El cáncer es una enfermedad que se presenta en prácticamente todos los vertebrados, no solo en los humanos. El tumor neoplásico aparece por una mutación en una estirpe celular, que comienza a crecer de forma desmedida y no sigue los parámetros de apoptosis y desarrollo normales. Este puede ser el evento inicial que desencadena el tumor perianal en perros, pero no todas las masas en esta región son cancerosas.
Los tumores en las glándulas perianales son muy comunes en perros, pero fuentes que veremos con posterioridad estiman que del 81 al 96 % de ellos son masas benignas no cancerígenas. Si quieres diferenciar entre ambos cuadros y conocerlo todo sobre el tumor perianal canino, sigue leyendo.
¿Qué es un tumor perianal?
Los sacos anales engloban agrupaciones de glándulas situadas en el ano tanto de perros como de gatos. Las paredes de estas estructuras están revestidas con un gran número de glándulas sebáceas, que producen un fluido con un olor característico. Este líquido se almacena en los sacos anales, que a su vez lo liberan por un conducto de forma directa al ano.
Este fluido es un excelente método de comunicación química en perros, pues las secreciones de las glándulas perianales se usan para marcar territorios y alertar a otros cánidos de la presencia de un ejemplar en un entorno dado. Los sacos anales se contraen con los movimientos intestinales, y por ello, liberan los fluidos junto con las heces.
El problema llega cuando un grupo de células secretoras en la pared de los sacos comienza a crecer más de lo normal. Si la estirpe celular se desarrolla hasta cierto punto de forma autolimitada se trata de un tumor benigno, pero si presenta potencial metastásico, se considera un cáncer.
Las glándulas anales le otorgan a las heces del perro un olor propio e intransferible.
Tipos de tumores perianales en perros
Tal y como indican fuentes veterinarias profesionales, una mascota puede presentar diversos tipos de tumores perianales. Te contamos los más importantes en las siguientes líneas.
Adenoma perianal
Los adenomas perianales son tumores benignos que corresponden a más del 80 % de los cuadros neoplásicos en esta región. Según el artículo Hormone-dependent neoplasms of the canine perianal gland, publicado en la revista médica PubMed, estas masas son dependientes de la actividad hormonal (andrógenos). Por ello, los machos son hasta 5,6 veces más proclives que las hembras a presentar estos adenomas.
Estos tumores no suelen ser dolorosos y no crecen más de 3 centímetros, aunque sí que pueden estar ulcerados y propiciar algunos cuadros médicos si no se tratan. A pesar de no ser cancerígenos, deben extirparse.
Adenocarcinoma perianal
Los adenocarcinomas perianales suponen el menos del 10 % de los tumores en estas zonas y sí son cancerígenos. A diferencia de los adenomas, estos crecen hasta 10 centímetros de longitud y se expanden a otras zonas del animal. Las masas tumorales pueden extenderse a los nódulos linfáticos, la región abdominal y los pulmones.
Epitelioma
Un epitelioma es un crecimiento anormal del epitelio, la capa de tejido que recubre la superficie de los órganos y otras estructuras del cuerpo del animal. Los epiteliomas se consideran casi malignos (borderline malignant) y son muy raros, así que no vamos a centrar nuestra atención en ellos.
Otros tumores, como linfomas, melanomas y tumores de mastocitos pueden aparecer en esta zona. De todas formas, no son exclusivos de la región anal.
Síntomas del tumor perianal en perros
Como podrás imaginar, los síntomas varían mucho dependiendo del cuadro del animal, pues nada tiene que ver un tumor benigno (adenoma) con uno maligno (adenocarcinoma). A continuación, te presentamos la signología general en ambos casos:
- Nódulo(s) de color rosáceo alrededor del ano: corresponden a una o más masas tumorales, son de pequeño tamaño y no están cubiertos de pelo. Los tumores benignos no suelen crecer más de 3 centímetros, mientras que los malignos se hacen mucho más grandes. Los adenomas son superficiales y rara vez afectan a tejidos profundos
- Signos de infección: la masa anormal puede infectarse o mostrarse ulcerosa. En estos casos, el perro puede presentar inflamación en la zona anal, además de vesículas llenas de pus y pápulas rojizas.
