Boa esmeralda (Corallus caninus): cuidados en cautiverio

Debido a su piel resplandeciente y su carácter apaciguado, la boa esmeralda es uno de los reptiles más populares mantenidos como mascota exótica.

Una boa esmeralda en un terrario.

La boa esmeralda o boa del árbol esmeralda (Corallus caninus) es una especie de serpiente no venenosa muy apreciada por los entusiastas de estos animales. Gracias a su cría en cautividad —así como el cuidado en zoológicos—, años y años de mantenimiento han permitido que se conozcan muy bien los cuidados mínimos de la especie.

Como con cualquier otro reptil de la familia, el calor, la luz y el terrario son factores claves para conseguir que este animal crezca y viva cómodamente. Eso sí, antes de adquirir una boa esmeralda se debe tener en cuenta cierta información previa para no saltarse leyes internacionales. Tras esto, te contamos todo lo necesario para cuidar de este animal en cautividad.

Consideraciones previas

Para ser vendida como mascota, la boa esmeralda en ciertas ocasiones es recolectada de su medio natural. Por desgracia, es esta recolección su principal amenaza como especie.

Según los datos aportados por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), 2365 individuos fueron sacados de Guyana —país principal de presencia de la especie— en los últimos tiempos para ser vendidos como mascotas en otros países fuera de Brasil, donde es completamente ilegal su comercio.

La boa esmeralda está incluida en el Apéndice II de Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Esto significa que su venta internacional está regulada. Como dijimos, en Brasil está prohibida tanto su recolección, como cría y venta.

Si se desea tener este animal como mascota, hay que asegurarse de que proviene de la cría en cautividad y que el país donde viva el tutor permita su tenencia legal. Comprar a uno de estos animales sustraídos de su medio natural no es solo una cuestión ética, sino un delito en ciertas regiones.

Una boa esmeralda sobre un fondo blanco.

Cuidados en cautividad de la boa esmeralda

Las boas esmeraldas necesitan, sobre todo, un entorno muy estable con respecto a la humedad, temperatura y ventilación. Además, son animales que generan poco residuos, ya que mudan su piel dos veces al año y defecan cada dos meses, según el tipo de alimentación y la cantidad.

¿Cómo debe ser el terrario de la boa esmeralda?

El terrario ideal para una boa esmeralda adulta debe medir al menos un metro de largo y ancho y otro metro de alto. Estos animales son arbóreos durante el día. Durante las horas de luz, la boa se enroscará en una rama alta y descansará. En cambio, por la noche se moverá activamente por el suelo del terrario.

Para los ejemplares jóvenes, un terrario de cristal de 100 litros es suficiente, pero conforme crezcan habrá que trasladarlos a urnas más grandes. Estos animales suelen alcanzar una longitud cercana a los 2 metros, aunque se sabe de ejemplares que casi llegaron a los 3 metros en su edad adulta.

Es muy importante tener en cuenta este factor. La boa esmeralda es un animal grande, si no se le puede ofrecer un recinto en condiciones cuando llegue a su edad adulta, es mejor no adquirir un ejemplar.

Por su conducta arborícola, el terrario deberá poseer diversos troncos resistentes y gruesos colocados a distintas alturas, para facilitar el descanso de la serpiente. Además, al menos uno de estos troncos debe estar apoyado en el interior del recinto para el baño, por razones que veremos más adelante.

Con respecto al sustrato, este puede estar compuesto por hojas de periódicos o revestimientos lavables para reptiles. Aunque son más fáciles de limpiar, estos no ayudan a la serpiente a la hora de la muda. Así, es mejor colocar un sustrato hecho con mantillo y hojas secas. Cuando la serpiente mude, al moverse sobre el sustrato, este le ayudará a desprenderse de su antigua piel.

Parámetros ambientales dentro del terrario

La boa esmeralda proviene de regiones tropicales y, por ello, le gustan el calor y la humedad. Sin embargo, el calor excesivo puede molestarla. Lo mejor es diseñar un terrario donde el animal se mueva si necesita más frio o calor.

De este modo, es interesante colocar una cinta calefactable en la zona alta del terrario. El calor tiende siempre a elevarse y el frío a caer. De esta manera, si la serpiente tiene frío subirá a las ramas altas y si por el contrario siente calor, bajará a las ramas bajas o al suelo.

La temperatura deberá mantenerse constante a 27 ºC durante las horas de luz, y a 21 ºC durante la noche. Para ello, tener un termómetro e instalar ventiladores es fundamental para mantener este equilibrio en el interior de la instalación.

A la hora de fijar un horario de luz-oscuridad, puede colocarse una bombilla común que no produzca calor y controlarla con un temporizador. El día deberá tener 12 horas y la noche otras 12. Con respecto a la luz UV, aunque no sea imprescindible, si se quiere que el animal luzca la piel lo más bella y luminosa posible, lo mejor es colocarla.

Por último, el nivel de humedad debe estar entre el 60 % y el 70 %. Para conocer la humedad del recinto se puede colocar un higrómetro. Como en las selvas de donde son originarias estas serpientes llueve todos los días, habrá que rociar el terrario con agua a diario o bien instalar un nebulizador. 

Esta serpiente se hidrata a través de sus escamas o bebe las gotas de agua que quedan en las paredes del tanque. Del mismo modo, suele visitar el baño para hidratarse o defecar. Para facilitar y animar a la serpiente a usar el baño, se debe colocar una rama que termine dentro del propio recinto con agua, como dijimos en un principio. 

Entre nebulizaciones, se debe permitir que el tanque se seque por completo. Un exceso de humedad puede provocar la aparición de hongos en el terrario, así como infecciones en la piel de la serpiente.

Cómo alimentar a una boa esmeralda

El mejor alimento para la boa esmeralda en cautividad es la rata. Esta comida puede conseguirse a través de criadores en internet o tiendas físicas especializadas. El alimento viene congelado y se mantendrá así hasta que sea ofrecido a la serpiente, momento en el que se descongelará previamente.

Para alimentar a la boa es necesario conocer su edad y sexo. Las hembras adultas comerán una rata mediana —entre 150 y 175 gramos— cada 3 semanas. Los machos llevarán la misma pauta de alimentación, pero la rata debe ser más pequeña —entre 75 y 125 gramos—.

Este debe hacerse de esta forma porque, ante todo, nunca debe sobrealimentarse a una boa esmeralda. Estos animales deben ser delgados para poder trepar fácilmente por los troncos. Una vez que la serpiente haya sido alimentada en 3 ocasiones, no se le volverá a ofrecer comida hasta que haya defecado.

Una boa esmeralda sobre una rama.

Como verás, tener una boa esmeralda de mascota puede no suponer un gran trabajo, aparte de tener un gran terrario y mantener la temperatura y humedad. Lo único imprescindible para que la especie se mantenga es no adquirirla nunca a un proveedor desconocido que haya podido traficar con un ejemplar extraído de su medio natural.

Bibliografía

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