Los 4 tipos de sustrato para el acuario

El tipo de sustrato en el acuario determina, en gran medida, las cualidades fisicoquímicas del ecosistema. No existe una variante buena y una mala: esto depende de las especies que habiten el tanque.

Sustrato para el acuario.

A la hora de construir y diseñar un tanque para peces, uno de los factores más importantes y sobre el cual las personas suelen tener muchas dudas es el sustrato para el acuario. ¿Cuál es el mejor sustrato para la pecera? ¿Atascará este el sistema de filtros? ¿Podrán vivir plantas en él? ¿Dañará a los peces este tipo de guijarro? ¿Realmente se necesita sustrato?

Estas y una infinidad más de cuestiones pueden surgir a la hora de seleccionar el mejor tipo de sustrato para un acuario específico. A continuación, se muestran los tipos de sustratos más comunes. También se explicarán sus usos y la problemática que podría surgir con cada uno de ellos.

1. Sustrato para el acuario tipo arena

El sustrato de arena para el acuario es uno de los más utilizados, sobre todo combinado con grava, guijarros o rocas grandes. La arena se comercializa en distintos tamaños. Por desgracia, las variantes que son muy finas provocan varios inconvenientes:

  • Se compactan fácilmente, lo que podría crear pequeñas bolsas con ausencia de oxígeno donde crezcan bacterias anaerobias nocivas para los peces.
  • La alta compactación impide el desarrollo radicular de las plantas vivas. Además, todos los tipos de arenas son pobres en nutrientes, por lo que ningún sustrato arenoso es bueno para las plantas.
  • Si algún pez remueve la arena muy fina, esta se quedará en la columna de agua durante largo rato, debido a su bajo peso. 
  • Si no se poseen animales que muevan la arena, esto se deberá hacer manualmente para que no se formen bolsas sin oxígeno.

Una de las mayores ventajas que tiene la arena es que, al compactarse, impide que los desechos o el alimento no ingerido se pierdan por el sustrato y se quede todo en la superficie.

Por otro lado, hay peces que necesitan un sustrato arenoso. Los corydoras, por ejemplo, tienen una piel muy delicada y les encanta buscar comida en el lecho. Por esta razón, es fundamental que un tanque con peces cory tenga un sustrato arenoso o con grava sin aristas afiladas.

Un cangrejo sobre un sustrato de tipo arena.
Un cangrejo arcoíris sobre un sustrato de tipo arena.

2. Grava o guijarros

Puede que la grava sea el tipo de sustrato más utilizado en el mundo de la acuariofilia. Se comercializa en multitud de tamaños y colores, desde fosforitos hasta tonalidades más similares a las naturales.

El color que se elija no es ningún inconveniente, siempre y cuando el agua mantenga todo sus parámetros dentro del rango óptimo y los peces estén bien alimentados.

Al igual que ocurre con la arena, el tamaño del guijarro o la grava también puede variar. Elegir entre uno y otro dependerá exclusivamente de los tipos de peces que viven en el acuario. 

Por ejemplo, los peces de colores tienden a picar el sustrato y, si las gravas son tan grandes como sus bocas, pueden ingerirlas por error y atragantarse. Esto provocaría la muerte del pez.

Por otro lado, muchos peces que pasan el día buscando comida y desechos en el fondo podrían ver dañadas algunas partes de su cuerpo por gravas afiladas. Las lesiones podrían infectarse y comprometer la vida del animal.

Esto no quiere decir que la grava sea un mal sustrato, todo lo contrario. Simplemente se debe elegir correctamente en base a los habitantes del acuario. Para ello, hay que informarse muy bien sobre el tipo de vida que llevan las especies de animales que quieren introducirse en el tanque.

La grava, a diferencia de la arena, sí es un buen sustrato para ciertos tipos de plantas, que pueden agarrarse con facilidad a los guijarros. Además, a pesar que los huecos entre piedra y piedra son un foco de acumulación de desechos, la grava es fácil de limpiar.

Lo mejor es disponer de una aspiradora de grava y cada cierto tiempo realizar un buen aspirado para evitar la proliferación de bacterias potencialmente dañinas.

Un acuario con grava.

3. Sustratos especializados para el acuario

Los sustratos vistos hasta ahora, arena y grava, son inertes. Esto quiere decir que no modifican para nada las características fisicoquímicas del agua del acuario. Por el contrario, los sustratos especializados son aquellos que aportan ciertas características o las modifican. Entre ellos, encontramos los siguientes:

  • Aragonito: este tipo de sustrato tiene la capacidad de impedir o regular los cambios en el pH del agua. Además, endurece mucho el agua, por lo que solo es recomendable en aquellos acuarios con aguas salobres o uno para cíclidos africanos.
  • Vermiculita: es bueno cuando se desea tener un acuario con muchas plantas vivas, ya que este es rico en potasio y magnesio.
  • Turba: este sustrato baja enormemente el pH del acuario, por lo que los peces que habiten en él deben vivir bien en aguas ácidas. Es muy buen sustrato para las plantas, sin embargo, libera mucho nitrógeno —tóxico para los peces— y ensucia mucho el agua.

Los sustratos especializados son mejores para aquellos acuaristas expertos que buscan algún tipo de resultado concreto dentro del acuario. Lo mejor es comenzar con sustratos inertes o sin sustrato.

Una persona sujeta vermiculita.

4. Acuario con fondo desnudo

¡Así es, puede configurarse un acuario sin ningún tipo de sustrato! Como todos los sustratos, un tanque sin él también tienen sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, el inconveniente principal es que no pueden introducirse ningún pez o animal que viva ligado al fondo del tanque.

El hecho de no tener sustrato facilita enormemente la limpieza manual del fondo. No obstante, no habrá proliferación de las bacterias beneficiosas del acuario y todo los parámetros deberán ser ajustados manualmente.

Es cierto que la mayoría de bacterias beneficiosas crecen en el filtro, pero buena parte también lo hace en los fondos de acuario. Sin sustrato, esto no es posible.

Por otro lado, los acuarios con fondo desnudo suelen ser menos atractivos y, además, muchos peces pueden estresarse al ver el reflejo en el fondo. En general, este tipo de tanques está reservado a instalaciones de cría o zonas de hospitalización, cuando un pez tiene algún problema y debe tomar medicación.

Un acuario vacío.

Todos los sustratos —y no sustratos— pueden ser buenos y malos a la vez. La mejor forma de elegir un sustrato es estudiar e informarse muy bien de los animales que quieren introducirse en el tanque. De esta manera es muy difícil equivocarse.

Bibliografía

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