Tres tratamientos para la neumonía en mascotas

Dentro de todos los procesos que afectan al sistema respiratorio, la neumonía es de los más complejos. Existen distintos tratamientos en función de la causa subyacente.

Un perro con neumonía y su tutora.

Los procesos patológicos que implican al sistema respiratorio son muy habituales en la clínica diaria. Dentro de todos ellos, la neumonía en mascotas, aunque no sea la dolencia más habitual, tiene una especial importancia debido a la posible gravedad de su pronóstico.

El correcto tratamiento de la neumonía puede marcar la diferencia hacia una correcta recuperación del animal. Por esta razón, hoy vamos a realizar una aproximación a las posibles formas de tratar las neumonías en las mascotas.

Neumonía y sus tipos

La neumonía se define como la inflamación del parénquima pulmonar. Es una enfermedad que los animales domésticos no suelen sufrir con demasiada frecuencia, pero cuyo pronóstico puede resultar de gravedad en algunos individuos.

Dentro de las neumonías, existen distintas clasificaciones en base a su etiología. Por lo tanto, desde un punto de vista médico, podemos dividirlas en:

  • Neumonía bacteriana: una respuesta inflamatoria asociada al desarrollo de bacterias patógenas alojadas en el parénquima pulmonar. Se caracteriza por la exudación de células y liquido dentro de las vías aéreas y espacios alveolares.
  • Neumonía micótica: responde a una inflamación asociada al crecimiento de microorganismos micóticos en el parénquima pulmonar. Estos hongos suelen proceder de la inhalación directa del suelo. En los alveolos pulmonares encuentran el medio adecuado para desarrollarse.
  • Neumonía alérgica: un proceso inflamatorio asociado a la respuesta contra antígenos presentes en el parénquima pulmonar. Puede estar causada por antígenos parasitarios o antígenos presentes en el aire, como polen o esporas.

Como cada tipo de neumonía tiene un agente etiológico distinto, el tratamiento siempre va a ir encaminado a controlar el agente causante. En este sentido, vamos a explicar los tratamientos para cada tipo de neumonía.

Perro en un examen veterinario.

1. Tratamiento de las neumonías bacterianas

Como en todos los procesos en los que esté implicado el desarrollo y proliferación de bacterias patógenas, la principal medida terapéutica consiste en la administración de antibióticos. Estos pueden ser propinados por vía oral o parenteral —mediante inyecciones bajo la piel—.

En cuanto la elección del antibiótico, idealmente debe estar basada en un cultivo y un antibiograma. La recuperación de los pacientes que reciben terapia antibiótica apoyada en el resultado de un antibiograma resulta más esperanzadora. No obstante, se puede realizar un tratamiento empírico con antibiótico de amplio espectro.

Por otra parte, mantener el correcto estado de hidratación contribuye de forma significativa a la eliminación del material mucociliar y de las secreciones derivadas. Para tal fin, la administración de soluciones electrolíticas intravenosas resulta de utilidad. Asimismo, la nebulización con aerosoles también tiene una eficacia probada.

2. Tratamiento de la neumonía micótica

Las neumonías micóticas resultan especialmente complejas en cuanto a su tratamiento y el porcentaje de respuesta de los animales enfermos está muy limitado. Por ello, hay que tener extremo cuidado con ellas.

Al estar implicados microrganismos micóticos, son necesarios medicamentos específicos para este tipo de patógenos. Los fármacos antifúngicos resultan el pilar fundamental de la terapia. Cabe destacar que, durante al menos dos meses, el tratamiento debe de ser ininterrumpido.

Tras la recuperación del animal, conviene mantener la medicación durante alguna semana más para evitar las recaídas, pues suelen ser frecuentes en este tipo de enfermedad. Estamos ante un tratamiento lento y costoso, pero desde luego necesario.

3. Tratamiento de la neumonía alérgica

La medida terapéutica principal en este tipo de neumonías consiste en la administración de corticoesteroides como la prednisona o prednisolona. También pueden ser útiles otras familias de medicamentos inmunosupresores, como la ciclofosfamida o la azatioprina.

Este tipo de fármacos resulta útil para reducir el proceso inflamatorio asociado, así como parea una disminución de la intensidad de los signos clínicos, lo que mejora la respiración del animal.

Por otra parte, en el caso concreto de la neumonía alérgica mediada por la presencia de parásitos cardiacos, conviene instaurar un tratamiento específico contra estos. Además, es aconsejable controlar y medicar frente a los signos cardiovasculares asociados a la presencia de estos microorganismos.

En general, el pronostico de este tipo de enfermedad suele ser bueno y existe un gran porcentaje de recuperación. No obstante, en el caso de animales infectados por gusanos del corazón, y al margen de la neumonía, el pronóstico siempre va a depender de las consecuencias cardiovasculares derivadas de la enfermedad.

Un perro con neumonía.

Como habéis podido leer, la neumonía es una enfermedad compleja y potencialmente mortal. De todas formas, toda la información aquí mostrada tiene fines divulgativos y nunca constituirá una consulta veterinaria. En caso de que vuestra mascota sufra algún proceso respiratorio, conviene acudir a un profesional para que evalúe y trate correctamente al animal.

Bibliografía

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  • CUNNINGHAM: FISIOLOGIA VETERINARIA (5ª ED.)
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