Las arañas más adorables del reino animal

Los saltícidos son arañas de pequeño tamaño y de costumbres saltarinas. Entre sus características principales, destacan su vista excelente, sus cortejos complejos, y unos hábitos de caza peculiares.

Las arañas más adorables del reino animal.

Cuando pensamos en arácnidos, a la mayoría nos vienen a la mente criaturas de ocho patas de aspecto espeluznante. Como todo en el mundo natural, en cada taxón biológico grande existe una característica clave: una gran variedad de especies. Esta diversidad se expresa en distintas colonizaciones ecosistémicas, formas morfológicas muy diferentes entre sí y comportamientos atípicos según la especie. Hoy venimos a romper las preconcepciones acerca de algunos artrópodos, y os mostramos a las arañas más adorables del reino animal.

La clase Arachnida comprende garrapatas, ácaros, arañas, amblipígidos, vinagrillos y otros muchos artrópodos de aspecto amenazador. Pero aquí tenemos al género que supone la excepción de la regla: los saltícidos. ¿Quieres conocer las características de estas simpáticas arañas saltarinas? ¿estás dispuesto a perder el miedo a las criaturas peludas de ocho patas? Si es así, continúa leyendo.

Las arañas más adorables del reino animal

Los saltícidos (Salticidae) son una familia de arañas saltarinas de tamaño pequeño. Con más de 6000 especies descritas, son la familia de arañas más diversa, pues constituyen un 13 % de todas las descritas hasta la fecha. Este dato puede resultar chocante, pues muchas personas desconocen completamente su existencia.

Esto se debe, principalmente, al minúsculo tamaño de muchas de ellas y a su naturaleza inquieta. Estos pequeños artrópodos diurnos se pasan la vida saltando, y recorren distancias varias veces su propio tamaño en una sola propulsión. Esto lo consiguen gracias a un sistema hidráulico muy sofisticado. Pero no por su aspecto adorable, que recuerda al de un peluche, dejan de ser depredadores natos.

Un pequeño saltícido sobre una hoja.

A la caza

Los saltícidos presentan técnicas de depredación muy diversas en comparación con otras familias de arañas. Generalmente, inspeccionan a los insectos que acechan, y se preguntan para sí mismos: ¿merece la pena gastar energía en este animal? Este comportamiento instintivo no deriva de un pensamiento racional, si no de un trade-off o compromiso evolutivo. Al ser pequeños animales de metabolismo rápido en comparación con otros arácnidos, no pueden permitirse fallar muchas veces o dar caza a insectos de bajo aporte nutricional, pues su pérdida energética sería desproporcionada.

Una vez identificada la presa, estas arañas suelen generar un hilo de seda o “paracaídas” antes de abalanzarse sobre ella. Así, si fallan, evitan caer al suelo o ser arrastradas por una corriente de aire. Tras el contacto con el desdichado animal, inyectan un veneno que le inmoviliza, evitando así su escape. No hay que preocuparse, pues estos venenos son ínfimos para el ser humano (y además nunca atacan a personas y grandes vertebrados).

Como curiosidad, existen algunos saltícidos carroñeros que invaden las telas de arañas de otros arácnidos de mayor tamaño, arriesgando su vida para recoger a las presas que han quedado atrapadas en ellas.

Un cortejo complejo

En esta familia existe un claro dimorfismo sexual en lo que a coloración se refiere, algo relativamente común en tarántulas, pero más extraño en otras familias de arácnidos. Los machos suelen presentar vellosidades plumosas, patrones coloridos, y en algunos casos unas extremidades anteriores desproporcionadamente grandes que usan para el cortejo.

Todas estas herramientas son utilizadas en bailes y movimientos coreografiados por parte del macho para conseguir el favor de la hembra, y así, poder reproducirse. Aquí estamos ante un caso evidente de selección sexual, pues los machos más coloridos y llamativos serán los que más posibilidades tienen de dejar descendencia, pero también los más visibles ante posibles depredadores.

Una vista de águila

La última característica reseñable de los saltícidos es su visión desproporcionadamente compleja en comparación al resto de sus sistemas. Poseen ocho ojos, que se dividen en ocelos y ojos secundarios. Es sorprendente saber que tienen una vista más sofisticada que las libélulas, los insectos con mejor vista de todo el mundo animal.

A pesar de ello, su campo ocular está limitado, pues al no poder girar la cabeza, tienen que realizar movimientos corporales continuos para interpretar correctamente el espacio tridimensional. Aún así, su vista es excelente en comparación al resto de arañas.

Un saltícido de colores bonitos.

El mundo de las arañas saltarinas

Como habrás podido observar en estas líneas, existen arácnidos con comportamientos tan complejos que pueden recordarnos incluso a aves exóticas o a mamíferos en lo que a cortejo y sofisticación en la caza se refiere. No podemos arriesgarnos a denominarlo inteligencia como tal, pero está claro que los saltícidos han evolucionado de forma muy diferente a otros artrópodos.

¿Será por su pequeño tamaño y las dificultades que todo esto conlleva? No lo sabemos a ciencia cierta, pero una cosa es clara: estas arañas adorables nos han robado el corazón.

Bibliografía

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  • Salticidae, wikipedia. Recogido a 24 de junio en https://es.wikipedia.org/wiki/Salticidae,
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