner una tapa que encierre todo. Por ello, se recomienda que el envase grande sea de aproximadamente 20 litros, con un recipiente pequeño en el que puedan caber los huevos. Recuerda que la vermiculita también sirve para este caso, ya que tiene la misma función que en la incubadora comercial.

Finalmente, toda la incubadora casera debe ser un sistema casi hermético, cuya tapa lo proteja del exterior. Esta puede ser sustituida por papel aluminio que tenga perforaciones para dejar salir un poco la humedad. Además de todo esto, se deben agregar al contenedor un higrómetro y un termómetro, con el fin de poder monitorear la temperatura y la humedad. Aunado a ello, considera rellenar el agua que se evapore.

Eclosión

El periodo de incubación es bastante diverso entre las especies, por lo cual deberás estar preparado para pasar hasta 115 días monitorizando la incubadora. Sin embargo, una vez nazcan estas criaturas te darás cuenta de que el esfuerzo vale la pena.

Las tortugas rompen su cascarón por sí mismas, por lo que en este momento lo único que podemos hacer es observar. De hecho, algunas tortugas pueden tardar varias horas o días en terminar de salir del cascarón, pero a pesar de ello, no se les deberá molestar ni manipular. Además, quizá te percates que les cuelga una pequeña bolsa del vientre (vitelo), la cual no deberás quitar bajo ningún motivo.

Una vez que pasen los primeros 2 días, el proceso para incubar huevos de tortuga ha terminado. Como resultado, el vitelo es reabsorbido y los pequeños están listos para dejar el “nido”. En este momento, la mejor opción es liberarlos justo en la zona donde fueron hallados. Si por el contrario los huevos provienen de mascotas propias, es preferible mantener a las crías en terrarios especializados.

¿Qué hacen los grupos de liberación de tortugas?

El principal objetivo de estos grupos o asociaciones es proteger tortugas marinas, ya que todas ellas se encuentran en alguna categoría de protección especial. De hecho, el proceso que realizan estos profesionales es diferente, ya que no utilizan incubadoras comerciales, sino que hacen hoyos en la arena para simular el nido original.

Gracias a esto, pueden resguardar a los huevos y protegerlos hasta que salgan del cascaron.

Para los voluntarios, el incubar huevos de tortuga es obligatorio, ya que incrementan la cantidad de ejemplares de cada especie que llegan al mar. Además, muchos expertos los asesoran, por lo que se encuentran en constante actualización sobre las mejores técnicas y cuidados para estos quelonios.

¿Qué tipo de huevos de tortugas puedo incubar?

Todas las recomendaciones anteriores sirven para incubar los huevos de tortuga de cualquier especie. Sin embargo, tendrás que tomar en cuenta los parámetros específicos que deben de cumplirse para lograr su eclosión. Recuerda que cada tipo de tortuga tiene distintos requerimientos, que serán esenciales para terminar el desarrollo embrionario.

¿Cómo se incuban los huevos de tortuga?

A pesar de todo, la mejor recomendación es dejar que la incubación se desarrolle en su hábitat natural, siempre y cuando no existan factores que amenacen a las crías. Por esta razón, la incubación artificial es solo un método de emergencia que sirve para hacer frente a peligros inminentes de la especie. Aunque cualquier persona puede llevarlo a cabo, debe realizarse con mucho cuidado y respeto por los animales.

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