- Dificultad para defecar: este signo clínico solo se contempla en los adenocarcinomas, salvo excepciones. Como los cánceres infectan a tejidos más profundos, el tumor perianal puede provocar una obstrucción mecánica en la zona del recto.
- Síntomas sistémicos: si el cáncer se expande a otras zonas del cuerpo, la sintomatología dependerá del lugar afectado. Desde apatía a fallos respiratorios, una metástasis se puede manifestar de muchas formas.
Además, del 30 al 50 % de los perros con adenocarcinomas presentan hipercalcemia paraneoplásica, que se traduce en un exceso de calcio (Ca) en sangre. Este síndrome se manifiesta en forma de cansancio, letargia, confusión mental, anorexia, vómitos, estreñimiento y otros síntomas sistémicos.
¿Cómo se diagnostica el tumor perianal en perros?
Ante cualquiera de los síntomas citados, es necesario llevar a la mascota con presteza al veterinario. El profesional sospechará de la presencia de un tumor perianal al observar la masa directamente o al notar abultamientos —ya sea en las glándulas o en los nódulos linfáticos adyacentes— durante una palpación rectal.
De todas formas, para separar un adenoma de un adenocarcinoma, se hace necesario el análisis laboratorial de una muestra del tejido del tumor. A veces, el diagnóstico se confirma una vez se ha retirado la masa tumoral por completo.
Tratamiento de los tumores perianales
El tratamiento de todo tumor —sea maligno o no— pasa por una extirpación quirúrgica de la masa neoplásica. Si el perro tiene un adenocarcinoma, puede ser necesario extraer también tejidos adyacentes comprometidos, pues pueden quedar remanentes del cáncer que provoquen recaídas.
De todas formas, a veces la remoción quirúrgica no se puede hacer inmediatamente. Si la masa está cerca del esfínter anal o los bordes son difusos, se recomienda comenzar el tratamiento con la castración —en caso de los machos—. Si se extraen las gónadas, la acción de los andrógenos se reduce y se espera que la masa disminuya tamaño.
Por otro lado, si el tumor es de tipo adenoma y muy pequeño, se puede acudir a crioterapia o ablación láser. La radioterapia y quimioterapia están recomendadas en los adenocarcinomas más avanzados, si bien hay que tener en cuenta el estado de salud previo del animal y su edad antes de embarcarse con él en procesos tan demandantes —a nivel sanitario y monetario—.
Según el portal EMBRACE Pet Insurance, menos del 10 % de los perros vuelven a desarrollar adenomas una vez tratados.
Pronóstico y apuntes finales
El pronóstico del tumor perianal en perros dependerá de la edad del animal, del tipo de neoplasia y del estado de avance que presente la masa. Los adenomas no suelen reportar ningún problema tras su extracción, ya que desaparecen por completo en más del 90 % de los casos, siempre y cuando el procedimiento vaya acompañado de una castración.
Por otro lado, el pronóstico de los adenocarcinomas es muy delicado. Estos tumores crecen rápido y se pueden diseminar con facilidad a estructuras adyacentes, así que la remoción quirúrgica no siempre es la solución final. Dependiendo de si hay metástasis o no, la supervivencia del paciente canino variará.
Bibliografía
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- Hepatoid gland tumor, VCA Hospitals. Recogido a 14 de junio en https://vcahospitals.com/know-your-pet/hepatoid-gland-tumors
- Perianal Adenoma in dogs, EMBRACE Pet Insurance. Recogido a 14 de junio en https://www.embracepetinsurance.com/health/perianal-adenoma
- Choi, E. W. (2019). Deep dermal and subcutaneous canine hemangiosarcoma in the perianal area: diagnosis of perianal mass in a dog. BMC veterinary research, 15(1), 1-5.
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- Dow, S. W., Olson, P. N., Rosychuk, R. A., & Withrow, S. J. (1988). Perianal adenomas and hypertestosteronemia in a spayed bitch with pituitary-dependent hyperadrenocorticism. Journal of the American Veterinary Medical Association, 192(10), 1439-1441.