Los callos en perros, esos engrosamientos que a veces aparecen en el área de los codos, no suelen ser más que la consecuencia natural de apoyarse en ellos. No obstante, al igual que los callos de nuestros pies, estas surgencias deben tener un mantenimiento para evitar problemas. Aquí puedes leer cómo tratar y humectar los callos en perros.
Al comienzo de estas líneas encontrarás una definición y problemas frecuentes que pueden derivarse de los callos. Como se dice habitualmente: la información es poder y siempre es mejor prevenir que curar.
¿Qué es un callo?
Se puede definir un callo como una formación definida de queratosis en la piel. Por decirlo de otra manera, es un engrosamiento en una zona concreta de la piel, que normalmente está bien definida y donde ha dejado de crecer el pelo.
Esto ocurre cuando el perro tiene ciertas posiciones fijas para descansar —como tumbarse en esfinge apoyando los codos—. Si la superficie es dura y la postura muy recurrente, la piel acaba engrosándose para proteger el hueso.
Las razas de pelo grueso —border collie o perro de aguas, por ejemplo— están relativamente más exentas de desarrollar callos, ya que su pelaje los protege contra la presión. Por el contrario, las razas grandes, como un labrador o mastín, tienden a desarrollarlos más fácilmente debido a su peso y al pelo corto.
¿Cuándo es hora de tratar y humectar los callos en perros?
Como dijimos en las primeras líneas, los callos son normales y el único impacto que tienen es estético. Sin embargo, a veces pueden complicarse de alguna de las siguientes maneras:
- Úlceras y grietas: puesto que el callo está engrosado y queratinizado, es posible que se agriete, lo que causa dolor, molestia y sangrado.
- Piodermas: la piel en este estado también es susceptible de padecer infecciones, sobre todo si se ha agrietado.
- Dolor e incomodidad: si el callo es demasiado grueso y está muy seco, es posible que el perro sienta picores, dolor al apoyarse o no sepa cómo colocarse para descansar.
Cuando esto ocurre, una breve visita al veterinario puede solucionar rápidamente este problema. Sin embargo, como lo más barato y cómodo suele ser la prevención, a continuación encontrarás cómo tratar y humectar los callos en perros para que tu can no tenga que sufrirlos.
Cómo prevenir la aparición de callos en perros
Al igual que los callos de un humano, en su estado normal no son más que algo que se querría tratar desde una perspectiva estética. Te contamos 4 puntos esenciales para evitar su aparición.
1. Proporcionar una superficie blanda para descansar
La formación de callos es directamente proporcional a la dureza de la superficie donde el perro descanse. Es decir, si el can duerme o descansa sobre suelos de tierra, piedra o materiales similares, es mucho más probable que desarrolle callos.
Para evitarlo, lo mejor es proporcionar una cama o una superficie blanda para el descanso del perro. La mascota del hogar lo agradecerá no solo sin desarrollar callos, sino también con un mejor descanso.
2. Tener en cuenta la temperatura
Muchas veces se puede observar que los perros no usan su lugar de descanso habitual en épocas calurosas. Una cama especialmente cálida hará sus delicias en invierno, pero en verano puede que busquen superficies frescas para descansar, como un suelo de mármol o un pedazo de tierra a la sombra.
Para asegurarte de que los canes sigan usando sus camas en verano, es importante comprarlas de materiales neutros en cuanto a la conservación del calor se refiere —evitando terciopelos y pieles—. Lo mejor es que sea un material transpirable y lavable, que se pueda cubrir con mantas o prendas de abrigo en invierno y con mantas refrigerantes en verano.
3. Evitar el sobrepeso
Un mayor peso del animal implica más presión sobre la piel en caso de reposo. Un perro sin sobrepeso no solo evitará todas las complicaciones para la salud propias de ello, sino que podrá descansar evitando callos y úlceras por presión.
4. Mantener una correcta higiene donde el perro descanse
El lugar de descanso de un perro debe estar lo más limpio posible. El animal no puede descansar donde come o hace sus necesidades —aunque ellos mismos lo suelen evitar— y debe lavarse con una frecuencia aceptable. De esta forma, se evitan las infecciones oportunistas.
Si el perro ya tiene callo o algún tipo de herida, estos podrían derivar en una pioderma.
¿Cómo tratar y humectar los callos en perros?
Como prevención, se puede adquirir alguna crema o cera para aplicársela al can en los callos de forma regular o cuando estén especialmente secos. Si esta crema contiene aloe vera y vitamina E, mucho mejor. El aloe vera tiene un gran poder humectante y la vitamina E es antioxidante, lo que favorecerá que la piel no se agriete.
Es importante vigilar que el perro no ingiera estas cremas, por lo que habrá que controlarlo hasta que se absorba el ungüento. El mejor momento para aplicarlo es después del baño.
La cera para las almohadillas muchas veces sirve también para los callos en codos y otros lugares. No olvides consultar primero antes de aplicarla, ya sea a un especialista o en la tienda de mascotas.
Si los callos ya han derivado en úlcera o pioderma, es necesario acudir a un veterinario para que los trate. Una infección puede ser grave, por lo que no se debe dejar para otro día.
Como conclusión, una vez más la mejor solución es la prevención. En caso de ya hayan aparecido, lo mejor es tratar y humectar los callos en perros con las soluciones ya descritas y, por supuesto, consultar a un especialista.
¡Todo esto será de gran ayuda para evitar esta molestia y maximizar su comodidad y bienestar!
Bibliografía
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- Yotti Álvarez, C. L. (2010). Novedades en el diagnóstico y tratamiento de la Pioderma canina. Revista del COLVEMA. http://www.colvema.org/pdf/1215pioderma.pdf
- Guerrero Fernández de Córdova, G. F. Evaluación de fracturas diafisiarias, formación del callo ciatrizal hasta la curación clínica, con la utilización de symphytum en pacientes caninos entre 12 a 48 meses de edad.