Comportamiento de las tortugas

La variedad en la biología y en el comportamiento de las tortugas es inmensa y está muy ligada al medio en el que viven. Aquí tienes una aproximación a cada tipo de estos quelonios.

¿Conoces el comportamiento de las tortugas?

La aparición de leyendas sobre estos quelonios están perfectamente justificadas, pues los humanos observaban ejemplares que les sobrevivían generación tras generación. Por eso, las investigaciones sobre el comportamiento de las tortugas responden a la motivación por conocer mejor a estos seres, símbolo de sabiduría y longevidad.

Las tortugas se pueden agrupar en 3 grupos según su hábitat y estilo de vida: marinas, terrestres y acuáticas. En este artículo puedes conocer las diferencias que existen entre ellas y cómo se comportan.

Características de las tortugas

Las tortugas (orden Testudine) se diferencian del resto de los reptiles principalmente por poseer caparazón, una coraza que protege los órganos internos y que está soldada a la columna vertebral. En su parte ventral, aunque más blanda, también tienen una estructura protectora llamada plastrón.

Tanto el caparazón como el plastrón se componen de una capa externa de queratina y una interna ósea.

En la actualidad se reconocen 250 especies de tortugas, distribuidas en 2 subórdenes (Cryptodira y Pleurodira) y 15 familias. Se considera que las primeras tortugas aparecieron entre 220 y 210 millones de años atrás, durante el Triásico, lo que les convierte en los reptiles más antiguos que existen.

El comportamiento de las tortugas, así como sus características y modo de vida, varían enormemente de un grupo a otro. Más adelante puedes conocerlas en detalle, con todas sus peculiaridades.

Comportamiento de las tortugas terrestres

La mayoría de las tortugas terrestres pertenecen a la familia Testudinidae, que agrupa 42 especies. Se caracterizan por sus extremidades gruesas y fuertes, así como por su caparazón esférico y elevado. Estos quelonios invierten más del 50 % de su tiempo en descansar. La mayoría de ellos son herbívoros y cumplen funciones de dispersión de semillas en sus ecosistemas.

Comportamiento de refugio

Para asegurarse de que su tiempo de descanso es seguro, las tortugas terrestres suelen buscar lugares apartados y ocultos entre la vegetación. Cuando encuentran un lugar adecuado, se quedan quietas y meten la cabeza y extremidades dentro del caparazón. 

No es fácil hacerlas salir: las tortugas tienen una enorme fuerza para retraerse y un depredador lo tendría realmente difícil para agarrar una de sus extremidades.

Reproducción y cópula

Los rituales de apareamiento pueden variar según la especie, pero generalmente se observa al macho tratando de inmovilizar a la hembra, primero rodeándola y después sujetándola para elevarse sobre su caparazón. Si la hembra no lo desmonta, comienza la cópula.

Conductas de alerta

Lo que generalmente se observa cuando una tortuga se alarma es que estira el cuello y levanta la cabeza. De esta forma, puede ver mejor su entorno y responder de forma rápida a las amenazas.

Comportamiento agonista

Aunque es atípico encontrar estas conductas en el comportamiento de las tortugas terrestres, en ocasiones se han documentado persecuciones y agresiones, normalmente con mordiscos. Antes de enfrascarse en un ataque, pueden abrir la boca —como un bostezo— a modo de amenaza. 

Uno de los animales en peligro de extinción en el 2021.

Comportamiento de las tortugas marinas

Pertenecientes a la superfamilia Chelonioidea, las tortugas marinas se caracterizan por estar perfectamente adaptadas a la vida en el mar, pues solo salen a tierra firme para desovar. En la actualidad, se conocen 7 especies de tortugas marinas, pertenecientes a las familias Cheloniidae y Dermochelydae.

Resulta difícil de documentar, debido a su estilo de vida, los pormenores de su comportamiento. Se sabe que son solitarias, aunque puedan compartir espacio de forrajeo con otras congéneres.

Cortejo, reproducción y desove

Las tortugas marinas pasan por un periodo reproductivo previo al de migración y desove. Los machos pueden luchar entre ellos para encontrar pareja, ya que se tratan de especies polígamas, en las que tanto un sexo como el otro se aparean con distintos ejemplares.

La mayoría de las hembras migran después de este periodo, algunas para desovar en las mismas playas en las que nacieron. Salen del mar para crear el nido excavando en la arena, un proceso lento y costoso para ellas. Lo realizan de noche, que es cuando corren menos peligro.

