Las poblaciones silvestres de loro gris africano están en peligro. Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la naturaleza (IUCN), esta especie se encuentra en una situación delicada debido a su drástico declive numérico en las últimas décadas.
Esto se debe, principalmente, a que entre los años 1994 y 2003 se extrajeron más del 21 % de los individuos salvajes de forma anual con el fin de venderlos en el mercado internacional. Por ello, a día de hoy el loro gris está en la categoría más alta de la lista de protección animal y su comercio es ilegal.
La situación actual de las aves
Según la Lista Roja de la IUCN, más de 32 000 especies de seres vivos se enfrentan a un riesgo considerable de extinción. De todas ellas, el 14 % son aves.
Más allá de esto, organizaciones como el SEO Birdlife reportan que un 28 % de las especies de loros se encuentran en un estado de conservación crítico. De hecho, 111 de las 389 especies comprendidas dentro del orden de los Psittaciformes están expuestas a una serie de riesgos que causan sus declives poblacionales.
Informes recabados por esta asociación destacan que tres tipos de loros se encuentran en especial riesgo. Estos son los siguientes:
- Aquellos con una pequeña distribución histórica, por ejemplo los que habitan en islas.
- Los loros de mayor tamaño, pues son longevos pero tienen pocas crías y alcanzan la madurez sexual tarde.
- Los loros que habitan en zonas boscosas que están sufriendo episodios repetidos de deforestación.
Como podemos ver, los loros son unas aves de extrema inteligencia y capacidad cognitiva, pero por desgracia esto no les salva de la actividad humana.
El loro gris africano (Psittacus erithacus) cae en la segunda categoría, pues se trata de un ave media-grande de unos 400 gramos de peso y más de 30 centímetros de altura.
Estos animales son monógamos y el periodo de incubación de los huevos es lento y costoso, por lo que la progenie producida no es nada elevada —tres huevos por hembra aproximadamente—. Además, se trata de una especie de crecimiento lento, pues los loros grises no alcanzan la madurez sexual hasta los 3-5 años de edad.
El problema del comercio ilegal
Como ya hemos dicho con anterioridad, del año 1994 al 2003 se produjo una esquilmación de las poblaciones silvestres de la especie, pues se calcula que se vendieron más de 359 000 animales producto de la caza y captura.
Esto, en datos estadísticos, se traduce en que anualmente se perdían el 21 % de los integrantes de las poblaciones salvajes. Además, el porcentaje de mortalidad de los animales capturados era desorbitado —más del 60 % morían antes de llegar al mercado internacional—.
Por ello, la Unión Internacional Para la conservación de la Naturaleza ha catalogado al loro gris como «en peligro» (EN). Los efectos combinados de la captura furtiva, la caza para la obtención de sus materiales en medicina tradicional y la pérdida de hábitat están acabando con la especie lentamente.
El loro gris es el el segundo psitácido que más se ha capturado históricamente con fines humanos.
Una actuación inmediata es necesaria
Por todos estos motivos, en el año 2016 los países miembros de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) firmaron un acuerdo que prohibía la adquisición de loros grises capturados en libertad.
A pesar de todo esto, diversos periódicos señalan que el comercio ilegal de esta especie no ha sido frenado del todo. Aún se pueden encontrar en su país de origen ejemplares capturados de la naturaleza, a precios tan desorbitados como 2000 dólares por animal.
Esto no quiere decir que tener un loro gris africano como mascota sea ilegal. Su tenencia es teóricamente posible, siempre y cuando se presente una documentación clara y respaldada por un organismo oficial que certifique que el animal ha sido criado en cautiverio.
La legislación varía por países, por lo que antes de adquirir un animal exótico, siempre es conveniente informarse sobre asuntos legales con un profesional.
Una responsabilidad ciudadana
Ya lo dicen varios profesionales en la materia: «sin demanda no hay oferta». Es nuestra obligación como tutores el cerciorarnos de un origen legal de todas y cada una de las mascotas, pues así evitamos sucesos como el que aquí te hemos contado.
Las medidas de regulación establecidas a nivel internacional para la conservación del loro rojo tienen como intención frenar su declive poblacional, pero mientras la captura ilegal siga sucediendo, no podemos asegurar la permanencia de esta especie en la naturaleza.
Bibliografía
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- Lista Roja de la IUCN. Recogido a 7 de octubre en https://www.iucnredlist.org/
- Un 28% de las especies de loros se encuentran en un estado de conservación crítico, SEO birdlife. Recogido a 7 de octubre en https://www.seo.org/2016/03/06/28-las-especies-loros-se-encuentran-estado-conservacion-critico/