Las 6 enfermedades hereditarias en gatos

Las patologías hereditarias son objeto de estudio para la mejora de la reproducción en muchas especies animales. En perros, gatos, caballos y otros seres vivos, son un factor importante en la selección para la cría y preservación de las razas. Por este motivo, las enfermedades hereditarias en gatos seleccionados genéticamente están a la orden del día.

Actualmente, se conocen unos 60 genes en los cuales se han encontrado mutaciones responsables de condiciones clínicas en el gato y se han descrito más de 300 enfermedades hereditarias en esta especie, muchas de ellas análogas a patologías humanas. Te contamos todo lo que debes saber sobre las más importantes.

Las 6 enfermedades hereditarias en gatos

Los avances en el conocimiento del genoma de las especies están permitiendo identificar la base molecular de distintas enfermedades hereditarias. No podía ser de otro modo en los felinos domésticos, pues estos nos acompañan en el día a día y su salud es un tema clave en la medicina veterinaria.

Esto permite desarrollar análisis genéticos para realizar diagnósticos, útiles para confirmar la enfermedad en individuos asintomáticos —pero con antecedentes— y para el control y eliminación de patologías hereditarias de una población. Gracias a estas técnicas, se pueden llegar a evitar los cruces de animales portadores de mutaciones dañinas.

Por desgracia, algunas patologías continúan afectando a los felinos domésticos a día de hoy en base a su raza y genoma. A continuación, te mostramos las 6 enfermedades hereditarias más comunes en gatos.

1. Riñón poliquístico: la más común de las enfermedades hereditarias en gatos

El riñón poliquístico es una enfermedad hereditaria autosómica dominante que afecta a los gatos de raza persa y sus cruces, gatos burmés y british shorthair, entre otros. Teniendo en cuenta lo numerosa que es la raza persa, se considera la enfermedad hereditaria felina con mayor relevancia.

Esta patología se caracteriza por la aparición de quistes renales pequeños, cerrados y llenos de líquidos que pueden detectarse mediante ultrasonidos. Con el tiempo, los quistes crecen y se multiplican impidiendo la función renal y, por último, provocan un fallo crónico en los riñones.

Los quistes pueden estar presentes desde que el gato nace, aunque no se detectan por ultrasonidos hasta los 6 meses de edad. Se estima que hasta el 50 % de los ejemplares de raza persa desarrollarán riñones poliquísticos a lo largo de su vida.

2. Cardiomiopatía hipertrófica

La cardiomiopatía hipertrófica es la enfermedad cardíaca más común en el gato doméstico y también es hereditaria en razas como el maine coon y ragdoll. La patología se caracteriza por un crecimiento en el grosor de la pared del ventrículo izquierdo.

Esta cardiomiopatía se debe a una mutación puntual en el gen que codifica la proteína de las fibras del músculo cardíaco. Los gatos afectados por esta mutación pueden presentar distinto grado de afectación y los casos más severos acaban en fallo cardiaco.

3. Atrofia muscular espinal

Es una enfermedad autosómica recesiva de aparición temprana, en torno a las 12 semanas de edad. La pérdida de neuronas provoca atrofia muscular esquelética y debilidad en el felino.

Los síntomas van desde las anormalidades en el andar y la postura a la incapacidad para saltar y trepar, intolerancia al ejercicio, sensibilidad al roce en la espalda y dificultad respiratoria. Los gatos pueden llegar a adultos, ya que la enfermedad no es mortal —pero sí incapacitante—. Los animales enfermos requieren cuidados especiales durante toda su vida.

4. Atrofia retinal progresiva

Los gatos afectados nacen con una visión totalmente normal, pero aproximadamente al año y medio o 2 años de edad comienzan los cambios en su retina. Los bastones, células encargadas de la detección del movimiento, visión nocturna y periférica, se degeneran progresivamente. Las células fotorreceptoras también se ven dañadas.

La consecuencia final de la degeneración de ambos tipos de fotorreceptores es la ceguera, evento que ocurre entre los 3 y 5 años de edad del felino. Algunas de las razas de gato más predispuestas a la atrofia retinal progresiva son el abisinio, somalí, miamés, singapur y tonkinés, entre otros.

5. Deficiencia de la piruvato kinasa eritrocítica

La deficiencia de la enzima piruvato quinasa en los eritrocitos provoca una anemia hemolítica hereditaria en felinos abisinios, somalíes y en gatos domésticos de pelo corto. Es otra de las enfermedades hereditarias más frecuentes en gatos.

El organismo no tiene suficiente glóbulos rojos sanos que proporcionen oxígeno a los distintos tejidos del cuerpo. Los eritrocitos se destruyen antes de lo normal, lo que se traduce en síntomas como letargia severa, diarrea, mucosas pálidas, pérdida de apetito y bajada de peso. Es detectable en las analíticas sanguíneas.

6. Gangliosidosis

La gangliosidosis es una enfermedad hereditaria neurodegenerativa que también se debe a una mutación puntual en un gen. Esta patología fue descrita por primera vez en gatos de la raza siamés y posteriormente en el korat, que deriva de esta misma raza.

Los síntomas neurológicos aparecen a los 3 meses y medio de edad y comienzan con un ligero temblor en la cabeza o las extremidades. A medida que progresa la enfermedad, los gatos tienen dificultades al andar, cegueras y ataques epilépticos en la fase terminal de la enfermedad, en torno a los 9 o 10 meses de edad.

Estas son las 6 enfermedades hereditarias más comunes en gatos. Si tienes pensado adquirir un felino de alguna de las razas mencionadas con anterioridad, acude a un criador de confianza e infórmate sobre las posibles patologías que pueda desarrollar con el tiempo, así como los tests genéticos disponibles en el mercado.