Cuando el nido se encuentra listo, las tortugas depositan los huevos. Según la especie, pueden poner de 80 a 160 huevos. Si durante el proceso se sienten amenazadas, interrumpen la deposición y abandonan el nido. Cuando acaban, cubren los huevos con arena y se marchan.

Durante el desove, secretan las sales acumuladas en el cuerpo a través de glándulas ubicadas en los ojos, dando la impresión de que “lloran”.

Migración de las tortugas marinas

Las tortugas marinas son los únicos reptiles que presentan un comportamiento migratorio de larga distancia. Además de desovar, pueden tomar estas rutas para buscar nuevos lugares de alimentación y apareamiento.

Se cree que el proceso migratorio en tortugas puede estar guiado por brújulas biológicas, las corrientes marítimas, la temperatura del agua e incluso se considera que por las concentraciones químicas en el agua.

La migración más larga documentada hasta la fecha fue la de dos tortugas laúd (Dermatochelys coriacea), que recorrieron 12 000 kilómetros en su ruta para el desove. Los investigadores les colocaron dispositivos de GPS para rastrear todo su recorrido.

Comportamiento de las crías

Las recién nacidas rompen el cascarón del huevo por medio de una extensión de la parte superior de su boca, parecida a un pico. A veces, después de un par de días, apartan la arena con las aletas y esperan a la noche para emerger todas juntas y correr hacia el mar.

Utilizando la luna para orientarse, las crías exhiben un comportamiento llamado frenesí natatorio, en el que nadan fuertemente contra el oleaje para entrar en el mar. Esta es una conducta innata que les da cierta ventaja frente a los depredadores que las asaltan en el camino hacia el agua.

Uno de los reptiles en peligro de extinción.

Comportamiento de las tortugas de agua dulce

Por último, las tortugas de agua dulce o tortugas acuáticas representan el 60 % de las especies de su orden. Poseen una amplia distribución y una gran diversidad ecológica, ocupando ríos, lagos y lagunas.

En contraste sus parientes marinas, sus extremidades combinan la natación con el desplazamiento por tierra. Llevan un estilo de vida anfibio, pues pasan la mayor parte de su tiempo dentro del agua pero incursionan a tierra de forma frecuente para tomar el sol, reproducirse o alimentarse.

Comportamiento agresivo

Los comportamiento agonistas son relativamente más frecuentes en tortugas de agua dulce. Normalmente, se producen en defensa de un territorio, con amenazas como el mencionado bostezo. Los machos abren la boca y pueden incluso bufar.

También se han descrito conductas de persecución y evasión. En estos casos, un ejemplar sigue a otro para echarlo de su área o competir por el apareamiento, observándose en ocasiones mordiscos y empujones.

Territorialidad de las tortugas de agua dulce

Aunque algunas especies viven en grupos, como la tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta), por lo general son solitarias y solo se buscan durante la reproducción. Por eso es habitual encontrar comportamientos de territorialidad en ellas que incluyen agresividad contra sus congéneres.

Comportamiento reproductivo

El comportamiento de las tortugas acuáticas durante la reproducción incluye conductas que varían según la especie. Algunos de los más conocidos son acariciar la cara de la hembra con pequeños y rápidos espasmos de sus uñas, perseguirla o darle pequeños mordiscos.

Muchas especies de estos quelonios exhiben cuidados parentales por parte de la hembra. Suelen cuidar sus nidos, apartando los huevos inviables y vigilan la temperatura de los huevos durante la incubación. Posteriormente, se pueden ver a las madres protegiendo a las crías de los ataques de los depredadores.

Comportamiento asociado a la termorregulación

Las tortugas, como animales ectotermos que son, muestran comportamientos enfocados en mantener estable su temperatura corporal. Al igual que las terrestres, las tortugas de agua dulce practican el el asoleo atmosférico, exponiéndose al sol, ya sea en tierra o flotando en el agua.

Defensa de las tortugas de agua dulce

Al igual que las tortugas terrestres, estas pueden retraerse dentro de su caparazón cuando se sienten amenazadas. De esta forma, presentan cierta resistencia frente a ataques y acosos de depredadores.

El comportamiento de las tortugas de agua dulce es muy llamativo.

Cuando se trata del comportamiento de las tortugas, hay que estudiar los detalles referentes a cada especie, pues cada una de ellas tiene particularidades propias. Esto, aunque plantee más preguntas que respuestas, solo deja la puerta abierta a seguir descubriendo el increíble mundo de estos animales.

Bibliografía

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