Resfriado en canarios: una afección muy común

El canario (Serinus canaria domestica) es una subespecie del canario común desarrollada durante siglos de selección en cautividad. Junto con el periquito, es el ave de compañía predilecta a nivel global pero, por desgracia, pocos tutores conocen acerca del común resfriado en canarios.

Al ser las aves animales de sangre caliente, a veces se descuidan sus necesidades térmicas, pues se piensa que ellas solas pueden autorregularse ante cualquier inclemencia ambiental. Nada más lejos de la realidad. Si quieres conocerlo todo sobre el resfriado en canarios, continúa leyendo.

Síntomas del resfriado en canarios

El resfriado en canarios, como en el resto de vertebrados, se trata de una infección de las vías respiratorias superiores por microorganismos patógenos moderadamente leves. Sin ir más lejos, el virus Influenza A causa infección tanto en mamíferos como en aves, por lo que se trata de un agente etiológico compartido.

Estos microorganismos son oportunistas, pues suelen asentarse en el tracto respiratorio del animal cuando este presenta un sistema inmune debilitado. ¿Cuándo sucede esto? Por sorprendente que pueda parecer, los cambios de temperatura bruscos y las corrientes de aire pueden disminuir la capacidad inmunitaria del ave mucho más de lo que crees.

Algunos de los signos clínicos más comunes en canarios resfriados son los siguientes:

• Secreción húmeda de las fosas nasales.
• Ligera disnea —ahogo a la hora de respirar— y respiración cansada.
• Abatimiento general y tristeza en el animal, acompañado de una actividad reducida.
• Pérdida de canto en el caso de los machos.
• Plumaje erizado.

La mayoría de estos signos son típicos de un catarro o resfriado, pero también pueden presentarse en cuadros más graves, como el asma, la psitacosis, la fiebre Q, la alveolitis alérgica y otras muchas patologías asociadas. Si el cuadro clínico de tu mascota no mejora en unos pocos días, acude con presteza a un veterinario.

Causas

Por desgracia, muchos tutores primerizos desestiman la importancia de la localización física de la jaula. La realidad es que es tan importante que la instalación sea adecuada y espaciosa, como que se encuentre en el lugar correcto de la casa. Muchos de los casos de resfriado en canarios se podrían prevenir teniendo este parámetro en cuenta.

Hay que evitar colocar la jaula en el exterior del hogar durante el invierno pero, sobre todo, tener muchísimo cuidado con que no se produzca corriente en la instalación del pájaro. Se teoriza que las corrientes de aire deterioran las mucosas del tracto respiratorio en vertebrados, por lo que facilitan la entrada de posibles virus.

Así pues, la colocación de la jaula al lado de una ventana o en un pasillo es una receta para el desastre. Vigila que no se produzcan corrientes que puedan afectar al ave y no abras las ventanas en las primeras horas del día durante el invierno. Todos estos eventos pueden causar desajustes térmicos en el animal.

Diagnóstico y tratamiento

Ante el cuadro clínico previamente descrito, lo más aconsejable es acudir al veterinario. Ciertos pájaros son asmáticos, por lo que requieren de un diagnóstico concreto y ciertos medicamentos de por vida. Además, es posible que tu mascota presente una patología más severa que un simple resfriado.

Una vez diagnosticado, suele recetarse al animal el antibiótico estreptomicina, en caso de que la infección sea de origen bacteriano. Por otro lado, los suplementos de vitamina B6 disueltos en el agua de la bebida suelen ser efectivos para evitar esta patología, ya sea de origen vírico o bacteriano.

También suele ser de ayuda introducir un comedero accesorio en la jaula con pasta de huevo especial para canarios. Esto aporta a los animales la materia grasa necesaria para conseguir termorregularse durante el invierno.

A partir de los 8 °C, los canarios pueden entrar en un cuadro de hipotermia.

Una patología prevenible

Por desgracia, los catarros y resfriados son eventos muy comunes en canarios. Muchos tutores desestiman la importancia de la localización de la jaula, pues creen que con mantener la comida en su sitio y el agua fresca es suficiente. La realidad es que las corrientes de aire y los cambios de la temperatura pueden ser peligrosos para estas aves.

Si mantienes a tu pájaro seguro en la casa y sin cambios bruscos en la temperatura, evitarás que muestre este cuadro clínico, incluso en los meses más fríos del año.