En el mundo de la medicina existen ciertos signos clínicos que nos ayudan a los veterinarios a orientar el diagnostico. Son muchas las enfermedades que llevan asociadas ciertas afecciones.
El caso de la vasculitis en perros resultar particularmente interesante, ya que nos proporciona información muy valiosa en cuanto a la existencia de otras patologías.
Cuando un signo clínico se produce como consecuencia de otro proceso patológico se denomina “secundario”. La vasculitis en perros suele ser un signo secundario, por lo que si un veterinario clínico detecta un vasculitis en un perro debe de ponerse alerta y ahondar mas en la naturaleza y origen de esta afección.
¿Que es una vasculitis?
La vasculitis es una inflamación de los vasos sanguíneos causada por una lesión del endotelio, es decir, de la capa interna que recubre dichos vasos. También se produce vasculitis por extensión de procesos inflamatorios o infecciosos adyacentes.
Cuando existe un daño en el vaso sanguíneo (posteriormente explicaremos las causas), se produce una inflamación del tejido vascular. Durante esta inflamación, se originan enzimas que causan un daño importante en la pared del vaso sanguíneo, produciendo hemorragias y necrosis en la zona afectada.
- La vasculitis puede producirse en la piel, por lo que estaríamos hablando de vasculitis cutánea.
- Por el contrario, también puede darse de forma sistémica, es decir, afectando de forma general al animal.
En cuanto a las lesiones observables derivadas de una vasculitis cutánea, resulta habitual la presencia de úlceras, necrosis en la zona afectada o ampollas. Membranas mucosas, bordes de las orejas y almohadillas podales son las zonas predilectas en las que se suele desarrollar la lesión. Estos signos se dan en todos los procesos que cursen con vasculitis.
Otros signos como depresión, fiebre, edema o dolor en las articulaciones pueden estar presentes en función de la causa primaria y suelen estar asociados a vasculitis sistemáticas.
Causas de la vasculitis
Como ya mencionamos, existen una gran variedad de procesos patológicos implicados en el posible desarrollo de una vasculitis. Vamos a mencionar los mas frecuentes:
- Causas infecciosas: Diversos parásitos, como el famoso gusano del corazón. Virus como el coronavirus canino, o determinadas bacterias.
- Causas inmunomediadas: Ciertas afecciones en las que está implicado un trastorno del sistema inmune pueden conducir al desarrollo de vasculitis. Por ejemplo, reacciones adversas a fármacos o vacunas, hipersensibilidad alimentaria, artritis reumatoide o lupus eritematoso sistemático entre otros.
También se ha demostrado que la inoculación de ciertos tóxicos, como por ejemplo las picaduras de araña, pueden ser causantes de vasculitis.
Tratamiento
El tratamiento de la vasculitis en perros irá enfocado siempre a resolver la causa primaria del problema. En ocasiones, el pronostico de la vasculitis es reservado hasta que no se resuelva la enfermedad primaria. Al estar implicadas tantas variables, puede resultar complicado dar con el elemento causante de forma precoz.
No obstante, mientras se determina el origen del problema se recomienda el uso de antibióticos preventivos. Por otra parte, muchos autores también citan los beneficios del uso de corticoides como antiinflamatorios e inmunosupresores, aunque estos procedimientos no se han demostrado del todo eficaces.
Vasculitis en perros derivada de la vacuna de la rabia
Es de consideración especial la vasculitis causada por la administración de la vacuna de la rabia. En opinión del que escribe, estamos ante la causa mas frecuente de enfermedad. Este cuadro se ha descrito con frecuencia en individuos de razas como Caniche miniatura, Yorkshire Terrier, Pekinés o Bichón Maltés.
En estos animales puede aparecer una lesión secundaria a la administración de la vacuna, en forma de alopecia localizada.
Se produce una pérdida del pelo en la zona de inyección de la vacuna, entre el primer y el quinto mes tras la aplicación. Ademas de esta lesión, se pueden formar costras o úlceras en distintas zonas del cuerpo, como las puntas de las orejas o los labios.
Es necesario recordar que este contenido nunca constituye un diagnostico ni un tratamiento. Es información de interés para que cualquier lector pueda aprender un poco mas sobre temas tan interesantes como el que hemos tratado.
En caso de que vuestro perro sufra alguna lesión, acudir siempre a vuestro veterinario de confianza y nunca administréis medicamentos sin prescripción veterinaria.