Mi perro tiene el ojo rojo e hinchado: 10 causas y tratamientos

Un perro con un ojo rojo e hinchado puede haber sufrido un traumatismo, una infección o tener un objeto foráneo incrustado, entre otras muchas cosas. Descubre con nosotros a qué se debe este signo clínico.
Mi perro tiene el ojo rojo e hinchado: 10 causas y tratamientos

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 14 julio, 2021

Los ojos del resto de mamíferos son bastante parecidos a los de la especie humana en lo que a morfología se refiere. Por ese mismo motivo, otros seres vivos desarrollan problemas oculares similares a los del Homo sapiens, como cataratas, glaucoma, conjuntivitis y otras patologías. Aquí te contamos 10 causas por las que tu perro tiene el ojo rojo e hinchado y cómo actuar.

Desde traumatismos directos a la inflamación de la conjuntiva, muchísimas condiciones pueden poner en peligro la integridad del entorno ocular canino. Algunas de ellas son anecdóticas y fáciles de abordar, mientras que otras pueden desencadenar una ceguera irreversible. Si quieres conocer todas las posibles razones de este signo clínico, sigue leyendo.

1. Conjuntivitis

El término conjuntivitis hace referencia a la inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa que cubre la esfera ocular e interviene en la formación de las lágrimas y diversos procesos inmunitarios. Cuando un estresor endógeno o exógeno afecta a esta estructura, las membranas conjuntivas se muestran enrojecidas e hinchadas.

El perro con conjuntivitis tendrá un ojo (o ambos) hinchado, rojo y posiblemente presentará descargas purulentas en la sección del lagrimal. También es probable que pestañee de forma excesiva y manifieste mocos, toses y descargas nasales. Dentro de este cuadro clínico, podemos distinguir a su vez diversas variantes.

1.1 Conjuntivitis vírica

Algunos virus como el moquillo (canine distemper virus) son capaces de provocar conjuntivitis en perros. Además de este cuadro, también se pueden manifestar con úlceras corneales, edema de la córnea (ojo azul), queratitis seca y otros muchos más síntomas fuera de los ojos, en el aparato digestivo, la piel y el sistema respiratorio, por ejemplo.

Los cuadros víricos no suelen tener un tratamiento específico. Basta con reducir los síntomas del animal en el ámbito farmacológico y esperar que él solo pueda combatir la condición.

1.2 Conjuntivitis bacteriana

Tal y como indican estudios, hasta el 40 % de los perros son portadores de especies bacterianas en su entorno ocular, aunque no presenten signos clínicos. La mayoría de las conjuntivitis bacterianas caninas son provocadas por microorganismos de los géneros Streptococcus y Staphylococcus, y aunque es una infección poco común, se contagia de forma muy rápida.

En estos casos, sí que existen tratamientos estandarizados. Comúnmente se prescriben pomadas y soluciones oftálmicas de gentamicina, tobramicina, cloranfenicol, oxitetraciclina, ciprofloxacina o triple antibiótico. A veces, también es necesario añadir al abordaje clínico gotas y pomadas antiinflamatorias.

1.3 Conjuntivitis autoinmune

Tu perro puede tener el ojo rojo e hinchado por una conjuntivitis autoinmune, es decir, que proviene del mal funcionamiento de sus células inmunitarias y otros mecanismos protectores. Una de sus variantes más interesantes es la de tipo plasma cell o de las células plasmáticas. En estos casos, se infiltran células sanguíneas en el entorno ocular y lo atacan.

Esta condición se presenta sobre todo en pastores alemanes.

Una veterinaria revisa los ojos de un perro.

2. Objetos foráneos

Los perros pueden sufrir fácilmente daños en la córnea y el entorno ocular por la presencia de un cuerpo foráneo. Se pasan gran parte de los paseos olisqueando y acercándose al suelo, por lo que su aparato ocular suele quedar bastante expuesto a la entrada de material externo del ambiente.

Si se le queda algo incrustado, el perro puede presentar el ojo rojo, hinchado, lagrimeo excesivo y picor evidente. El portal veterinario Lort Smith nos enseña a actuar ante una situación como esta:

  1. Enjuaga el ojo del can con una solución específica ocular o con agua normal, siempre ayudándote de una jeringuilla de boca ancha.
  2. Si el objeto no se desincrusta, utiliza geles específicos para perros basados en agua esterilizada y luego intenta enjuagar de nuevo. Usa una linterna para comprobar que efectivamente has conseguido deshacerte del molesto elemento.
  3. Si el perro continúa con el ojo rojo e hinchado, colócale un collar isabelino. Es necesario que no se dañe aún más el entorno ocular con sus patas.
  4. Busca ayuda veterinaria de forma inmediata.

