6 animales con melanismo

El melanismo en animales ha dotado a los seres que lo padecen de adaptaciones espectaculares, además de un color atípico al resto de seres vivos.

Uno de los animales con melanismo.

Los patrones de coloración en el pelaje, piel y plumas de los seres vivos están definidos según su especie y código genético. Sin embargo, a veces ocurren mutaciones a nivel de los genes que producen cambios en la coloración, como es el caso de los animales con melanismo.

El albinismo o el leucismo producen animales con falta total o parcial de pigmentación. También existen los animales con melanismo, que dan lugar a un intenso color negro. A diferencia de los albinos, los animales melánicos parecen estar bien adaptados al medio y padecen menos enfermedades asociadas.

Esto hace que, incluso en ciertas especies, los individuos melánicos destaquen sobre los ejemplares con un tegumento típico. En las siguientes líneas, encontrarás más información sobre el melanismos y algunos ejemplos muy curiosos de animales melánicos.

¿En qué consiste el melanismo?

El color de los animales y los pigmentos que producen las distintas tonalidades es toda una ciencia dentro de la zoología. Los diversos patrones de tonos que existen en los seres vivos suele deberse a la mayor o menor concentración de ciertos pigmentos. 

El color blanco de los animales, por ejemplo, se debe a la falta total de cualquier pigmento. Por otro lado, los distintos tonos de gris, azules, negros y marrones son el resultado de un distinto grado de acumulación de melanina, el patrón de distribución de la misma y cómo refleja la luz del sol. 

Otros colores como el amarillo, el naranja o el rojo son el resultado de la acumulación de pigmentos vegetales, como los carotenoides. Los animales consiguen estos pigmentos a través de una dieta parcial o totalmente vegetariana. No obstante, existen casos como el del alimoche —rapaz diurna— que consigue su tono amarillo al comer heces frescas de vacas.

La base de toda pigmentación en los animales es la melanina. Esta es producida por una células llamadas melanocitos. Ciertas mutaciones genéticas hacen que los melanocitos produzcan más melanina en todo el cuerpo del animal —y no solo en las zonas que según la especie debe aparecer—.

El melanismo no debe ser confundido con la melanosis, que es una enfermedad que causa la acumulación excesiva de melanina en los tejidos y se asocia con tumores malignos pigmentados.

Existen muchas especies de animales con casos de melanismo. En todas ellas, este color da, de una u otra forma, una ventaja sobre el resto de la población. Sin más dilación, veamos algunos ejemplos de animales con melanismo.

Animales con melanismo industrial

Uno de los casos más importantes de melanismo en animales es el de las polillas de abedul (Biston betularia). Estos insectos sufrieron las consecuencias de la revolución industrial producida el siglo pasado. 

En un principio, las polillas de esta especie eran blancas con moteado negro, pero debido a la contaminación del medio ambiente y al oscurecimiento de la corteza de los árboles por los residuos de la industria del carbón, las polillas comenzaron a volverse negras.

Realmente, las polillas no cambiaron para sobrevivir, sino que aquellas que nacían negras pasaban desapercibidas sobre los árboles ennegrecidos y sobrevivían a la depredación para poder reproducirse. La evolución no es un mecanismo consciente: las mutaciones son aleatorias, pero pueden beneficiar o no a quien las porta.

Una polilla melánica.

Igual que el caso de estas polillas, existen otros ejemplos de melanismo industrial en animales, como el de la serpiente marina (Emydocephalus annulatus). Estas serpientes son negras cuando habitan lugares donde hay un alto grado de contaminación, mientras que en ecosistemas sanos, mantienen su color natural.

Una serpiente marina.

El caso del lobo negro

El lobo negro o lobo melánico no es más que una variación del lobo gris (Canis lupus). Los científicos creen que estos animales obtuvieron este color debido a la hibridación con razas de perros domésticos, cuya descendencia siguió reproduciéndose con lobos.

La ciencia ha demostrado también que los lobos negros tienen mejores adaptaciones para la caza nocturna, parecen ser más resistentes a enfermedades y, por lo tanto, se reproducen más.

Un lobo negro mira a cámara.

Gusano cogollero africano

El gusano cogollero africano (Spodoptera Exeta) es otro de los animales con melanismo que existen en el mundo. Estos insectos son las larvas de unas polillas que viven en grandes grupos.

Uno de los problemas de la vida comunal es que las enfermedades y los patógenos viajan de un individuo a otro con mayor facilidad. Estudios recientes han demostrado que el melanismo en estos animales está ligado a la producción de una enzima que los hace totalmente resistentes a los patógenos.

Otro de los animales con melanismo.

Lagarto negro de lengua azul

Otra especie que se beneficia de tener una mutación que le proporciona un lindo color negro es el lagarto de lengua azul (Tiliqua scincoides scincoides). Este animal, habitualmente de colores tierra, se sirve de la piel oscura para absorber una mayor energía solar, sin la necesidad de exponerse tanto tiempo y con tanta frecuencia al sol.

En general, el melanismo en reptiles tiene como ventaja el poder aprovechar mejor los rayos del sol, sin tener incluso que exponerse directamente a él.

La cabeza de una tiliqua.

Animales con melanismo: la pantera negra

La pantera negra puede que sea uno de los iconos más populares entre los animales con melanismo. De hecho, este animal no proviene de una única especie, sino que tanto los jaguares melánicos como los leopardos son llamados vulgarmente panteras negras cuando tienen esta mutación.

Uno de los animales melanísticos.

No cabe duda de que los animales negros son realmente preciosos y además, el hecho de ser así los beneficia como especie y como individuos, ya que en la mayoría de los casos todo son ventajas. También resulta sorprendente como muchos animales desarrollan el melanismo como una adaptación hacia la contaminación producida por el ser humano.

Bibliografía

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