4 peces de fondo ideales para tu acuario

Construir un acuario no es tarea fácil, pues los parámetros del agua, la temperatura, la vegetación, la decoración e incluso la combinación de las distintas especies de peces pueden suponer todo un mundo de variables. Los peces de fondo, limpiafondos o peces limpiadores son un grupo de animales que colaboran con la limpieza del acuario.

Por suerte, este grupo de seres vivos te ayudará a mantener a raya la suciedad de tu tanque. Son muchas las especies de peces limpiadores y pertenecen a familias muy diferentes. En las siguientes líneas te presentamos los cuatro peces más efectivos a la hora de mantener el acuario limpio.

¿Qué son los peces de fondo?

Los peces de fondo —conocidos también como peces limpiadores— se llaman así porque se encargan de limpiar el fondo y las paredes del acuario de las algas y la materia orgánica depositada.

En la naturaleza, a estos animales —y otras especies animales y vegetales— se les conoce como peces bentónicos, ya que se alimentan en los fondos. Estos peces no sustituyen a un sistema de filtrado, necesario para el mantenimiento del agua en el acuario. Contribuyen a la limpieza del agua, pero no se encargan totalmente de ella.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta, por obvio que parezca, es que no se puede dejar sin comer a estos animales. Las algas y la materia orgánica de la que se alimentan no es suficiente para ellos. El tutor debe elegir un tipo de comida adaptada para todas las especies del acuario, lo que también incluye a las limpiadoras.

Una vez nos hemos quitado de en medio las consideraciones iniciales, es hora de presentarte cuatro especies de peces que supondrán un magnífico equipo de limpieza para tu acuario. No te las pierdas.

1. Los pacíficos Corydoras

Los Corydoras son unos de los peces de fondo más populares entre los aficionados a la acuariofilia. Son animales de agua dulce pacíficos y gregarios, por lo que es necesario tener a varios ejemplares en pequeños cardúmenes. Estos peces deben contar con un volumen mínimo del acuario de 70 u 80 litros.

Existen más de 170 especies diferentes de Corydoras. Son peces pequeños, de unos tres a seis centímetros de longitud. Su aspecto nos recuerda al de un pequeño siluro, por los seis barbillones que poseen alrededor de la boca.

Estos simpáticos animales no tienen escamas pues, en su lugar, poseen unas placas óseas que recubren su cuerpo. Por su longevidad, resistencia y estética son peces muy demandados en los acuarios.

2. Hypostomus Plecostomus, plecos o chupacristales

Los plecos o chupacristales son también peces siluroformes. Se utilizan en algunos acuarios como equipo limpiador, pero debido al gran tamaño que pueden alcanzar —un adulto supera los 30 centímetros y puede llegar hasta 60— se recomienda optar por otras especies en tanques pequeños y medianos.

Estos peces tienen el vientre aplanado y salvo en esta zona —y bajo la cabeza— están completamente recubiertos de escamas óseas. Su boca tiene forma de ventosa y mira hacia abajo, lo que les da un aspecto característico.

Esta especie necesita un acuario mínimo de 250 litros para un solo ejemplar, aunque se puede tener con otros tipos de peces, con los que suele ser pacífico. Esto no es así con los ejemplares de su propia especie, pues los plecos suelen mostrar un comportamiento territorial.

3. Ancistrus, un pleco en formato pequeño

Los Ancistrus son peces de fondo pequeños, con patrones muy característicos en sus cuerpos. Son parecidos a los plecos, pero no llegan a superar los 10 centímetros de longitud, por lo que es una especie indicada para acuarios más pequeños.

Su cuerpo también es aplanado, con la boca en forma de ventosas, lo que le permite a este pez alimentarse de las algas pegadas a las superficies del acuario con facilidad.

La coloración normal es gris o negra, pero existen ancistrus albinos, oro, rojos y con manchas. También es fácil identificar a los machos y las hembras en el acuario, pues se pueden diferenciar ambos sexos por la presencia de bigotes: los machos los presentan, mientras que las hembras no.

4. Otocinclus affinis o dorado

Estos peces son muy diferentes a los anteriores, pues miden entre cuatro y cinco centímetros de longitud y su cuerpo es alargado, redondeado en el dorso y aplanado ventralmente, como su cabeza. Presentan una ventosa succionadora en la boca, característica de la familia de estos peces, que les sirve para fijarse en las rocas o plantas.

Por raro que suene, estos peces no nadan, ya que realizan saltos laterales sobre el fondo y se sujetan con la boca al sustrato. Esta estrategia es la que utilizan en su medio natural para evitar ser arrastrados por la corriente de los ríos que habitan.

Son peces de color amarillo ocre o dorado, con franjas laterales negras, y la parte ventral es de color blanca. Su dieta es principalmente herbívora, pues se alimentan de algas verdes y marrones, pequeñas plantas y microorganismos presentes en ellas.

El Otocinclus es un pez nocturno: por el día permanece escondido en un refugio y sale de noche para alimentarse. Al igual que los anteriores, estamos ante una especie gregaria.

Estos son algunos de los peces de fondo más populares en los acuarios. Recuerda que su labor no sustituye por completo la función de un buen filtro y que debes proporcionarles un alimento específico para mantenerlos sanos, ya que no sobreviven únicamente a base de «la suciedad» del acuario.