3. Glaucoma

Tanto en humanos como en perros, el glaucoma se caracteriza por un aumento de la presión intraocular (PIO). En estos casos, el ojo no es capaz de drenar correctamente los líquidos, por lo que se acumulan en ciertas zonas y se ejercen fuerzas de presión sobre estructuras esenciales para la vista. Con el tiempo, el nervio óptico se daña de forma irreversible.

Un perro con glaucoma mostrará el ojo rojo, hinchado y vidrioso, como si se hubiese colocado una placa opaca sobre su córnea. Los analgésicos y las medicaciones que fomentan la descarga ocular se deben recetar cuanto antes, pues si no se actúa con presteza, el perro puede quedar ciego de forma irreversible.

4. Uveítis

A diferencia de la conjuntivitis —en la que se inflama la conjuntiva—, aquí se produce una inflamación de la úvea, la capa media del ojo. A su vez, esta compleja estructura está formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Una o más partes de este sistema se pueden ver afectados por la uveítis.

Al igual que la conjuntivitis, esta condición puede verse propiciada por varios agentes etiológicos. A continuación, te mostramos algunos de los más importantes de forma somera según su lugar de origen.

4.1 Uveítis exógena

La causa está “fuera” del sistema ocular del cánido. En esta categoría se engloban las inflamaciones de la úvea por un golpe directo al ojo y las ulceraciones corneales, ya sean por la presencia de un objeto foráneo u otra causa.

4.2 Uveítis endógena

La causa está dentro del sistema biológico del can. La patología puede haberse desarrollado dentro del ojo o, en su defecto, tener su origen en otro órgano y manifestarse de una forma u otra en el entorno ocular. Ciertos agentes víricos y bacterianos que ya hemos repasado pueden provocar una uveítis endógena.

Dependiendo del agente causal, el abordaje clínico variará mucho en cada caso. Desde antibióticos hasta antiinflamatorios, esta condición se puede abordar de muchas formas.

5. Traumatismo directo

El ojo de tu perro puede mostrarse rojo e hinchado simplemente porque el animal se ha dado un golpe en la zona. Tal y como indican portales médicos, la inflamación en vertebrados tiene como objetivo aislar al tejido dañado y repararlo en la medida de lo posible, así que es común que este signo clínico aparezca tras una lesión fuerte. 

Tras una respuesta inflamatoria en casi cualquier tejido, se conciben los siguientes desenlaces:

  1. Resolución del estrés tisular con una vuelta a la funcionalidad normal.
  2. Supuración con formación de absceso.
  3. Hinchazón con regeneración de tejido especializado o fibroso. Esto da lugar a las famosas cicatrices.
  4. Persistencia del daño, lo cual favorece el paso a una condición crónica.

Dependiendo de la fuerza del golpe y del agente causal, puede ser necesario un tratamiento veterinario a corto o largo plazo. De todas formas, si tu perro tiene el ojo rojo e hinchado después de una lesión y esto no se resuelve en unas horas, no dudes en acudir al veterinario.

6. Ectropión

El ectropión es una enfermedad canina en la que el párpado se desplaza hacia afuera, exponiendo las estructuras interiores oculares. Esta conformación patológica promueve que se produzcan infecciones en el ojo afectado, ya que las bacterias y otros parásitos pueden entrar en contacto más fácilmente con la mucosa ocular.

7. Entropión

En este caso, se produce una inversión de los bordes del párpado hacia el interior del ojo. Esto provoca el roce de las pestañas con la córnea, lo que favorece la aparición de úlceras corneales, enrojecimiento, dolor y pérdida de visión paulatina. En los cuadros más graves se requiere una cirugía inmediata.

Un perro con el ojo rojo e hinchado.

En total, aquí te hemos presentado 10 causas por las que tu perro puede tener el ojo rojo e hinchado, pero no son las únicas. Ante cualquier duda o aparición de los signos clínicos citados, no dudes en acudir al veterinario con presteza. Para mantener la salud visual de un can a largo plazo, cada segundo de actuación cuenta.


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