El sistema musculoesquelético de los perros de razas grandes requiere mucha más energía durante su desarrollo que el resto de razas. Debido a esto, durante los 12 primeros meses de vida, la probabilidad de desarrollar anormalidades osteoarticulares es alta.
Esto viene dado porque los canes de tamaño grande, para alcanzar su tamaño normal de adulto, se desarrollan a mucha velocidad. Como consecuencia, puede resultar en deformaciones, desmineralización de los huesos, etc.
Osteodistrofias en perros de razas grandes
La palabra osteodistrofia se refiere a que un hueso está ‘mal alimentado’, es decir, que tiene un exceso o una carencia en nutrientes, como el calcio o fósforo. Cuando un perro tiene ‘poco hueso’ hablamos de osteopenia y, cuando tiene ‘mucho hueso’, de osteomegalia.
Las razones por las que los cachorros sufren osteopenias son:
- Osteoporosis por una desnutrición proteica.
- Raquitismo por baja mineralización debido a un déficit de vitamina D.
- Osteodistrofia fibrosa: desmineralización provocada por la movilización del calcio, muchas veces provocada por una falta total de calcio en la dieta.
Las osteomegalias en cachorros de razas grandes son consecuencia de muchos factores, como genética, nutrición o ambiental.
Displasia de cadera
Esta patología es una de las enfermedades más frecuentes, sobre todo en pastores alemanes, en los que se pueden dar en más de un 70 % de los casos. Los síntomas de esta enfermedad pueden variar ampliamente, desde una leve cojera en una pata, dificultad o dolor para andar hasta la imposibilidad total de mantenerse en pie.
La displasia de cadera puede ser genética, derivada del cruce o la cría de animales que ya la padecen. También puede derivar de una sobrecarga de trabajo durante del desarrollo del cachorro.
En una radiografía de un can con displasia de cadera se observa que el acetábulo –región donde se une la cadera a la cabeza del fémur– no tiene suficiente profundidad. Por otro lado, la propia cabeza del fémur aparece aplanada, lo cual lleva a una luxación de la articulación y artrosis.
Síndrome de Legg-Calvé-Perthes en razas grandes
Este síndrome se caracteriza por una necrosis de la cabeza del fémur y es común en perros de razas grandes. En ocasiones, puede solucionarse con cirugía, pero también puede dejarse que la necrosis termine de afectar a la cabeza del fémur y que después se regenere por sí misma. Durante este periodo, el perro debe guardar el mayor reposo posible, evitar carreras y saltos.
Osteodistrofia hipertrófica
La osteodistrofia hipertrófica afecta a la región de crecimiento de los huesos. La médula ósea se ve afectada y se produce una inflamación interna que provoca microfracturas en el hueso.
El tratamiento consiste en el uso de antiinflamatorios y en una dieta equilibrada y rica en nutrientes. La curación suele darse de manera espontánea.
Osteocondrosis del hombro
La osteocondrosis del hombro se produce en perros en crecimiento de razas grandes y gigantes. El cartílago de la cabeza del húmero sufre una lesión llamada ‘falla’ que provoca el engrosamiento de todo el cartílago que se forma por células defectuosas que acaban muriendo. Esto causa una unión incorrecta entre el hueso y el cartílago.
La razón de esta enfermedad es multifactorial, aunque se cree que la raza y la nutrición están entre los factores claves:
- Raza.
- Edad.
- Sexo.
- Crecimiento rápido.
- Anomalías anatómicas.
- Dieta incorrecta con un exceso de nutrientes o animales sobrealimentados.
No unión de la apófisis ancónea
La no unión de la apófisis ancónea o, más comúnmente conocida como displasia de codo, consiste en un desfase del crecimiento de los huesos cúbito y radio. Esto causa que uno de los dos huesos crezca más rápido que el otro y exista una presión en la articulación del codo.
En la mayoría de los casos, para resolver el problema, se acude a la cirugía, la cual suele eliminar un fragmento del hueso y lo redirige.
La nutrición en perros de razas grandes
Al igual que la dieta varía según la edad del perro, también cambia según su raza o tamaño en el caso de los cruces. Los canes de razas grandes y gigantes tienen unos requerimientos energéticos y nutricionales muy diferentes al resto de razas. Por ello, es imprescindible comentar con el veterinario el tipo de alimentación que debe llevar un perro.
Como hemos visto, tanto un exceso como una carencia nutricional pueden acarrear importantes trastornos en la salud de nuestro cachorro de raza grande. Además, en ocasiones, es recomendable el uso de suplementos alimenticios para la salud de las articulaciones de los perros. Por otro lado, a la hora de adoptar un perro, debes tener en cuenta las posibles patologías que podría sufrir a lo largo de su desarrollo.
Bibliografía
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