Todos nosotros, como tutores y amantes de los animales, conocemos bien la importancia de elegir un veterinario capacitado y comprometido, en quien podemos confiar la integridad y el bienestar de nuestros mejores amigos.
Sin embargo, a veces olvidamos que, como ciudadanos, debemos conocer también la responsabilidad veterinaria por negligencia y saber cuándo y cómo podemos denunciar un profesional por mala praxis en el ejercicio de la medicina veterinaria.
Por supuesto que es igualmente importante –y justo– comprender que la medicina veterinaria, tal cual su equivalente dedicada a los seres humanos, no es una ciencia exacta o infalible.
Por desgracia, hay muchas enfermedades que pueden comprometer severamente la salud de los animales, así como accidentes que pueden conllevar a daños irreversibles en su organismo.
Antes de presentar cargos contra un profesional, es necesario evaluar bien la situación, sin dejar que la tristeza por el fallecimiento o el perjuicio a la salud de nuestra mascota pueda llevarnos a cometer una acusación injusta e improcedente.
Aunque cueste, es necesario saber dejar a un lado la tormenta de emociones y aplicar el sentido común. Y al momento de evaluar bien la situación, resulta indispensable reflexionar si se trata de un caso de mala praxis o negligencia por parte de un veterinario (o no).
En definitiva, no tenemos por qué apresurarnos a buscar culpables al azar cuando sentimos dolor. Es normal preocuparnos por nuestras mascotas, pero la preocupación no debe llevarnos hacia el terreno de lo irracional. Así no lograremos más que ahondar en nuestro sufrimiento.
¿Qué es la responsabilidad veterinaria por negligencia y cuándo es posible denunciarla?
Gran parte de las denuncias realizadas en contra veterinarios colegiados en España, se centran en casos de diagnósticos equivocados y mala praxis en la realización de procedimientos clínicos u operatorios.
Sin embargo, es muy común que los tutores tengan dudas sobre cómo reconocer un caso de negligencia o mala praxis, sin poseer ellos mismos una formación o conocimientos específicos sobre la medicina veterinaria.
Ante todo, debemos saber que, según la doctrina jurisprudencial vigente en España, la responsabilidad veterinaria por negligencia se basa en los medios, y no específicamente a los resultados.
Esto significa que el veterinario tiene la responsabilidad civil de dar todos los cuidados a sus pacientes, con el claro objetivo de preservar su buena salud e integridad física y cognitiva. Así como ofrecer las informaciones a sus propietarios sobre el diagnostico, las prácticas y los tratamientos que se llevarán a cabo en un animal.
Sin embargo, se reconoce que la eficacia de un tratamiento ambulatorio o de una intervención quirúrgica, por ejemplo, no depende exclusivamente de la capacidad o de la voluntad de un profesional.
Los resultados obtenidos por un tratamiento o práctica veterinaria también estarán vinculados al estado de salud, al metabolismo y a la gravedad de la afección o daño causado a cada paciente.
A su vez, el Tribunal de Ética determina que no se puede comprender como negligencia o mala praxis cualquier procedimiento o acción llevados a cabo con la intención de salvar la vida del animal. Incluso en caso de que no surtan los efectos deseados y el animal fallezca.
El punto clave aquí es confirmar la procedencia del diagnóstico y la validez del tratamiento administrado, y no solo los resultados obtenidos a partir de su aplicación.
Por lo tanto, no siempre la muerte o la generación de un daño irreversible en la salud del animal, podrá ser atribuida a la labor del veterinario. Al menos que se compruebe que el profesional ha cometidos fallos o errores a la hora de diagnosticar la afección y recomendar el tratamiento apropiada. O bien en su proceder para administrar dicho tratamiento o durante la realización de una intervención quirúrgica.
¿Cuándo procede la denuncia por negligencia?
En líneas generales, siempre que el diagnostico, las prácticas o los tratamientos aplicados no correspondan al cuadro de salud del paciente, conllevando a daños, sufrimientos o riesgos innecesarios a su bienestar.
También podemos denunciar cuando se constate que un profesional no está debidamente formado y capacitado para el ejercicio de la medicina veterinaria, o no posee las instalaciones y los equipamientos necesarios para llevar a cabo las prácticas ofrecidas en su clínica.
Si tu mascota es víctima de mala praxis en una clínica u hospital veterinario, puedes acudir al Comité de Ético (Deontológico) del Colegio de Veterinarios correspondiente a tu ciudad o región, para realizar la denuncia formal.
Recuerda que será necesario aportar algunos datos básicos sobre el profesional, como su nombre, número de matrícula y la dirección de la clínica u hospital donde atiende a sus pacientes, así como las circunstancias involucradas en la denuncia.
Bibliografía
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- Colvema.org. Responsabilidad civil de las clínicas veterinarias. Extraído de: http://www.colvema.org/pdf/7075rcclinica.pdf
- Consejo General Colegios Veterinarios. 2018. Código deontológico. Extraído de: http://www.colvet.es/sites/default/files/2018-12/CO%CC%81DIGO%20DEONTOLO%CC%81GICO%20PARA%20EL%20EJERCICIO%20DE%20LA%20PROFESIO%CC%81N%20VETERINARIA%20%28Aprobado%20AGPtes.%2015-12-2018%29.pdf