El guppy, también conocido como “pez arcoíris”, es uno de los peces de agua dulce más famosos en el hobby de la acuariofilia. Son animales muy adaptables que se han instaurado en un gran rango de ecosistemas y condiciones, lo cual evidencia su potencial colonizador y facilidad a la hora de cuidarlos. ¿Quieres conocer más curiosidades del pez guppy?
Este pequeño pez actinopterigio destaca por su bellísima y ornamentada cola, pero tiene cosas que lo distinguen del resto mucho más allá de su coloración. Si quieres saber más sobre él, aquí tienes unos cuantos datos curiosos que te fascinarán.
1. Una familia de peces muy amplia
El pez guppy (Poecilia reticulata) pertenece a la familia Poeciliidae, un clado que engloba a más de 300 especies, algunas de ellas muy famosas en el mundo de los acuarios. Más allá del guppy, encontramos otros poecílidos que se comercian de forma normal en las tiendas de animales: el molly (Poecilia sphenops), el platy (Xiphophorus maculatus) y el swordtail (Xiphophorus hellerii).
Todos estos peces destacan por sus cuidados sencillos y su apariencia bellísima. De todas formas, a pesar del pequeño tamaño de algunos de ellos, se recomienda mantenerlos en acuarios de mínimo 40 litros de volumen. Al ser animales tropicales, también se requiere un buen calentador y un sistema de filtrado adecuado.
2. Los guppys tienen un rango de distribución muy amplio
Una de las curiosidades más notables del pez guppy es su capacidad para adaptarse a distintos ecosistemas. Esta especie es endémica de las regiones de Antigua y Barbuda, Barbados, Surinam, Guyana, Trinidad y Tobago y Venezuela. Aun así, se ha introducido de forma intencionada en todos los continentes del mundo, exceptuando la Antártida.
3. Han sido introducidos para comer mosquitos
La introducción forzada del guppy en algunos ecosistemas tiene connotaciones sanitarias: al alimentarse de las larvas de mosquito, podría reducir la carga patológica que estos invertebrados presentan en ciertas regiones. Algo parecido ha ocurrido con Gambusia affinis, otro poecílido similar al que aquí nos atañe, pero con colores más grises.
En países como España, G. affinis se ha convertido en una especie invasora, tal y como indica el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su potencial adaptativo y su facilidad para criar le han otorgado el dudoso mérito de ser una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo.
Introducir especies exóticas para controlar plagas casi nunca es la solución.
4. El dimorfismo sexual es muy claro
El guppy representa uno de los casos de dimorfismo sexual más evidentes en el mundo de los peces de agua dulce. Los machos son pequeños (1,5 – 3,5 centímetros) y esbeltos, mientras que las hembras tienen una longitud más grande (3 – 6 centímetros) y su zona abdominal es bastante más abultada. Además, los machos portan una cola con colores mucho más grande y llamativa.
5. Una especie sometida a la selección genética
Como muchos de los animales domésticos que conocemos a día de hoy, otra de las curiosidades del pez guppy es que este ha pasado por un exigente proceso de selección genética a lo largo de los años. Los genes heredados entre generaciones codifican el tamaño de las aletas, los colores, la forma y la tonalidad general del cuerpo.
Estos caracteres se pueden “aislar” cruzando solo ejemplares que los posean, hasta que se fijen en todos los descendientes. Gracias a este proceso de selección, han surgido varios tipos de guppys: cola de pala, espada superior, cola de lira, cola de punta y muchos más.
6. Los colores forman parte del cortejo
El sistema reproductivo de los guppys es de tipo poliandria, es decir, una hembra se puede reproducir con varios machos. Esto también beneficia a los pretendientes masculinos: cuantas más hembras estén receptivas, más podrán expandir sus genes en un solo evento reproductivo. Tampoco pierden demasiada energía, pues no cuidan a las crías en ningún momento del proceso.
Tal y como indican estudios, las hembras eligen a los machos según sus patrones de coloración, siendo los más vistosos los que más éxito tienen. Por esta razón, se puede asumir que la tonalidad de los machos es una señal honesta de su calidad genética.
7. Estos peces paren a sus crías vivas
Casi todos los miembros de la familia Poeciliidae son vivíparos, algo muy atípico en el mundo de los peces. Esto quiere decir que paren a las crías formadas y vivas, en vez de poner unos huevos que tardarán cierto tiempo en desarrollarse. Por ello, el periodo de gestación es algo más lento, y en el guppy se demora hasta los 30 días.
Aun así, son animales extremadamente prolíficos: una sola hembra puede dar a luz entre 5 y 30 crías en un solo evento reproductivo. El parto se realiza de forma individual y suelen tener lugar pausas entre “oleadas” de nacimientos.
8. Estos peces evitan la consanguineidad
La depresión endogámica tiene lugar cuando animales parientes se reproducen entre ellos. Cuanto más parecidos son genéticamente un padre y una madre, más probable será que algo vaya mal en las crías, ya sea a corto o largo plazo. Si se cruzan muchos parientes entre ellos, es de esperar que se acumulen enfermedades y condiciones heredables en la descendencia.
Para evitar esto, los guppys presentan ciertos mecanismos postcópula. Por ejemplo, se favorece internamente que, ante 2 tipos de esperma, el primero en llegar al óvulo sea el más alejado genéticamente de la hembra fecundada. Aún no se conocen del todo los mecanismos por los que esto ocurre, pero no deja de ser una de las curiosidades más fascinantes del guppy.
9. Estos peces tienen muchos depredadores
La selección sexual de los machos puede salirles cara. Al tener colores tan llamativos, son animales muy fáciles de ver por depredadores, como peces más grandes y algunas especies de aves. Por ello, las poblaciones salvajes tienden a agruparse en “cardúmenes” si las amenazas en el ambiente son múltiples. Cuanto más juntos estén, más se reduce la probabilidad individual de morir engullido.
10. En cautiverio, estos peces pueden tener ciertos problemas
Como hemos dicho en líneas anteriores, los peces guppy son capaces de evitar la depresión endogámica, pero solo hasta cierto punto. Si se cruzan de forma obligada ejemplares familiares para favorecer un carácter concreto, es probable que los descendientes sean cada vez menos viables.
Por esta razón, los guppys “de diseño” suelen ser bastante más débiles que sus contrapartes salvajes.
¿Qué te han parecido estas curiosidades del pez guppy? Más allá de sus colores bonitos, estos animales encierran una capacidad de adaptación inusitada y un sistema reproductivo extremadamente complejo. Si quieres saber más sobre ellos, ¿por qué no pruebas a montarle un acuario a un grupo de 6 ejemplares y analizarlos en directo?
Bibliografía
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